Comienza una nueva legislatura: ¿qué le espera a la reforma a la salud?
Este 20 de julio el Gobierno revela las apuestas que tendrá para esta nueva legislatura. Se prevé que la reforma a la salud esté de nuevo en el centro de la agenda. Pese a la llegada del nuevo ministro de salud, el proyecto no tiene, aún, los votos asegurados. Al frente, los liberales impulsarán su propia reforma.
Este 20 de julio inicia una legislatura en la que, se prevé, la reforma a la salud va a tener un protagonismo central. El primer reto del Gobierno será que su proyecto supere el segundo debate en la plenaria de la Cámara de Representantes, en donde quedó estancado en el período anterior. La reforma no solo sigue sin contar, hasta ahora, con los votos necesarios para pasar, sino que en esta ocasión tendrá que ser discutida mientras otra propuesta, la del Partido Liberal, hace carrera con aparentemente menos resistencia.
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Este 20 de julio inicia una legislatura en la que, se prevé, la reforma a la salud va a tener un protagonismo central. El primer reto del Gobierno será que su proyecto supere el segundo debate en la plenaria de la Cámara de Representantes, en donde quedó estancado en el período anterior. La reforma no solo sigue sin contar, hasta ahora, con los votos necesarios para pasar, sino que en esta ocasión tendrá que ser discutida mientras otra propuesta, la del Partido Liberal, hace carrera con aparentemente menos resistencia.
Durante la legislatura anterior también se dio la discusión simultánea de varios proyectos de reforma a la salud (el Centro Democrático, Cambio Radical y algunas organizaciones de pacientes presentaron sus propuestas), pero ninguna logró reunir el suficiente apoyo. En este caso, la reforma del Partido Liberal comienza, en principio, con la fuerza de una bancada que es la más grande de la Cámara (32 escaños en total). Si los liberales logran unirse con el Partido Conservador (25 curules) y el partido de La U (15), ambos muy críticos con el proyecto del Gobierno, obtendrían una mayoría suficiente para superar los debates.
El presidente Gustavo Petro, sin embargo, no ha mostrado señales de que vaya a renunciar a intentar reformar el sistema de salud. Durante los siguientes meses, entonces, es muy probable que los colombianos sigan escuchando de EPS, presupuestos y atención primaria en salud. ¿Qué posibilidades tiene el Gobierno de aprobar su reforma? ¿Qué propone el Partido Liberal y que cambiaría respecto a lo que hay hoy?
Reforma a la salud de Petro: ¿qué ha cambiado?
La propuesta del Gobierno fue aprobada en primer debate en la Comisión Séptima, pero se estancó en su paso a la plenaria por falta de quorum. Durante aquellas semanas el presidente decidió un cambio de gabinete en el que salió la entonces ministra de Salud, Carolina Corcho. La llegada de Guillermo Alfonso Jaramillo a esa cartera, un médico tolimense que ya había acompañado a Petro cuando fue alcalde de Bogotá como secretario de Salud entre 2012 y 2013, despertó un optimismo entre los actores del sector.
Jaramillo, le decían a El Espectador varias personas que trabajaron con él y lo conocen, es un hombre que escucha y conoce la política: fue alcalde de Ibagué, concejal de Armero, diputado de la Asamblea de ese departamento, representante por el Partido Liberal a la Cámara y gobernador. Aunque durante estos meses como ministro. Jaramillo se ha reunido con los dirigentes gremiales de las EPS en varias oportunidades y con la junta directiva y presidencia de Nueva EPS (una entidad que cobraría importancia en el nuevo modelo del Gobierno), no se han producido, al menos hasta ahora, cambios en el proyecto original.
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De hecho, y en su visita durante una semana a La Guajira, el presidente Petro anunció que en ese departamento se desarrollaría una pequeña reforma a la salud a través de decretos de emergencia en la que insistió en puntos como la eliminación de la intermediación financiera de las EPS (aumentar el giro directo de la Adres a las IPS), la creación de Equipos Médicos Interdisciplinarios Territoriales (EMIT) que irían a llevar servicios de salud a los lugares más alejados y vulnerables, y la llegada de más médicos y enfermeras.
Todas son propuestas que conforman el grueso de su proyecto en el Congreso. La estrategia del Gobierno en esta legislatura apunta, ante la resistencia de los directorios de los partidos a acordar un apoyo de bancada, a dialogar con cada congresista de la Cámara y el Senado para lograr los votos necesarios. Así lo dejaba entrever el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, en entrevista con El Espectador hace apenas unos días. No está claro, sin embargo, que ese camino vaya a funcionar a mediano y largo plazo.
Entre tanto, la nueva legislatura también comienza con cambios en el gremio de las EPS. A inicios de julio, y tras casi un año al frente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), que reúne a 11 de las más importantes EPS del país y a otras empresas de medicina prepagada, Paula Acosta decidió dejar su cargo como Presidenta Ejecutiva. En su reemplazo llega Ana María Vesga venía desempeñándose como Vicepresidenta de Salud de la Andi, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia.
