Deuda con hospitales y clínicas aumentó más de $2 billones en apenas seis meses
Un informe reciente revela una deuda de $18,9 billones que afecta a hospitales y clínicas en Colombia, con un aumento del 12,8% en solo seis meses. La cartera en mora también creció, alcanzando el 55% del total.
La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), un gremio que reúne a unas 225 instituciones prestadoras de servicio de salud, algunas de las más importantes del país, presentó su más reciente informe sobre cartera. Hasta junio de este año, a los hospitales y clínicas de la ACHC les deben aproximadamente $18,9 billones, lo que significa que la deuda creció un 12,8% desde diciembre de 2023, cuando se presentó el informe pasado. Esto representa un aumento de $2,1 billones en apenas seis meses.
La proporción de la deuda vencida, conocida como “cartera en mora”, también empeoró. En diciembre de 2023, el 54% del total de la deuda estaba en esta condición, pero para junio de 2024 subió al 55%, lo que equivale a más de $1,3 billones adicionales sin pagar a tiempo. El director general de la ACHC, Juan Carlos Giraldo Valencia, ya entregó el informe al Ministerio de Salud, liderado por Guillermo Alfonso Jaramillo, y a la Supersalud, en cabeza de Giovanny Rubiano. Junto a los datos, Giraldo también entregó una carta.
En esa carta, el director de la ACHC solicitó la implementación de “medidas de emergencia, para garantizar el funcionamiento y operación continua del sistema asistencial y de prestación de servicios”. También destacó que el llamado giro directo, una estrategia diseñada para canalizar recursos a las instituciones (la Adres gira los recursos directamente, sin que estos pasen por las EPS), no ha tenido el impacto esperado.
La ACHC insistió en que el Gobierno debe exigir a las EPS que movilicen la totalidad de los recursos disponibles, más allá del 80% mínimo establecido. Esto implicaría que las EPS utilicen todos los fondos asignados, exceptuando lo destinado a administración, para garantizar los pagos a los prestadores. Según Giraldo, el Gobierno cuenta con las herramientas legales para hacer esto obligatorio y transparente.
El gremio propone ajustar las prioridades del giro directo para evitar que los recursos se concentren en entidades de integración vertical, beneficiando, en cambio, a hospitales independientes, tanto públicos como privados. Reiteraron la importancia de implementar el Plan Extraordinario de Liquidez, que incluye opciones como la compra de cartera, nuevas líneas de crédito de FINDETER, uso de recursos provenientes del IVA social y liberación de reservas técnicas de las EPS. En cuanto a la Supersalud, se pidió que esta entidad supervise y dé continuidad a los procesos de intervención de las EPS, dando instrucciones para que “se garantice la continuidad en el flujo de los recursos, dando a la UPC, la destinación original y legítima que tiene de garantizar la prestación de servicios a la población, especialmente las postulaciones de pagos”.
¿Quiénes le deben a los hospitales y clínicas?
Cuando se analiza quiénes son los principales deudores, las EPS del régimen contributivo lideran con cerca del 50% de la deuda total, es decir, $9,4 billones de los poco más de $18,9 billones. Les siguen las EPS del régimen subsidiado (que atienden a personas con bajos ingresos), con el 25% de la deuda, equivalente a $4,7 billones. En tercer lugar, están las entidades estatales, que incluyen la Adres, los entes territoriales y el extinto FOSYGA, acumulando $1,7 billones, lo que representa el 9,2% del total adeudado.
Nueva EPS se posiciona como el principal deudor. La EPS más grande del país debe $3,5 billones en el régimen contributivo y $626.989 millones en el subsidiado. Resalta que las deudas de esta EPS con los hospitales de la ACHC crecieron más de $1 billón entre diciembre de 2023 y junio de 2024. Las finanzas de esta entidad, bajo intervención del Gobierno, han estado en el ojo del huracán en los últimos meses. Nueva EPS aún no reporta sus indicadores financieros para 2024, pero sus pasivos ya son mayores a los $11 billones.
