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Cuba autorizó el uso de emergencia de su vacuna contra el coronavirus Abdala, la primera de América Latina. La autoridad nacional reguladora de medicamentos (Cecmed) decidió “otorgar el Autorizo de Uso de Emergencias (AUE) a la vacuna cubana Abdala (...) una vez confirmado que se cumple con los requisitos y parámetros exigidos en cuanto a calidad, seguridad y eficacia”, anunció en su cuenta de Twitter. (Lea: Primeras pistas sobre la inmunidad generada por las vacunas contra el coronavirus)
Esta vacuna es la más avanzada entre las cinco biológicos desarrollados en Cuba y tiene una efectividad del 92,28% contra el riesgo de contraer COVID con síntomas, según el grupo farmacéutico estatal BioCubaFarma.
Un segundo candidato de vacuna cubana es Soberana 2, que también se encuentra en la recta final, habiendo alcanzado una eficiencia del 91,2%, según cifras difundidas por Vicente Vérez, director del laboratorio que la desarrolló, el Instituto Finlay de Vacunas. Según este instituto, la vacuna tiene una “eficacia del 91,2% frente a casos sintomáticos”, “75,5% frente a infección” y “100% frente a casos graves y mortales”.
“Esta es realmente una cifra muy alta”, dijo Vérez, quien destacó que el “objetivo fundamental” de la vacuna es lograr que para el paciente “este coronavirus se convierta en un resfriado común”. “En el caso de Soberana 2 y Soberana plus, se va a presentar en los próximos días un expediente a la autoridad regulatoria para solicitar su uso de emergencia”, informó Eduardo Martínez, presidente del estatal BioCubaFarma. (Puede leer: Estudio confirma que la vacuna de Sinovac es efectiva)
El país también espera vender sus fórmulas en el exterior: el gobierno venezolano ha comprado 12 millones de dosis de Abdala, y ya comenzó a usarla en su campaña de vacunación.
Irán, por su parte, acaba de aprobar el uso de emergencia de Soberana 2 -tras haberla probado en su territorio- y la ministra de Salud argentina visitó la isla en mayo con este fin; mientras que Vietnam y México también están interesados. Para estos acuerdos bilaterales no es necesaria la luz verde de la OMS.
El interés en las vacunas cubanas, basadas en una proteína recombinante -la misma técnica que utiliza la empresa estadounidense Novavax-, es que “pueden ser almacenadas de 2 a 8 grados y eso da una ventaja para las condiciones de América Latina, que desafortunadamente no tiene las condiciones de alta refrigeración” necesarias para otros inmunizantes, según Amilcar Pérez-Riverol, investigador postdoctoral cubano de la Fundación Fapesp, de la Universidad Estatal de Sao Paulo (Brasil). (Lea también: Nuevas pistas sobre la efectividad de la vacuna de Sputnik contra el coronavirus)