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                                                                                                                                Colombia tiene una buena razón para soñar con eliminar el dengue

                                                                                                                                En 2015 el profesor Iván Darío Vélez empezó a liberar mosquitos Aedes aegypti con una bacteria llamada Wolbachia en algunas ciudades de Colombia con la esperanza de reducir los casos de dengue. Hoy, después de superar muchas barreras, tiene resultados claros sobre su seguridad y eficacia, confirmados por el Instituto Nacional de Salud. ¿Inicia un nuevo camino para el país?

                                                                                                                                Juan Diego Quiceno

                                                                                                                                Periodista de Vivir
                                                                                                                                Liberación de mosquitos infectados con wolbachia en Medellín. /Pecet
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Puede ver: Vacunación contra covid-19 será integrado al Programa Ampliado de Inmunizaciones

                                                                                                                                Vélez habla desde el sur de Medellín, en una oficina que ha convertido en una “fábrica” de Aedes aegypti.

                                                                                                                                Así son los mosquitos Aedes aegypti. A la izquierda, el macho; a la derecha, la hembra, que es la que consume sangre humana y puede transmitir la enfermedad. /Diego Quiceno.
                                                                                                                                Foto: Diego Quiceno

                                                                                                                                Miles de mosquitos se incuban y nacen en esas cuatro paredes. Lejos del exterminio, el profesor Vélez ha estado liberando controladamente Aedes aegypti en el Valle de Aburrá desde 2015. Se trata de mosquitos infectados con Wolbachia, una bacteria que inhibe la capacidad de transmisión del dengue en los mosquitos hembra y que es hoy una de las mayores esperanzas de Colombia y del mundo para eliminar las epidemias de esa enfermedad. Siete años después de que los primeros mosquitos con Wolbachia volaran por los cielos de Medellín y Bello, Vélez presentó los resultados de su estrategia al Instituto Nacional de Salud y al Ministerio de Salud. Los indicadores demuestran la eficacia y seguridad de la estrategia y parecen abrir una nueva puerta para combatir el dengue.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Normalmente, lo que ocurre es que el mosquito (hembra) pica a una persona enferma y extrae la sangre con el virus. Ese virus se reproduce en el intestino del insecto y se instala en sus glándulas salivales. Así, cuando pica de nuevo, transmite el mircrooganismo. El problema es que, para estar satisfecha, la hembra de Aedes aegypti pica a entre tres y cinco personas al día. “Pero si tiene Wolbachia, el virus no se puede replicar en su intestino y nunca llega a sus glándulas salivales. Se para la trasmisión. Y si un mosquito tiene la bacteria y se reproduce con otro, su descendencia nacerá con Wolbachia”, explica Vélez.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Todo comenzó en 2013. América vivía un año epidémico de dengue que, por primera vez en su historia, superó los dos millones de casos y causó más de 1.280 muertes. Ese año, en un edificio de la U. de Antioquia, el colombiano se encontró con el investigador australiano Scott O’Neill, entonces decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad australiana de Monash y hoy miembro de la Academia Australiana de Ciencias y de la Academia Estadounidense de Microbiología.

                                                                                                                                “Nosotros teníamos ya una trayectoria de investigaciones sobre enfermedades tropicales. O’Neill me mostró la propuesta de World Mosquito Program que estaba enfocada en el control biológico del Aedes aegypti con la bacteria Wolbachia. Ya estaban en Australia e Indonesia así que me propuso trabajar juntos. Me fascinó el proyecto”, recuerda Vélez. En 2013 comenzaron a socializar la propuesta en el Valle de Aburrá. Para el país la enfermedad se había vuelto un problema de salud pública. Solo entre 1978 y 2008 se reportaron 803.157 casos, según el Ministerio de Salud. El panorama entre 2010 y 2020 empeoró en la región, de acuerdo con la OPS. Cerca de 500 millones de personas en las Américas están actualmente en riesgo de contraer dengue.