Después de Nueva EPS, y en el régimen contributivo, Sanitas y Sura son las siguientes dos deudoras principales: la primera le debe 1,2 billones los hospitales de las ACHC con corte a junio pasado. En diciembre de 2023 debía $ 985.927 millones. Sura, a su vez, debe $659.863 millones, un 7% más de lo que debía en diciembre de 2023. Otras EPS como Compensar y Famisanar deben, cada una, más de $500.000 millones.
En el régimen subsidiado, además de Nueva EPS, resaltan las deudas de Emssanar y Savia Salud. La primera debe $653.048 millones, un 13,8% más de lo que debía en diciembre de 2023 ($545.973 millones). La segunda, la EPS más importante de este régimen en Antioquia, debe $640.926 millones, un 13,5% más de lo que debía en diciembre de 2023 ($561.555 millones). Por último, otras EPS como Asmet Salud, Coosalud, Capital Salud, Cajacopi y Mutual Ser deben, cada una, montos superiores a los $100.000 millones.
Las EPS intervenidas, las que más deben
La Supersalud mantiene intervenidas a 9 EPS, entre ellas, algunas tan importantes como Nueva EPS, Samitas, Famisanar y Savia Salud. Estas entidades, según el reporte de la ACHC, tienen una cartera morosa (deudas con más de 60 días de vencimiento) de $4,2 billones, representando el 76,1% de toda la cartera en mora de las EPS activas. La cartera en mora es un indicador importante porque refleja la fluidez financiera de las EPS y su capacidad para cumplir con las obligaciones hacia los prestadores de servicios de salud.
Dentro de estas EPS, las que presentan los mayores niveles de cartera morosa son Capresoca, con un 76,2%, y Asmet Salud, con un 74,8%. Les siguen Emssanar (65%), Dusakawi (62,5%) y Famisanar (53,4%). Otras como Nueva EPS y S.O.S también muestran índices elevados, con una morosidad del 53% y 47,3%, respectivamente. Si la deuda en Nueva EPS creció entre diciembre de 2023 y junio de 2024 en más de $1 billón, la situación en otras EPS intervenidas no es mejor. La cartera Sanitas aumentó 253.000 millones (un 25,6%). Finalmente, Emssanar incrementó su deuda en 107.000 millones (19,6%).
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La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), un gremio que reúne a unas 225 instituciones prestadoras de servicio de salud, algunas de las más importantes del país, presentó su más reciente informe sobre cartera. Hasta junio de este año, a los hospitales y clínicas de la ACHC les deben aproximadamente $18,9 billones, lo que significa que la deuda creció un 12,8% desde diciembre de 2023, cuando se presentó el informe pasado. Esto representa un aumento de $2,1 billones en apenas seis meses.
La proporción de la deuda vencida, conocida como “cartera en mora”, también empeoró. En diciembre de 2023, el 54% del total de la deuda estaba en esta condición, pero para junio de 2024 subió al 55%, lo que equivale a más de $1,3 billones adicionales sin pagar a tiempo. El director general de la ACHC, Juan Carlos Giraldo Valencia, ya entregó el informe al Ministerio de Salud, liderado por Guillermo Alfonso Jaramillo, y a la Supersalud, en cabeza de Giovanny Rubiano. Junto a los datos, Giraldo también entregó una carta.
En esa carta, el director de la ACHC solicitó la implementación de “medidas de emergencia, para garantizar el funcionamiento y operación continua del sistema asistencial y de prestación de servicios”. También destacó que el llamado giro directo, una estrategia diseñada para canalizar recursos a las instituciones (la Adres gira los recursos directamente, sin que estos pasen por las EPS), no ha tenido el impacto esperado.
La ACHC insistió en que el Gobierno debe exigir a las EPS que movilicen la totalidad de los recursos disponibles, más allá del 80% mínimo establecido. Esto implicaría que las EPS utilicen todos los fondos asignados, exceptuando lo destinado a administración, para garantizar los pagos a los prestadores. Según Giraldo, el Gobierno cuenta con las herramientas legales para hacer esto obligatorio y transparente.
