¿De qué nos estamos muriendo los seres humanos?

Quienes estudian la historia de la medicina suelen mencionar algunos hitos que han cambiado el curso de la salud global. Uno de ellos, por poner un ejemplo, fue el descubrimiento de los antibióticos. Con la penicilina, Alexander Fleming empezó a transformar por completo el número de fallecimientos por enfermedades infecciosas, una de las principales causas de mortalidad por muchas décadas.

Quienes estudian la historia de la medicina suelen mencionar algunos hitos que han cambiado el curso de la salud global. Uno de ellos, por poner un ejemplo, fue el descubrimiento de los antibióticos. Con la penicilina, Alexander Fleming empezó a transformar por completo el número de fallecimientos por enfermedades infecciosas, una de las principales causas de mortalidad por muchas décadas.

Vacunas, tratamientos oncológicos o medidas de salud pública como el acceso a agua potable también han sido cruciales para cambiar el curso de las muertes en nuestro planeta. Pero a medida que nuestros hábitos han cambiado y a medida que vivimos más años, las razones de mortalidad han cambiado. ¿De qué nos estamos muriendo ahora los seres humanos?

Una buena manera de entenderlo es darle una mirada al gráfico que se encuentra más abajo en este artículo. Elaborado por Max Roser, fundador y director de Our World in Data, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), muestra que el panorama de mortalidad hoy es muy diferente al de siglos anteriores. Para hacerlo, recopiló datos de 2019 del Global Burden of Disease and Global Terrorism Database (ojo, no incluye datos del covid-19). Ese año hubo 55 millones de muertes en todo el mundo.

Como explica Roser en la publicación, lo primero que hay que entender es que hay tres grandes categorías en las que los epidemiólogos suelen agrupar las causas de muerte: la primera, las enfermedades no transmisibles, que se pueden ver en azul en la gráfica; la segunda, las enfermedades transmisibles o infecciosas (en rojo); y la tercera, las lesiones (en verde).

Dicho esto, hoy el principal motivo de muerte son las enfermedades cardiovasculares. Entre ellas se encuentran los ataques cardíacos, que tienen varios factores de riesgo. Entre ellos, el tabaquismo, la diabetes, la obesidad y el consumo excesivo de alcohol. Ese grupo de enfermedades ocasiona cerca del 33% de fallecimientos, es decir, 18.5 millones de muertes en un año. En otras palabras, cada día mueren, en promedio, 50 mil 850 personas debido a estas razones.

En el segundo lugar también está otra enfermedad no transmisible: el cáncer, que ocasiona, anualmente, 10 millones de muertes. Le siguen enfermedades respiratorias crónicas, las enfermedades digestivas y las enfermedades neurológicas. Todo ese grupo causa el 74% de las muertes a nivel global.

En la categoría de enfermedades infecciosas (en rojo), que ocasionan el 14% de los fallecimientos, la que causa más muertes es la neumonía (2,5 millones por año), seguido por enfermedades diarreicas, tuberculosis y VIH/SIDA. El 1,1% de los fallecimientos se deben a la malaria, una enfermedad para la que hay tratamientos.

Por otra parte, en color verde está la tercera categoría: las muertes causadas por accidentes. El primero lugar lo ocupa los accidentes de tránsito. Es el culpable del  2,3% de las muertes. Cerca de 3.500 personas fallecen cada día por esta razón.

Neumonía, una razón inquietante de mortalidad en niños

Entre todas las causas por las que fallecen los niños, hay una que genera especial preocupación entre quienes estudian salud pública: las enfermedades respiratorias. Fueron las culpables de 680 mil muertes en 2019. Entre ese grupo hay, especialmente, una patología muy inquietante: la neumonía, la principal causa de mortalidad infantil. En 2017, murieron 5,4 millones de menores de cinco años.

Hay muchas razones por las que la neumonía preocupa a los salubristas. La principal es que es una enfermedad prevenible. Hay muchos caminos para evitar que los niños mueran de neumonía, entre ellas, la vacunación (como la vacuna contra el neumococo, gratuita en Colombia) o la disminución de aire contaminado. Otra medida, apunta Bernadeta Dadonaite, investigadora de Our World in Data, es la promoción de la lactancia materna.

Sin embargo, pese a ser prevenible, hay países donde la situación es grave. En el continente africano, hay varias naciones con tasas altas, así como en Medio Oriente. Malí, Zimbabwe, Somalia o Afganistán hacen parte de este grupo. Este mapa lo ilustra mejor:

👩‍⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