                                                                                                                                Una “tarea titánica”

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La liberación de los Aedes aegypti infectados con Wolbachia comenzó en Bello y Medellín durante 2017, en marzo y agosto, respectivamente, después de un piloto que se llevó a cabo en el barrio París, de Bello, en 2015. “Se adoptó un protocolo de consentimiento informado comunitario en el que el 97% de la comunidad respondió unas preguntas, entendiendo y aceptando que se liberara mosquitos cerca de ellos e involucrándose en el cuidado de algunas trampas para capturar los mosquitos” explica Henrry Pulido, del área de epidemiología de la Alcaldía de Bello.

                                                                                                                                Puede ver: Encuentran, por primera vez, microplásticos en los pulmones de personas vivas

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Durante dos años la población fue clave para avanzar en la introducción de los mosquitos con la bacteria que salían del laboratorio de Vélez. Cuando la fase de liberación terminó en 2019, empezaron a monitorear el resultado; necesitaban verificar si los insectos se estaban reproduciendo. Los investigadores instalaron miles de trampas en cuadrados de 250 metros (m) por 250 m distribuidas homogéneamente tanto en Bello como en Medellín para capturarlos. “Fueron más de 20.000 puntos de control, una tarea titánica. A cada mosquito que capturamos le hicimos una prueba PCR para determinar si tenía Wolbachia. Hemos hecho alrededor de 150.000 pruebas de ese tipo durante el proyecto”, estima Vélez.

                                                                                                                                Ese monitoreo, que terminó en diciembre de 2021, reveló que, actualmente, de todos los mosquitos Aedes aegypti de Bello, el 61% tiene Wolbachia. Sucede lo mismo con el 62 % de los que vuelan en Medellín. Ambas cifras coinciden con los números más bajos de dengue en la historia de ambas ciudades.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Mientras el país terminó 2021 en situación de “Alerta” epidemiológica, con brotes en por lo menos 52 municipios, más de 53.334 casos confirmados y una incidencia nacional de 172,3 casos por cada 100.000 habitantes, Bello reportó 25 positivos durante todo el año, una tasa de 4 por 100.000 habitantes, la más baja desde que se tiene registro. Lo mismo ocurrió en Medellín, que terminó al año con el reporte de 245 casos, una incidencia de 10 por 100.000 habitantes, también la más baja desde que hay medición.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Según los datos del equipo de Vélez, esto representa una eficacia en la reducción del dengue en Medellín del 59% a los 18 meses después de terminadas las liberaciones de mosquitos con Wolbachia, y del 72% en Bello, dos años después de finalizadas las liberaciones. “¿Tenemos evidencia de que funciona? Es claro: sí, es eficaz. ¿Es seguro? Sí. No hay posibilidad de que una persona se infecte con Wolbachia porque es una bacteria que solamente vive dentro de las células de los insectos”, concluye Vélez.

                                                                                                                                Foto: El Espectador
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La otra pregunta clave para esta estrategia es por cuánto tiempo se puede autosostener a partir de ahora, es decir, durante cuántos años los mosquitos con Wolbachia se seguirán reproduciendo en el entorno, manteniéndose en un porcentaje lo suficientemente alto. El estimativo del World Mosquito Program y del Imperial College London, responde el profesor antioqueño, es que el porcentaje y reproducción de mosquitos con Wolbachia observado se mantendrá por lo menos durante otros 80 años más.

                                                                                                                                Durante febrero funcionarios del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Salud (INS) visitaron Medellín con la intención de conocer los resultados del programa, al que el INS le ha hecho seguimiento. El concepto de esa última entidad, como confirmó El Espectador, es que el control de dengue a través de la bacteria Wolbachia es seguro y eficaz.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                “La iniciativa nos pareció, desde el primer momento, interesante y promisoria; por eso el INS ha revisado con detalle la información de investigaciones divulgadas y hemos podido constatar que, primero, la medida tiene posibilidad de mantenerse en el tiempo, es decir, la bacteria se transmite en los zancudos de generación en generación, es autosostenible. Segundo, los estudios que hemos revisado muestran que es segura; y tercero, la última información, entre ella los estudios de la Universidad de Antioquia y el World Mosquito Program, muestran una disminución general de la incidencia de casos de dengue”, señala Martha Lucía Ospina, directora del INS.

