Coronavirus: confirman tres casos de la variante ómicron en Colombia
El Instituto Nacional de Salud informó que hay tres casos de la variante ómicron en Colombia, pero es un anuncio que hay tomar con calma, sin entrar en pánico. Los estudios adelantados hasta el momento han determinado que no existe una vacuna que haya dejado de ser efectiva frente a la variante. La comunidad científica insiste en la importancia de la vacunación.
Este 20 de diciembre el Instituto Nacional de Salud (INS) confirmó la presencia de tres casos de la variante ómicron del coronavirus en Colombia. Según indicó la entidad, sus contactos están siendo analizados de manera exhaustiva. “En la medida que haya información la estaremos ampliando”, dijo el Ministro de Salud Fernando Ruiz. (Le recomendamos: Ómicron: experto de la Universidad de Cornell responde todas sus preguntas)
“Esta situación concuerda con lo que veníamos anunciando desde hace varias semanas respecto a la inminente llegada de la variante a Colombia, la cual ya se encuentra circulando en más de 80 países y hasta el momento no se ha identificado ninguna circulación comunitaria en nuestro país”, detalló Ruiz Gómez.
Ruiz indicó que todos los casos identificados corresponden a viajeros, “dos de ellos provenientes de Estados Unidos y uno de España”. Dos se identificaron en Cartagena y uno en Santa Marta. Dos de las personas son colombianas; la otra es un ciudadano estadounidense.
¿Qué es la variante ómicron?
El 24 de noviembre de este año los científicos de Sudáfrica reportaron que habían identificado una nueva variante del covid-19 con mutaciones que hacían necesario vigilarla de cerca. Dos días después, tras una reunión de emergencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió catalogarla como una variante “preocupante”, y le asignó el nombre de ómicron.
Como ha sucedido con las otras cuatro variantes que están en esta categoría, lo primero que han advertido autoridades y expertos es que se necesitan varios datos, información y tiempo para saber el verdadero alcance que tendrá la variante en la pandemia del coronavirus. Lo importante, insisten, es que ya se cuenta con las mejores herramientas para combatir esas variantes: la vacunación y las medidas individuales de protección, como el uso del tapabocas. (Le recomendamos: Primer estudio sobre eficacia de vacunas contra ómicron revela datos alentadores)
El pasado 2 de diciembre el Instituto Nacional de Salud (INS) ya había advertido que era casi una certeza que la nueva variante llegara a Colombia. “No estamos indefensos frente al nuevo linaje, pero debemos mantener medidas de protección, avanzar en vacunación y hacer seguimiento”, aseguraba la directora del INS, Martha Ospina.
Con otras variantes anteriores de preocupación, como Delta, también se había presumido que podrían generar un escape a la inmunidad que otorgan las vacunas. Sin embargo, tras las pruebas de laboratorios y los estudios de efectividad poblacional se ha determinado que no existe una vacuna que haya dejado de ser efectiva, así como tampoco existe una variante que haya evadido totalmente la efectividad de las vacunas. De ahí la importancia de insistir en la vacunación.
En ese sentido, la identificación de ómicron refuerza la necesidad de continuar con las medidas que ya conocemos: vacunación para reducir la mortalidad y la enfermedad grave, el uso del tapabocas, el distanciamiento físico y la ventilación en los espacios cerrados.
Razones para mantener la calma
Desde la identificación de Ómicron, varios equipos de investigación han trabajado contra reloj para poder encontrar las primeras pistas de su evolución y su posible impacto en la pandemia. Como contamos en este artículo, la primera semana de diciembre se liberaron publicaciones preliminares de dos distintos laboratorios que coinciden en algo clave: ómicron podría afectar la capacidad neutralizante de los anticuerpos, que en otras palabras, podría significar que la nueva variante podría opacar el poder de las vacunas y la inmunidad obtenida tras contagiarse, pero no la destruye. Lo que es una buena noticia.
De igual forma, el pasado 17 de diciembre, el profesor Ravi Gupta, del Departamento de Microbiología Clínica de la Universidad de Cambridge, presentó algunos de los primeros hallazgos de su grupo de investigación relacionados con la nueva variante.
Según indicó, la proteína Spike (aquella que permite el ingreso del virus a las células humanas) es menos eficiente que la de otras variantes como Delta en la entrada celular. Como explicó en su cuenta de Twitter “la proteína Spike de ómicron induce una fusión célula-célula relativamente pobre en comparación con WT y Delta”, que podría significar una menor gravedad en la enfermedad pulmonar, aunque aún se necesitan más estudios.
