Cinco minutos de ejercicio al día ayudarían a reducir la tensión arterial
Añadir pequeñas cantidades de ejercicio a la rutina diaria, como subir escaleras o hacer recorridos cortos en bicicleta, podría ayudar a reducir la tensión arterial, concluye un reciente estudio.
Actualmente, en el mundo hay 1.280 millones de adultos entre los 30 y los 79 años que padecen hipertensión. De estos, poco más de la mitad (54 %) conocen que padecen esta afectación, que es una de las principales causas de muerte prematura en el mundo y puede provocar derrames cerebrales, infartos de miocardio, insuficiencia cardiaca, daños renales, entre otros problemas de salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por eso, la hipertensión es conocida como un “asesino silencioso”.
Desde hace décadas, se recomienda algunos cambios de hábitos para prevenir o tratar la hipertensión, como tomar una dieta saludable y baja en sal, perder peso, dejar de fumar o practicar actividad física. Como recuerdan un grupo de investigadores de la University College London (UCL) y de la Universidad de Sídney, “los efectos reductores de la presión arterial del ejercicio estructurado están bien establecidos”.
Sin embargo, reconocen los científicos, se ha prestado menos atención a los efectos del comportamiento del movimiento en el día a día. Por eso, un grupo de más de 20 investigadores de ambas universidad, se propuso seguir a cerca de 15.000 personas para indagar sobre los impactos del movimiento cotidiano en la reducción de la presión arterial. Los resultados de su investigación fueron publicados recientemente en la revista académica Circulation.
Lo primero que hicieron los autores del estudio, fue dividir la actividad diaria en seis comportamientos: sueño; comportamiento sedentario (como estar sentado); caminar despacio (menos de 100 pasos por minuto); caminar rápido (más de 100 pasos por minuto); estar de pie; y, finalmente, hacer ejercicio más intenso (correr, montar en bicicleta o subir escaleras).
Además, instalaron acelerómetros portátiles en el muslo a 14.761 voluntarios, así como un dispositivo para medir la tensión arterial. Luego, les pidieron que dividieran su jornada en siete horas de sueño, 10 horas de sedentarismo, tres horas de estar de pie, una hora de marcha lenta y otra hora de marcha rápida y 16 minutos de algún ejercicio como correr o montar en bicicleta.
Con estos datos, calcularon el impacto de sustituir un tipo de actividad por otro. De esta manera, identificaron que sustituir cualquier comportamiento menos activo por cinco minutos de ejercicio reducía la presión arterial sistólica (PAS) y la diastólica (PAD).
“Añadir pequeñas cantidades de ejercicio a la rutina diaria, como subir escaleras o hacer recados en bicicleta, podría ayudar a reducir la tensión arterial, ya que se calcula que con solo cinco minutos adicionales al día se obtienen mejoras”, explicaron los investigadores.
Los resultados, agregan los autores del estudio, ponen de relieve que incluso actividades cotidianas que aumenten el ritmo cardíaco, como montar en bicicleta, subir las escaleras o correr brevemente, pueden ser beneficiosas para una presión arterial sana.
Jo Blodgett, primera autora del estudio, señaló que “la buena noticia es que, sea cual sea su capacidad física, no se tarda mucho en conseguir un efecto positivo sobre la presión arterial. Lo que hace única a nuestra variable de ejercicio es que incluye todas las actividades parecidas al ejercicio, desde subir las escaleras hasta un recado corto en bicicleta, muchas de las cuales pueden integrarse en las rutinas diarias”.
Eso sí, advirtió Blodgett, de la UCL, si se quiere modificar la presión arterial, el mayor beneficio se consigue exigiendo más al sistema cardiovascular mediante el ejercicio.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺
Actualmente, en el mundo hay 1.280 millones de adultos entre los 30 y los 79 años que padecen hipertensión. De estos, poco más de la mitad (54 %) conocen que padecen esta afectación, que es una de las principales causas de muerte prematura en el mundo y puede provocar derrames cerebrales, infartos de miocardio, insuficiencia cardiaca, daños renales, entre otros problemas de salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por eso, la hipertensión es conocida como un “asesino silencioso”.
Desde hace décadas, se recomienda algunos cambios de hábitos para prevenir o tratar la hipertensión, como tomar una dieta saludable y baja en sal, perder peso, dejar de fumar o practicar actividad física. Como recuerdan un grupo de investigadores de la University College London (UCL) y de la Universidad de Sídney, “los efectos reductores de la presión arterial del ejercicio estructurado están bien establecidos”.
Sin embargo, reconocen los científicos, se ha prestado menos atención a los efectos del comportamiento del movimiento en el día a día. Por eso, un grupo de más de 20 investigadores de ambas universidad, se propuso seguir a cerca de 15.000 personas para indagar sobre los impactos del movimiento cotidiano en la reducción de la presión arterial. Los resultados de su investigación fueron publicados recientemente en la revista académica Circulation.
Lo primero que hicieron los autores del estudio, fue dividir la actividad diaria en seis comportamientos: sueño; comportamiento sedentario (como estar sentado); caminar despacio (menos de 100 pasos por minuto); caminar rápido (más de 100 pasos por minuto); estar de pie; y, finalmente, hacer ejercicio más intenso (correr, montar en bicicleta o subir escaleras).
Además, instalaron acelerómetros portátiles en el muslo a 14.761 voluntarios, así como un dispositivo para medir la tensión arterial. Luego, les pidieron que dividieran su jornada en siete horas de sueño, 10 horas de sedentarismo, tres horas de estar de pie, una hora de marcha lenta y otra hora de marcha rápida y 16 minutos de algún ejercicio como correr o montar en bicicleta.
Con estos datos, calcularon el impacto de sustituir un tipo de actividad por otro. De esta manera, identificaron que sustituir cualquier comportamiento menos activo por cinco minutos de ejercicio reducía la presión arterial sistólica (PAS) y la diastólica (PAD).
“Añadir pequeñas cantidades de ejercicio a la rutina diaria, como subir escaleras o hacer recados en bicicleta, podría ayudar a reducir la tensión arterial, ya que se calcula que con solo cinco minutos adicionales al día se obtienen mejoras”, explicaron los investigadores.
Los resultados, agregan los autores del estudio, ponen de relieve que incluso actividades cotidianas que aumenten el ritmo cardíaco, como montar en bicicleta, subir las escaleras o correr brevemente, pueden ser beneficiosas para una presión arterial sana.
Jo Blodgett, primera autora del estudio, señaló que “la buena noticia es que, sea cual sea su capacidad física, no se tarda mucho en conseguir un efecto positivo sobre la presión arterial. Lo que hace única a nuestra variable de ejercicio es que incluye todas las actividades parecidas al ejercicio, desde subir las escaleras hasta un recado corto en bicicleta, muchas de las cuales pueden integrarse en las rutinas diarias”.
Eso sí, advirtió Blodgett, de la UCL, si se quiere modificar la presión arterial, el mayor beneficio se consigue exigiendo más al sistema cardiovascular mediante el ejercicio.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