                                                                                                                                Puede ver: Colombia inaugura el nuevo Laboratorio Nacional de Genómica del INS

                                                                                                                                Los últimos datos recopilados por el profesor Vélez y su grupo, que aún no han sido publicados en una revista indexada, son coherentes con la evidencia de iniciativas similares con la bacteria Wolbachia en países como Australia y Vietnam.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                De hecho, el Grupo Asesor de Control de Vectores (VCAG, por sus siglas en inglés) de la OMS, una entidad de evaluación independiente a la organización, se reunió en diciembre de 2020 para revisar, entre otras intervenciones, el “método” Wolbachia, por solicitud del World Mosquito Program. La entidad técnica concluyó, tras la revisión de la evidencia de estudios realizados en Indonesia, Brasil y Vietnam, que existe un valor demostrado de dicha intervención en lo que se refiere a la lucha contra el dengue y consideró que hay datos suficientes para que la OMS inicie el proceso de desarrollo de directrices para formular una recomendación mundial.

                                                                                                                                “Sabemos que esa directriz ya está lista y próxima a salir. Los datos colombianos sustentan esa decisión”, señala Vélez. Pero ¿qué tan cerca estamos de liberar mosquitos con Wolbachia en toda Colombia?

                                                                                                                                Puede ver: Pacientes de cáncer y VIH ya no necesitan autorización de EPS para ser atendidos

                                                                                                                                El futuro de la fábrica de mosquitos

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La vida de un Aedes aegypti es corta, si se mira desde la perspectiva humana. Un huevo demora entre 7 y 10 días en convertirse en un mosquito adulto, que vivirá entre tres y cuatro semanas. El macho, más pequeño que la hembra, se alimentará de savia vegetal mientras la hembra lo hará casi exclusivamente de sangre humana; por eso solo ella transmite el dengue. Durante su vida ella podrá poner hasta 1.500 huevos, diminutas “cápsulas” de color negro y de aproximadamente 0,4 mm de largo, invisibles a la vista humana. Para convertirse en larva, después en pupa y finalmente en mosquito, el huevo necesita estar sumergido en agua. Así sobreviven, en grandes recipientes con agua, miles y miles de esas “cápsulas” en el laboratorio de Wolbachia en Medellín, en pleno centro de la ciudad.

                                                                                                                                Laboratorio de wolbachia en Medellín. /Pecet
                                                                                                                                Foto: Pecet
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Se trata de un edificio de tres pisos ubicado en una zona industrial donde muy cerca se procesan productos basados en el café. Desde la oficina de Iván Darío Vélez se puede oler el grano, bajo la mirada de un Aedes aegypti gigante pintado en una pared. En uno de los estantes un origami de un mosquito se cae, derribado por el viento. Él detiene la conversación, se para y lo recoge: “esto me lo regaló una discípula brillante que también trabaja con mosquitos”, recuerda. Llegar hasta aquí ha sido un camino largo y muy difícil.

                                                                                                                                Muchas cosas han pasado. Un par de escenas contrarias incluso a la lógica, como esa en la que Vélez liberaba mosquitos y a pocos metros de él alguien los fumigaba. “Nos los mataron”, recuerda ahora con una sonrisa. “Esto detendría la fumigación y eso no les gusta a algunos. La fumigación no sirve. Si funcionara no habría epidemias cada tres años”, dice.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Puede ver: ¿Cuál es la relación entre los ríos y la diversidad de aves en la Amazonía?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En los días más agitados trabajaban junto a él unas 150 personas, entre científicos, personal de salud y trabajadores sociales. Hoy hay menos científicos con bata en el laboratorio. Se reparten funciones: uno separa a machos de hembras, otro monitorea los criaderos donde ellas ponen huevos, uno más pesa las pupas y las encapsula en pequeños recipientes que irán a Cali, donde se lleva a cabo un piloto, y otro más analiza y decodifica los resultados de los PCR que se hacen a los mosquitos capturados.