Los otros hallazgos van en línea con los estudios mencionados previamente. Aunque ómicron parece haberse vuelto más evasivo ante el efecto inmunológico de las vacunas, la tercera dosis rescata esa inmunidad en un tiempo temprano.
Este 20 de diciembre el Instituto Nacional de Salud (INS) confirmó la presencia de tres casos de la variante ómicron del coronavirus en Colombia. Según indicó la entidad, sus contactos están siendo analizados de manera exhaustiva. “En la medida que haya información la estaremos ampliando”, dijo el Ministro de Salud Fernando Ruiz. (Le recomendamos: Ómicron: experto de la Universidad de Cornell responde todas sus preguntas)
“Esta situación concuerda con lo que veníamos anunciando desde hace varias semanas respecto a la inminente llegada de la variante a Colombia, la cual ya se encuentra circulando en más de 80 países y hasta el momento no se ha identificado ninguna circulación comunitaria en nuestro país”, detalló Ruiz Gómez.
Ruiz indicó que todos los casos identificados corresponden a viajeros, “dos de ellos provenientes de Estados Unidos y uno de España”. Dos se identificaron en Cartagena y uno en Santa Marta. Dos de las personas son colombianas; la otra es un ciudadano estadounidense.
¿Qué es la variante ómicron?
El 24 de noviembre de este año los científicos de Sudáfrica reportaron que habían identificado una nueva variante del covid-19 con mutaciones que hacían necesario vigilarla de cerca. Dos días después, tras una reunión de emergencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió catalogarla como una variante “preocupante”, y le asignó el nombre de ómicron.
Como ha sucedido con las otras cuatro variantes que están en esta categoría, lo primero que han advertido autoridades y expertos es que se necesitan varios datos, información y tiempo para saber el verdadero alcance que tendrá la variante en la pandemia del coronavirus. Lo importante, insisten, es que ya se cuenta con las mejores herramientas para combatir esas variantes: la vacunación y las medidas individuales de protección, como el uso del tapabocas. (Le recomendamos: Primer estudio sobre eficacia de vacunas contra ómicron revela datos alentadores)
El pasado 2 de diciembre el Instituto Nacional de Salud (INS) ya había advertido que era casi una certeza que la nueva variante llegara a Colombia. “No estamos indefensos frente al nuevo linaje, pero debemos mantener medidas de protección, avanzar en vacunación y hacer seguimiento”, aseguraba la directora del INS, Martha Ospina.
Con otras variantes anteriores de preocupación, como Delta, también se había presumido que podrían generar un escape a la inmunidad que otorgan las vacunas. Sin embargo, tras las pruebas de laboratorios y los estudios de efectividad poblacional se ha determinado que no existe una vacuna que haya dejado de ser efectiva, así como tampoco existe una variante que haya evadido totalmente la efectividad de las vacunas. De ahí la importancia de insistir en la vacunación.
En ese sentido, la identificación de ómicron refuerza la necesidad de continuar con las medidas que ya conocemos: vacunación para reducir la mortalidad y la enfermedad grave, el uso del tapabocas, el distanciamiento físico y la ventilación en los espacios cerrados.
Razones para mantener la calma
Desde la identificación de Ómicron, varios equipos de investigación han trabajado contra reloj para poder encontrar las primeras pistas de su evolución y su posible impacto en la pandemia. Como contamos en este artículo, la primera semana de diciembre se liberaron publicaciones preliminares de dos distintos laboratorios que coinciden en algo clave: ómicron podría afectar la capacidad neutralizante de los anticuerpos, que en otras palabras, podría significar que la nueva variante podría opacar el poder de las vacunas y la inmunidad obtenida tras contagiarse, pero no la destruye. Lo que es una buena noticia.
De igual forma, el pasado 17 de diciembre, el profesor Ravi Gupta, del Departamento de Microbiología Clínica de la Universidad de Cambridge, presentó algunos de los primeros hallazgos de su grupo de investigación relacionados con la nueva variante.
Según indicó, la proteína Spike (aquella que permite el ingreso del virus a las células humanas) es menos eficiente que la de otras variantes como Delta en la entrada celular. Como explicó en su cuenta de Twitter “la proteína Spike de ómicron induce una fusión célula-célula relativamente pobre en comparación con WT y Delta”, que podría significar una menor gravedad en la enfermedad pulmonar, aunque aún se necesitan más estudios.
Los otros hallazgos van en línea con los estudios mencionados previamente. Aunque ómicron parece haberse vuelto más evasivo ante el efecto inmunológico de las vacunas, la tercera dosis rescata esa inmunidad en un tiempo temprano.