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Los primeros días de abril Compensar hizo un anuncio que removió el sistema de salud. En medio de una intensa discusión sobre plata y sobre la posibilidad de reformar el modelo que ha tenido el país en los últimos 30 años, dijo que daría un paso al costado. Por la compleja situación financiera, le pidió a la Superintendencia de Salud su retiro y liquidación voluntaria.
Desde, entonces, sus 2,1 millones de afiliados (la mayoría en el régimen contributivo) están a la espera de lo que vaya a suceder con esta EPS. Si todo sale como está previsto, los primeros días de agosto la Superintendencia de Salud se pronunciará sobre el rumbo de Compensar.
“Esperamos, más o menos, que el 5 de agosto, haya un pronunciamiento”, dice Andrés Barragán, director de la unidad de Salud de la EPS.
Mientras esa entidad toma una decisión definitiva, han salido a la luz algunas pistas sobre el plan que está haciendo Compensar para pagar sus deudas con los hospitales, clínicas y demás prestadores a los que les paga por sus servicios. Según había dicho en abril, Carlos Mauricio Vásquez, presidente del grupo Compensar, cada mes están perdiendo unos $30.000 millones.
Una de esas pistas fue una carta que la EPS envío a sus prestadores el 17 de junio. En ella detallaba en solo una página cuál sería el monto que destinaría cada año para pagar sus deudas. En total, señalaba, sumaban más de $1,2 billones.
De acuerdo a lo que explicaba, esperaba cancelar ese monto en los próximos 11 años (hasta 2035). Empezaría destinando $228.179 millones en el 2025. El año siguiente, un poco más de $264 millones. En 2027, alrededor de $278 mil millones. Las cifras se pueden ver con precisión en la carta, en la que Compensar aclaraba que, basado en ese cronograma, continuaría con el proceso de conciliación con cada prestador.
A varios hospitales no les cayó muy bien esa idea, pues consideran que es un lapso muy extenso para que la EPS pague lo que le debe. Además, les molestó que Compensar planteara ese plan de pagos sin reconocer intereses.
“Es absurdo que haya un desmonte de la EPS en esas condiciones. En ningún momento hablan de intereses. Siempre los hospitales terminamos apalancando el mal o buen funcionamiento de las EPS”, dice Olga Lucía Zuluaga, directora de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos (ACESI).
Para Zuluaga, que advierte que la mayor parte de la red de Compensar está compuesta por prestadores privados, es “una propuesta poco coherente y muy atrevida”.
Barragán, director de Salud de Compensar EPS, pide un poco de calma cuando habla sobre esa carta Lo primero que advierte es que quienes están simplificando el pago de una deuda basándose solo en una página están cometiendo un error. “Los pagos y las deudas del sistema de salud son muchísimo más complejos”, señala.
A lo que se refiere es que, si bien la carta indicaba un cronograma para saldar las deudas, detrás de eso, dice, hay negociaciones mucho más complejas que deben realizarse con cada clínica y cada hospital, y documentos mucho más robustos que están manos de la Supersalud.
“Nosotros tenemos más de 3.500 prestadores y tengo que hacer una conciliación con cada uno para depurar las deudas y estar paz y salvo. Es un proceso muchísimo más complejo de lo que algunos lo están planteando”, reitera Barragán. “Primero, debemos tener absoluta claridad de lo que debemos. Tenemos que hacer un cierre con cada IPS de manera ordenada. A todas queremos pagarles y estamos buscando los recursos que la ley nos permite. Eso no afectará, de ninguna manera, a la caja de compensación”.
Según explica Barragán, el cronograma que anunciaban en la carta es una estimación de lo que cree es, por ahora, su deuda, y el año 2035 es el plazo máximo que se plantearon para pagarlas. “Sin embargo, si avanzamos de manera ordenada, seguro podemos hacerlo más rápido. Lo importante es que queremos decirles que vamos a pagar, algo que no ha pasado con las EPS que liquidan y dejan sus deudas sin saldar”, dice.
Frente a la inquietud de la ausencia de intereses que tiene inquieto a más de un hospital, Barragán reconoce que no se han planteado esa posibilidad, pues, a su parecer, en el sistema de salud no suelen reconocerse pago de intereses. También niega, como se ha rumorado, que algunos hospitales estén recibiendo un trato preferencial en esa negociación.
Zuluaga, de Acesi, insiste, por su parte, en que “es absurdo un desmonte de la EPS en esas condiciones”. La Superintendencia de Salud, por el momento, señala que continúa estudiando los documentos que le envió la EPS.
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