                                                                                                                                “No hay nadie en Colombia que sepa hacer esto. Si por falta de plata esto se cierra, el país pierde esta capacidad. Por eso estamos esperando con ansias que el Ministerio autorice y encontrar recursos a través de la expansión del programa a otras ciudades”, dice Vélez. Mantener este laboratorio con su personal cuesta 50.000 dólares al mes. Tras la verificación de la eficacia y seguridad, ahora comienza una nueva fase.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El Ministerio de Salud se encuentra realizando ahora un análisis sobre el costo beneficio de expandir la estrategia con Wolbachia al resto del país, incluyendola en el Programa Nacional de Control de Dengue. Para esa decisión tendrá que tomar en cuenta varias cosas: desde la inversión necesaria, la reducción de casos, el costo para el sistema de salud que implican esos casos, hasta cuánto tiempo tomaría recuperar la inversión inicial.

                                                                                                                                Puede ver: Degradación ambiental, un problema que está causando de 13 millones de muertes anuales

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Hay algunos conceptos y cifras que pueden ayudar a dimensionar ese estimativo. En 2011 se publicó un estudio en la Revista de la Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene que cuantificó la carga económica anual del dengue en las Américas. Los investigadores concluyeron que por caso ambulatorio (que es la mayoría de los casos de dengue) hay un costo de US$472 en promedio en la región. Por supuesto, hay variaciones: osciló entre US$72 (Cuba) y US$2.300 (Bermudas). En Colombia, según el artículo, un caso ambulatorio de dengue cuesta US$185 y uno de hospitalización US$772.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Si el costo de la enfermedad es ese, ¿cuál podría ser la inversión necesaria para evitarla? En 2015 la Organización Mundial de la Salud aprobó una vacuna contra el dengue de tres dosis que, posteriormente, se comprobaría peligrosa para la población menor de 9 años. En los primeros análisis que hizo el organismo estimó que inmunizar a una persona costaría entre US$200 y US$2.000, según el país, algo que señalaba desde entonces como un gran limitante. En las valoraciones de Vélez y su equipo, en cambio, proteger a un habitante a través del método Wolbachia durante varias generaciones cuesta US$6. “Creemos que la protección con Wolbachia es el mecanismo más barato disponible”, dice el antioqueño.

                                                                                                                                Puede ver: Más allá de hipopótamos: las más de 20 especies exóticas invasoras que hay en Colombia

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En todo caso, dice el científico antioqueño, esto ya es un asunto de logística: “Nuestro trabajo era estudiar y certificar seguridad y eficacia, lo demás es, aunque muy importante, algo de otra índole”.

                                                                                                                                El científico antioqueño Iván Darío Vélez en el laboratorio de wolbachia en Medellín. /Pecet
                                                                                                                                Foto: Pecet
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Liberación de mosquitos infectados con wolbachia en Medellín. /Pecet
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Puede ver: Vacunación contra covid-19 será integrado al Programa Ampliado de Inmunizaciones

                                                                                                                                Vélez habla desde el sur de Medellín, en una oficina que ha convertido en una “fábrica” de Aedes aegypti.