El gremio propone ajustar las prioridades del giro directo para evitar que los recursos se concentren en entidades de integración vertical, beneficiando, en cambio, a hospitales independientes, tanto públicos como privados. Reiteraron la importancia de implementar el Plan Extraordinario de Liquidez, que incluye opciones como la compra de cartera, nuevas líneas de crédito de FINDETER, uso de recursos provenientes del IVA social y liberación de reservas técnicas de las EPS. En cuanto a la Supersalud, se pidió que esta entidad supervise y dé continuidad a los procesos de intervención de las EPS, dando instrucciones para que “se garantice la continuidad en el flujo de los recursos, dando a la UPC, la destinación original y legítima que tiene de garantizar la prestación de servicios a la población, especialmente las postulaciones de pagos”.
¿Quiénes le deben a los hospitales y clínicas?
Cuando se analiza quiénes son los principales deudores, las EPS del régimen contributivo lideran con cerca del 50% de la deuda total, es decir, $9,4 billones de los poco más de $18,9 billones. Les siguen las EPS del régimen subsidiado (que atienden a personas con bajos ingresos), con el 25% de la deuda, equivalente a $4,7 billones. En tercer lugar, están las entidades estatales, que incluyen la Adres, los entes territoriales y el extinto FOSYGA, acumulando $1,7 billones, lo que representa el 9,2% del total adeudado.
Nueva EPS se posiciona como el principal deudor. La EPS más grande del país debe $3,5 billones en el régimen contributivo y $626.989 millones en el subsidiado. Resalta que las deudas de esta EPS con los hospitales de la ACHC crecieron más de $1 billón entre diciembre de 2023 y junio de 2024. Las finanzas de esta entidad, bajo intervención del Gobierno, han estado en el ojo del huracán en los últimos meses. Nueva EPS aún no reporta sus indicadores financieros para 2024, pero sus pasivos ya son mayores a los $11 billones.
Después de Nueva EPS, y en el régimen contributivo, Sanitas y Sura son las siguientes dos deudoras principales: la primera le debe 1,2 billones los hospitales de las ACHC con corte a junio pasado. En diciembre de 2023 debía $ 985.927 millones. Sura, a su vez, debe $659.863 millones, un 7% más de lo que debía en diciembre de 2023. Otras EPS como Compensar y Famisanar deben, cada una, más de $500.000 millones.
En el régimen subsidiado, además de Nueva EPS, resaltan las deudas de Emssanar y Savia Salud. La primera debe $653.048 millones, un 13,8% más de lo que debía en diciembre de 2023 ($545.973 millones). La segunda, la EPS más importante de este régimen en Antioquia, debe $640.926 millones, un 13,5% más de lo que debía en diciembre de 2023 ($561.555 millones). Por último, otras EPS como Asmet Salud, Coosalud, Capital Salud, Cajacopi y Mutual Ser deben, cada una, montos superiores a los $100.000 millones.
Las EPS intervenidas, las que más deben
La Supersalud mantiene intervenidas a 9 EPS, entre ellas, algunas tan importantes como Nueva EPS, Samitas, Famisanar y Savia Salud. Estas entidades, según el reporte de la ACHC, tienen una cartera morosa (deudas con más de 60 días de vencimiento) de $4,2 billones, representando el 76,1% de toda la cartera en mora de las EPS activas. La cartera en mora es un indicador importante porque refleja la fluidez financiera de las EPS y su capacidad para cumplir con las obligaciones hacia los prestadores de servicios de salud.
Dentro de estas EPS, las que presentan los mayores niveles de cartera morosa son Capresoca, con un 76,2%, y Asmet Salud, con un 74,8%. Les siguen Emssanar (65%), Dusakawi (62,5%) y Famisanar (53,4%). Otras como Nueva EPS y S.O.S también muestran índices elevados, con una morosidad del 53% y 47,3%, respectivamente. Si la deuda en Nueva EPS creció entre diciembre de 2023 y junio de 2024 en más de $1 billón, la situación en otras EPS intervenidas no es mejor. La cartera Sanitas aumentó 253.000 millones (un 25,6%). Finalmente, Emssanar incrementó su deuda en 107.000 millones (19,6%).
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