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A través de su página web (www.laobesidad.com), el médico barranquillero Carlos Sales Puccini ofrece a sus pacientes y potenciales clientes un listado de todos los tratamientos que podrían ayudarles a combatir los problemas de sobrepeso y obesidad.
Uno de ellos, la “malla de lengua”, a pesar de haber sido prohibida en enero de este año por el Invima, sigue incluida en el listado como “un método eficaz para bajar de peso”, un “sistema que se ha convertido en una opción eficaz y sin riesgos para aquellas personas que deseen perder peso sin someterse”.
Pero esto quizás sea el detalle menos importante de esta historia. Podría haber sucedido que el doctor Sales Puccini, médico y cirujano de la Pontificia Universidad Javeriana y especialista en gastroenterología y endoscopía de la Universidad de Chile, haya olvidado pedir al administrador de su página web que eliminara la información correspondiente a la malla de lengua, un procedimiento que nunca contó con registro sanitario y puede provocar desde reacciones locales en la lengua, dolor, mala higiene bucal, mal aliento y alteraciones a nivel del gusto hasta la muerte como consecuencia de una mala alimentación o de un proceso infeccioso.
El verdadero problema está en que en la misma página web, Sales Puccini, a quien desde hace dos meses hemos intentado contactar sin éxito a través de su secretaria, reclama ser inventor de una novedosa técnica para realizar cirugías de bypass gástrico, o cirugías para la obesidad, como también se les conoce. Este tipo de cirugías, en las que por lo general se remueve el estómago y una parte del intestino para ayudar al paciente a bajar de peso, se han popularizado en Colombia en la última década.
El médico barranquillero bautizó su técnica quirúrgica como “surset o hilos gástricos” y, por la forma como la publicita, parece una solución perfecta para los pacientes que cumplan con los criterios para una cirugía de bypass gástrico: “es reversible, es reacomodable sin uso de sutura mecánica, sin riesgo de fístulas y sangrados, con el menor índice de complicaciones”.
Experimento con 100 personas
¿Cómo llegó Sales Puccini a descubrir los beneficios de esta variante de la cirugía de bypass gástrico? En el volumen 23 de julio a septiembre de 2008 de la Revista Colombiana de Cirugía fue publicado un artículo científico firmado sólo por él y titulado Surset gástrico de Sales: una alternativa para cirugía bariátrica restrictiva.
En él, Sales explica que entre agosto de 2006 y agosto de 2007 operó a 100 pacientes, 56 mujeres y 44 hombres, con edades entre los 15 y 64 años e índices de masa corporal entre 32 y 45 kg/m². En todos aplicó su nueva técnica, que se diferencia de las técnicas más comunes usadas por sus colegas básicamente porque no es necesario cortar tejido del estómago sino que se introduce una parte del estómago hacia su propia luz.
“Se encontró una pérdida de peso promedio de 26,44 kg, que correspondió a un porcentaje promedio de 69,61%”, concluye el médico en el artículo, “esta nueva alternativa de cirugía bariátrica restrictiva es de fácil realización, con menor riesgo y menor porcentaje de complicaciones asociadas al procedimiento y baja morbimortalidad”.
Una técnica en desuso
A pesar de las aparentes ventajas que describe Sales Puccini, la mayoría de cirujanos en Colombia y en el resto del mundo han decidido no practicar esta técnica quirúrgica. El Espectador contactó a varios cirujanos en Medellín, uno de los sitios del país donde más se realizan estos procedimientos, y todos coincidieron en afirmar que les da temor usar este procedimiento porque aumenta los riesgos de que se filtre contenido gástrico y eventualmente se presente peritonitis. “Es una técnica que se realiza casi a ciegas, muy arriesgada, que no ofrece ningún beneficio extra”, comentó uno de ellos.
De acuerdo con el cirujano Lucas Bojanini, especialista en cirugía bariátrica en el Hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín, y los demás miembros de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Cirugía Bariátrica, esta y otras técnicas similares aún se encuentran en una etapa de “investigación”, “los resultados reportados hasta el momento son parciales e incluso grupos como el mexicano la han abandonado pues la reganancia de peso es alta y los efectos secundarios frecuentes y molestos”.
La “plicatura gástrica”, como se conoce a este procedimiento del que Sales propone una variante, es en realidad una técnica originalmente propuesta por el cirujano iraní Mohammad Aledpour hace unos 14 años. En su artículo científico, Sales nunca menciona a su antecesor.
Este procedimiento “se ofrece como una técnica de menor invasión con menos complicaciones, lo cual es poco veraz. Muchos de los grupos en el mundo que la realizaban como protocolo de investigación la abandonaron por esta causa. Por tratarse de un procedimiento quirúrgico invasivo, tampoco está libre de complicaciones”, explicaron a El Espectador Bojanini y sus colegas de la asociación médica.
¿Los 100 pacientes sometidos a cirugía por Sales entre 2006 y 2007 sabían que hacían parte de un experimento? ¿Dieron su consentimiento para que les fuera realizada una técnica experimental en vez de las otras tradicionales y avaladas por la comunidad médica? ¿En cuántos pacientes más se ha aplicado esta técnica a pesar de las dudas que existen en torno a ella? ¿Por qué si la mayoría de grupos de investigación ha reportado complicaciones en el uso de estas técnicas, Sales Puccini no observó ningún problema entre los 100 pacientes que dice haber operado?
Estas son las preguntas sobre las que nos gustaría conocer la opinión del médico Carlos Salas Puccini.
pcorrea@elespectador.com