                                                                                                                                Así son los mosquitos Aedes aegypti. A la izquierda, el macho; a la derecha, la hembra, que es la que consume sangre humana y puede transmitir la enfermedad. /Diego Quiceno.
                                                                                                                                Foto: Diego Quiceno

                                                                                                                                Miles de mosquitos se incuban y nacen en esas cuatro paredes. Lejos del exterminio, el profesor Vélez ha estado liberando controladamente Aedes aegypti en el Valle de Aburrá desde 2015. Se trata de mosquitos infectados con Wolbachia, una bacteria que inhibe la capacidad de transmisión del dengue en los mosquitos hembra y que es hoy una de las mayores esperanzas de Colombia y del mundo para eliminar las epidemias de esa enfermedad. Siete años después de que los primeros mosquitos con Wolbachia volaran por los cielos de Medellín y Bello, Vélez presentó los resultados de su estrategia al Instituto Nacional de Salud y al Ministerio de Salud. Los indicadores demuestran la eficacia y seguridad de la estrategia y parecen abrir una nueva puerta para combatir el dengue.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Todo comenzó en 2013. América vivía un año epidémico de dengue que, por primera vez en su historia, superó los dos millones de casos y causó más de 1.280 muertes. Ese año, en un edificio de la U. de Antioquia, el colombiano se encontró con el investigador australiano Scott O’Neill, entonces decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad australiana de Monash y hoy miembro de la Academia Australiana de Ciencias y de la Academia Estadounidense de Microbiología.

                                                                                                                                “Nosotros teníamos ya una trayectoria de investigaciones sobre enfermedades tropicales. O’Neill me mostró la propuesta de World Mosquito Program que estaba enfocada en el control biológico del Aedes aegypti con la bacteria Wolbachia. Ya estaban en Australia e Indonesia así que me propuso trabajar juntos. Me fascinó el proyecto”, recuerda Vélez. En 2013 comenzaron a socializar la propuesta en el Valle de Aburrá. Para el país la enfermedad se había vuelto un problema de salud pública. Solo entre 1978 y 2008 se reportaron 803.157 casos, según el Ministerio de Salud. El panorama entre 2010 y 2020 empeoró en la región, de acuerdo con la OPS. Cerca de 500 millones de personas en las Américas están actualmente en riesgo de contraer dengue.

                                                                                                                                Una “tarea titánica”

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Puede ver: Encuentran, por primera vez, microplásticos en los pulmones de personas vivas

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Ese monitoreo, que terminó en diciembre de 2021, reveló que, actualmente, de todos los mosquitos Aedes aegypti de Bello, el 61% tiene Wolbachia. Sucede lo mismo con el 62 % de los que vuelan en Medellín. Ambas cifras coinciden con los números más bajos de dengue en la historia de ambas ciudades.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Mientras el país terminó 2021 en situación de “Alerta” epidemiológica, con brotes en por lo menos 52 municipios, más de 53.334 casos confirmados y una incidencia nacional de 172,3 casos por cada 100.000 habitantes, Bello reportó 25 positivos durante todo el año, una tasa de 4 por 100.000 habitantes, la más baja desde que se tiene registro. Lo mismo ocurrió en Medellín, que terminó al año con el reporte de 245 casos, una incidencia de 10 por 100.000 habitantes, también la más baja desde que hay medición.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Según los datos del equipo de Vélez, esto representa una eficacia en la reducción del dengue en Medellín del 59% a los 18 meses después de terminadas las liberaciones de mosquitos con Wolbachia, y del 72% en Bello, dos años después de finalizadas las liberaciones. “¿Tenemos evidencia de que funciona? Es claro: sí, es eficaz. ¿Es seguro? Sí. No hay posibilidad de que una persona se infecte con Wolbachia porque es una bacteria que solamente vive dentro de las células de los insectos”, concluye Vélez.

                                                                                                                                Foto: El Espectador
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La otra pregunta clave para esta estrategia es por cuánto tiempo se puede autosostener a partir de ahora, es decir, durante cuántos años los mosquitos con Wolbachia se seguirán reproduciendo en el entorno, manteniéndose en un porcentaje lo suficientemente alto. El estimativo del World Mosquito Program y del Imperial College London, responde el profesor antioqueño, es que el porcentaje y reproducción de mosquitos con Wolbachia observado se mantendrá por lo menos durante otros 80 años más.