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Reforma liberal: ¿qué es lo que propone?
Cesar Gaviria, el presidente del Liberal y quien ha sido uno de los críticos más duros con el proyecto del Gobierno, anunció hace unos días que su partido presentará este 20 de julio el proyecto de reforma a la salud que, cree, necesita el país. Se trata de un documento de 39 artículos que comienza con el diagnostico de un sistema de salud al que los liberales le reconocen grandes éxitos en temas como la reducción de mortalidad materna y desnutrición aguda, además de logros en cobertura universal y en el gasto de bolsillo que tienen los ciudadanos. Aun así, el proyecto apunta a que se deben mejorar algunos elementos.
Para esa mejoría, plantea unos cambios que reconocen la importancia de la atención primaria, tal como lo plantea el Gobierno, pero sin la eliminación de las EPS. Estos son los puntos más importantes:
Aseguramiento en salud
Los liberales proponen que el Estado pueda operar directamente el aseguramiento de los colombianos en casos excepcionales de zonas rurales y con población dispersa donde los agentes existentes del sistema de salud (como las EPS) no puedan garantizar el acceso.
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El sistema tendría un componente diferencial para esas zonas que se construiría con la participación de las comunidades y en donde se definirían planes, estrategias y acciones en salud, además de “las intervenciones positivas necesarias para el abordaje de los Determinantes Sociales en Salud y el cierre de brechas de desigualdad de las poblaciones objeto” y la participación de entidades del orden nacional y territorial.
En este aseguramiento, el Ministerio definiría “Regiones de Gestión en Salud”, que podrán abarcar varias Entidades político-administrativas (como municipios o departamentos). En estas regiones, operarían las EPS.
EPS en la visión liberal
Tal como sucede hoy, en el proyecto liberal las Empresas Promotoras de Salud (EPS) podrán ser públicas, privadas o mixtas, y continuarán siendo las principales responsables de la gestión técnica de los riesgos de salud de las personas y las comunidades, la representación del usuario y coresponsables de la gestión del riesgo financiero en salud de las personas.
Las EPS seguirían organizando las redes de prestación (que el Gobierno quiere que quede a manos del Estado), también seguirían adquiriendo la inteligente de servicios y tecnologías en salud y, muy importante, continuarían auditando los procesos de atención y ejerciendo la primera autorización para el giro de los recursos a los prestadores. Solo en aquellas zonas rurales donde las EPS no puedan funcionar, o en el caso de que exista “inminencia o franca vulneración” del derecho a la salud, entraría el Estado a operar.
Los colombianos podrían seguir eligiendo la EPS de su preferencia, dentro de la oferta disponible en su respectiva Región de Gestión en Salud. Las EPS deberán adscribir a cada persona a su cargo a un Centro de Atención Primaria en Salud (CAPS) cercano a su lugar de residencia o de trabajo, asignándosele un médico con enfoque familiar y comunitario. Los liberales buscan que se garantice una historia médica electrónica y que se prohiba la disponibilidad por parte de esta figura dependa la garantía de su existencia en una Región integración vertical de las EPS e IPS, “exceptuando para aquellos servicios de cuya de Gestión en Salud y, por tanto, el derecho fundamental a la salud de las personas”.
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Además, y en un plazo de un año a partir de la aprobación de la ley, el Estado deberá eliminar los regímenes subsidiado y contributivo y unificarlos en un solo régimen.
Las redes de hospitales, clínicas, y otros prestadores
A diferencia del Gobierno, que quiere que las redes de servicio sean organizadas y autorizadas por las secretarias de salud y el Ministerio de Salud, el proyecto liberal plantea que sigan siendo organizadas por las EPS, pero con algunos cambios. En primer lugar, se plantea que las Direcciones Distritales y Departamentales formulen Plan Maestro de Red de Atención en Salud Territorial para su jurisdicción en el que se tomen en consideración todos los elementos particulares de esa zona a un plazo de cuatro 4 años, evaluando as necesidades de la población presentes y futuras y determinar la suficiencia y características de la red de prestadores de salud de cualquier naturaleza jurídica para atenderla.
A partir de ese plan, cada EPS deberá presentar una propuesta de Red de Servicios de Salud, que deberá ser aprobada por la dirección de salud distrital y departamental. Si se aprueba, esa propuesta de red de la EPS se enviará al Ministerio de Salud, quien finalmente hará la habilitación o pedirá nuevos ajustes, según lo considere necesario.
Talento humano en salud
El proyecto liberal plantea que dentro de los seis meses a partir de la entrada en vigencia de la Ley, se deberá iniciar la implementación completa de la Política Nacional de Talento Humano en salud que deberá tener, como mínimo, directrices para modelos de educación, formal y continuada y mecanismos de política pública para ajustar la oferta de este talento humano a las demandas de los servicios de salud, entre otras. Para esto se plantea hacer un diagnóstico y generar incentivos, aunque no se especifican en detalle cuáles serían. Se buscaría formalizar con garantías laborales dignas y justas al talento humano en salud, para lo cual el Estado deberá disponer recursos.