Carl Koller (izq.) y Sigmund Freud fueron médicos en el Hospital General de Viena y allí probaron un estimulante de los nativos indígenas de Sudamérica: la cocaína. A la derecha la portada del libro “Sanar el mundo”
Foto: Archivo y Cortesía
Debió de suceder durante un paseo juntos, en la pausa del mediodía, por las extensas instalaciones del Hospital General de Viena. Los dos jóvenes amigos médicos se encontraban en los inicios de su carrera y compartían la sensación de hallarse en un segundo plano en la capital de un imperio multiétnico, pese a tantos avances sociales. Tanto Sigmund Freud como Carl Koller eran judíos, y el antisemitismo en Viena, además de tener una larga tradición, vivía un nuevo apogeo, sobre todo gracias a las andanzas del político Karl Lueger, que al cabo...