                                                                                                                                Durante febrero funcionarios del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Salud (INS) visitaron Medellín con la intención de conocer los resultados del programa, al que el INS le ha hecho seguimiento. El concepto de esa última entidad, como confirmó El Espectador, es que el control de dengue a través de la bacteria Wolbachia es seguro y eficaz.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                “La iniciativa nos pareció, desde el primer momento, interesante y promisoria; por eso el INS ha revisado con detalle la información de investigaciones divulgadas y hemos podido constatar que, primero, la medida tiene posibilidad de mantenerse en el tiempo, es decir, la bacteria se transmite en los zancudos de generación en generación, es autosostenible. Segundo, los estudios que hemos revisado muestran que es segura; y tercero, la última información, entre ella los estudios de la Universidad de Antioquia y el World Mosquito Program, muestran una disminución general de la incidencia de casos de dengue”, señala Martha Lucía Ospina, directora del INS.

                                                                                                                                Puede ver: Colombia inaugura el nuevo Laboratorio Nacional de Genómica del INS

                                                                                                                                Los últimos datos recopilados por el profesor Vélez y su grupo, que aún no han sido publicados en una revista indexada, son coherentes con la evidencia de iniciativas similares con la bacteria Wolbachia en países como Australia y Vietnam.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                De hecho, el Grupo Asesor de Control de Vectores (VCAG, por sus siglas en inglés) de la OMS, una entidad de evaluación independiente a la organización, se reunió en diciembre de 2020 para revisar, entre otras intervenciones, el “método” Wolbachia, por solicitud del World Mosquito Program. La entidad técnica concluyó, tras la revisión de la evidencia de estudios realizados en Indonesia, Brasil y Vietnam, que existe un valor demostrado de dicha intervención en lo que se refiere a la lucha contra el dengue y consideró que hay datos suficientes para que la OMS inicie el proceso de desarrollo de directrices para formular una recomendación mundial.

                                                                                                                                “Sabemos que esa directriz ya está lista y próxima a salir. Los datos colombianos sustentan esa decisión”, señala Vélez. Pero ¿qué tan cerca estamos de liberar mosquitos con Wolbachia en toda Colombia?

                                                                                                                                Puede ver: Pacientes de cáncer y VIH ya no necesitan autorización de EPS para ser atendidos

                                                                                                                                El futuro de la fábrica de mosquitos

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La vida de un Aedes aegypti es corta, si se mira desde la perspectiva humana. Un huevo demora entre 7 y 10 días en convertirse en un mosquito adulto, que vivirá entre tres y cuatro semanas. El macho, más pequeño que la hembra, se alimentará de savia vegetal mientras la hembra lo hará casi exclusivamente de sangre humana; por eso solo ella transmite el dengue. Durante su vida ella podrá poner hasta 1.500 huevos, diminutas “cápsulas” de color negro y de aproximadamente 0,4 mm de largo, invisibles a la vista humana. Para convertirse en larva, después en pupa y finalmente en mosquito, el huevo necesita estar sumergido en agua. Así sobreviven, en grandes recipientes con agua, miles y miles de esas “cápsulas” en el laboratorio de Wolbachia en Medellín, en pleno centro de la ciudad.

                                                                                                                                Laboratorio de wolbachia en Medellín. /Pecet
                                                                                                                                Foto: Pecet
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Se trata de un edificio de tres pisos ubicado en una zona industrial donde muy cerca se procesan productos basados en el café. Desde la oficina de Iván Darío Vélez se puede oler el grano, bajo la mirada de un Aedes aegypti gigante pintado en una pared. En uno de los estantes un origami de un mosquito se cae, derribado por el viento. Él detiene la conversación, se para y lo recoge: “esto me lo regaló una discípula brillante que también trabaja con mosquitos”, recuerda. Llegar hasta aquí ha sido un camino largo y muy difícil.

