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Hace unas horas, en la reconocida revista académica The Lancet Haematology, se publicó uno de los estudios más completos que se haya hecho recientemente sobre la anemia, una enfermedad que se presenta cuando la sangre produce una cantidad menor a la normal de glóbulos rojos. (Le puede interesar: Los municipios donde han muerto más personas por mordeduras de serpientes en 2023)
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, las personas con anemia no obtienen la suficiente cantidad de sangre rica en oxígeno. Esto puede llegar a que las personas sientan cansancio, debilidad, dificultad para respirar, dolores de cabeza o desarrollen latidos cardíacos irregulares.
Según el reciente estudio, adelantado por el Instituto de Métrica y Evaluación Sanitarias (IHME) de la Universidad de Washington (EE. UU), en 2021 una cuarta parte de la población mundial, aproximadamente unos 1.920 millones de personas, padecían de anemia. (Puede leer: 40 años del VIH: surge una nueva esperanza pero aún hay retos)
Esto, explican los investigadores, supone un aumento de 420 millones de casos entre 1990 y 2021, donde las mujeres, las mujeres embarazadas y las niñas y niños menores de 5 años son los más afectados.
Para hacerse una idea, resaltan los investigadores, en 2021, el 31,2 % de las mujeres tenían anemia, frente al 17,5 % de los hombres, una diferencia que aumenta entre los 15 y los 49 años, ya que en este grupo de edad el 33,7 % de las mujeres padecen la enfermedad, frente al 11,3 % de los hombres. (También puede leer: Siete de cada 10 personas están protegidas parcialmente contra el tabaco: OMS)
Sobre este aspecto, Will Gardner, investigador del IHME y autor principal del trabajo, señaló que “a lo largo de los años, se ha prestado mucha atención a la reducción de la anemia en todo el mundo, pero, como grupo, las mujeres y los niños son los que menos han progresado”.
Para Gardner, esto se debe a “una situación llena de matices que gira en torno al acceso a la nutrición, la situación socioeconómica, la necesidad insatisfecha de anticonceptivos y la capacidad de identificar y tratar las causas subyacentes de la anemia”. Por eso hizo un llamado para adoptar enfoques multisectoriales y mayor conciencia cultural para que las mujeres y los niños “no se queden atrás”. (Puede interesarle: ¿Qué tiene que ver TransMiCable con la actividad física que se hace en Ciudad Bolívar?)
Otro aspecto que abordó este estudio tiene que ver con la causa de la anemia, la cual, en el 66,2 % de los casos, fue la carencia de hierro en la dieta. Pero, advierten los investigadores, centrar la atención exclusivamente en este factor tiene varias limitaciones. Por eso buscaron otras causas.
En el caso de las mujeres en edad reproductiva, por ejemplo, encontraron que los trastornos ginecológicos y las hemorragias contribuían de forma importante a la carga de anemia. Mientras tanto, en los niños y niñas menores de 5 años, además de la carencia de hierro, detectaron otras enfermedades infecciones, el VIH/SIDA y el paludismo. (Puede leer: Con inteligencia artificial “resucitan” moléculas para probar nuevos antibióticos)
A nivel regional, el estudio señala que África subsahariana y el sur de Asia son las regiones que enfrentan la mayor carga de la enfermedad, con prevalencias que se ubican entre el 47,4 % y el 35,7 %, respectivamente. La realidad en regiones como Australasia, Europa Occidental y Norteamérica es totalmente distinta, pues las tasas de prevalencia oscilan entre el 6,8 y 5,7 %.