Detectan nuevo brote de ébola en Congo
El ministro de Salud, Eteni Longondo, explicó que se ha registrado una nueva epidemia de fiebre hemorrágica que ha causado, hasta el momento, la muerte de cuatro personas. El 4 de marzo de este año dieron de alta a la última paciente con este virus y habían declarado el fin de la epidemia en el país.
El ministerio de Salud de la República Democrática del Congo confirmó este lunes que se había detectado un nuevo brote de la epidemia de fiebre hemorrágica ébola. Eteni Longondo, director de la entidad, confirmó que hasta la fecha se han registrado cuatro muertes a causa de este nuevo brote. (Lea: Ébola: ¿Qué pasó con la epidemia un año después del peor brote del virus?)
"El Instituto Nacional de Investigación Biomédica (INRB) acaba de confirmarme que las pruebas venidas de Mbandaka, principal ciudad de la provincia del Ecuador, son positivas de la enfermedad del virus ébola", agregó el ministro. En esta provincia, entre mayo y julio de 2018, se habían registrado 54 casos, de los cuales 33 mortales.
Longondo explicó que el ébola iba a ser declarada como oficialmente controlada el 25 de junio, luego de que el pasado 4 de marzo se diera de alta en Beni, una ciudad del noreste del país, a Masiko, la última paciente con este virus y se declarara el fin de la epidemia en el Congo. (Puede leer: Dan de alta a la última paciente con ébola y declaran el fin de la epidemia en el Congo)
Tras más de un año de lucha contra la segunda epidemia más grande del mundo, la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en África había anunciado el fin de la transmisión del virus del ébola, que ha matado a 2.280 personas desde agosto de 2018.
Para ese entonces, la OMS por medio de su cuenta de Twitter había explicado que se iba a pasar al período de observación, debido a que el brote no podía descartarse completamente ante la imposibilidad de monitorear casos al este del país, donde los conflictos no lo permiten. (Le puede interesar: Llaman a mantener la vigilancia del ébola, a pesar de los avances en la vacuna)
La enfermedad por el virus del ébola, antes llamada fiebre hemorrágica del ébola, es una enfermedad grave, con una tasa de letalidad de aproximadamente 50 %. Es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en la población por la transmisión de persona a persona por contacto directo con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas infectadas o por contacto indirecto con materiales contaminados. Los pacientes son contagiosos mientras el virus esté presente en la sangre.
El periodo de incubación oscila entre 2 y 21 días. Las personas no son contagiosas hasta que aparecen los síntomas, que se caracterizan por fiebre, debilidad intensa, dolores musculares, de cabeza y de garganta, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. (Puede leer: Invima autoriza ensayos clínicos con plasma de pacientes recuperados con COVID-19)
El ministerio de Salud de la República Democrática del Congo confirmó este lunes que se había detectado un nuevo brote de la epidemia de fiebre hemorrágica ébola. Eteni Longondo, director de la entidad, confirmó que hasta la fecha se han registrado cuatro muertes a causa de este nuevo brote. (Lea: Ébola: ¿Qué pasó con la epidemia un año después del peor brote del virus?)
"El Instituto Nacional de Investigación Biomédica (INRB) acaba de confirmarme que las pruebas venidas de Mbandaka, principal ciudad de la provincia del Ecuador, son positivas de la enfermedad del virus ébola", agregó el ministro. En esta provincia, entre mayo y julio de 2018, se habían registrado 54 casos, de los cuales 33 mortales.
Longondo explicó que el ébola iba a ser declarada como oficialmente controlada el 25 de junio, luego de que el pasado 4 de marzo se diera de alta en Beni, una ciudad del noreste del país, a Masiko, la última paciente con este virus y se declarara el fin de la epidemia en el Congo. (Puede leer: Dan de alta a la última paciente con ébola y declaran el fin de la epidemia en el Congo)
Tras más de un año de lucha contra la segunda epidemia más grande del mundo, la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en África había anunciado el fin de la transmisión del virus del ébola, que ha matado a 2.280 personas desde agosto de 2018.
Para ese entonces, la OMS por medio de su cuenta de Twitter había explicado que se iba a pasar al período de observación, debido a que el brote no podía descartarse completamente ante la imposibilidad de monitorear casos al este del país, donde los conflictos no lo permiten. (Le puede interesar: Llaman a mantener la vigilancia del ébola, a pesar de los avances en la vacuna)
La enfermedad por el virus del ébola, antes llamada fiebre hemorrágica del ébola, es una enfermedad grave, con una tasa de letalidad de aproximadamente 50 %. Es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en la población por la transmisión de persona a persona por contacto directo con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas infectadas o por contacto indirecto con materiales contaminados. Los pacientes son contagiosos mientras el virus esté presente en la sangre.
El periodo de incubación oscila entre 2 y 21 días. Las personas no son contagiosas hasta que aparecen los síntomas, que se caracterizan por fiebre, debilidad intensa, dolores musculares, de cabeza y de garganta, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. (Puede leer: Invima autoriza ensayos clínicos con plasma de pacientes recuperados con COVID-19)