                                                                                                                                Muchas cosas han pasado. Un par de escenas contrarias incluso a la lógica, como esa en la que Vélez liberaba mosquitos y a pocos metros de él alguien los fumigaba. “Nos los mataron”, recuerda ahora con una sonrisa. “Esto detendría la fumigación y eso no les gusta a algunos. La fumigación no sirve. Si funcionara no habría epidemias cada tres años”, dice.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Puede ver: ¿Cuál es la relación entre los ríos y la diversidad de aves en la Amazonía?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En los días más agitados trabajaban junto a él unas 150 personas, entre científicos, personal de salud y trabajadores sociales. Hoy hay menos científicos con bata en el laboratorio. Se reparten funciones: uno separa a machos de hembras, otro monitorea los criaderos donde ellas ponen huevos, uno más pesa las pupas y las encapsula en pequeños recipientes que irán a Cali, donde se lleva a cabo un piloto, y otro más analiza y decodifica los resultados de los PCR que se hacen a los mosquitos capturados.

                                                                                                                                “No hay nadie en Colombia que sepa hacer esto. Si por falta de plata esto se cierra, el país pierde esta capacidad. Por eso estamos esperando con ansias que el Ministerio autorice y encontrar recursos a través de la expansión del programa a otras ciudades”, dice Vélez. Mantener este laboratorio con su personal cuesta 50.000 dólares al mes. Tras la verificación de la eficacia y seguridad, ahora comienza una nueva fase.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El Ministerio de Salud se encuentra realizando ahora un análisis sobre el costo beneficio de expandir la estrategia con Wolbachia al resto del país, incluyendola en el Programa Nacional de Control de Dengue. Para esa decisión tendrá que tomar en cuenta varias cosas: desde la inversión necesaria, la reducción de casos, el costo para el sistema de salud que implican esos casos, hasta cuánto tiempo tomaría recuperar la inversión inicial.

                                                                                                                                Puede ver: Degradación ambiental, un problema que está causando de 13 millones de muertes anuales

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Hay algunos conceptos y cifras que pueden ayudar a dimensionar ese estimativo. En 2011 se publicó un estudio en la Revista de la Sociedad Estadounidense de Medicina Tropical e Higiene que cuantificó la carga económica anual del dengue en las Américas. Los investigadores concluyeron que por caso ambulatorio (que es la mayoría de los casos de dengue) hay un costo de US$472 en promedio en la región. Por supuesto, hay variaciones: osciló entre US$72 (Cuba) y US$2.300 (Bermudas). En Colombia, según el artículo, un caso ambulatorio de dengue cuesta US$185 y uno de hospitalización US$772.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Si el costo de la enfermedad es ese, ¿cuál podría ser la inversión necesaria para evitarla? En 2015 la Organización Mundial de la Salud aprobó una vacuna contra el dengue de tres dosis que, posteriormente, se comprobaría peligrosa para la población menor de 9 años. En los primeros análisis que hizo el organismo estimó que inmunizar a una persona costaría entre US$200 y US$2.000, según el país, algo que señalaba desde entonces como un gran limitante. En las valoraciones de Vélez y su equipo, en cambio, proteger a un habitante a través del método Wolbachia durante varias generaciones cuesta US$6. “Creemos que la protección con Wolbachia es el mecanismo más barato disponible”, dice el antioqueño.

                                                                                                                                Puede ver: Más allá de hipopótamos: las más de 20 especies exóticas invasoras que hay en Colombia

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En todo caso, dice el científico antioqueño, esto ya es un asunto de logística: “Nuestro trabajo era estudiar y certificar seguridad y eficacia, lo demás es, aunque muy importante, algo de otra índole”.

                                                                                                                                El científico antioqueño Iván Darío Vélez en el laboratorio de wolbachia en Medellín. /Pecet
                                                                                                                                Foto: Pecet
                                                                                                                                No ad for you

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