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En el mundo, aproximadamente una de cada dos muertes, cada año, está asociada con un sufrimiento grave relacionado con la salud. El dolor mal controlado es incapacitante y causa sufrimiento físico y psicológico. Es por esto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera un problema de salud pública.
Entre las muertes relacionadas con esta causa, 2,5 millones son niños, el 98% vive en países de ingresos bajos y medios. El manejo del dolor, incluido el uso apropiado de la morfina, usada frecuentemente como analgésico, puede aliviar el sufrimiento grave relacionado con la salud. Sin embargo, el acceso a este opioide potente es desigual e insuficiente a nivel mundial, de acuerdo con un reciente informe de la OMS. (Lea: A sumar esfuerzos como país para atender a la población migrante con VIH)
La morfina es un medicamento esencial para aliviar el dolor de moderado a intenso. También sirve para el tratamiento de la disnea grave, ahogo o dificultad para respirar, especialmente al final de la vida.
Sus usos médicos abarcan múltiples entornos clínicos en la práctica médica actual, incluida la atención quirúrgica, la atención del cáncer, los cuidados paliativos, la atención de emergencia, la atención pediátrica y la atención a largo plazo.
A pesar de su importancia, el acceso seguro a la morfina se ve obstaculizado por una variedad de factores, incluida la falta de coordinación a lo largo de la cadena de suministro, recursos humanos calificados, financieros y físicos inadecuados, una gobernanza débil y conceptos erróneos sobre el dolor y los opioides. (Lea: Las bóvedas que guardan la mayor riqueza del país: 30 mil semillas y tubérculos)
La OMS, en su más reciente informe, “Left behind in pain” (Quienes quedan atrás a causa del dolor), analizó la persistente falta de acceso a la morfina para uso médico, particularmente en países de ingresos bajos y medianos.
En el documento, detallan que en 2021, más del 80 % de la morfina disponible se distribuyó para el consumo en países de la Región de las Américas (principalmente en América del Norte), Europa y en países de ingresos altos.
Una estimación muestra que más del 95 % de todos los opioides (en dosis equivalentes de morfina) se distribuyeron a países de ingresos altos, y solo el 0,03 % se distribuyó a países de ingresos bajos.
Pese a que la morfina es eficaz y de costo relativamente bajo para aliviar dolores intensos, existe una marcada desigualdad en el acceso al medicamento de un país a otro. La diferencia en el consumo medio estimado de este analgésico es entre 5 y 63 veces superior en los países de ingreso alto frente a los de ingreso bajo.
“Que no se haga nada para aliviar el dolor cuando se dispone de medicamentos eficaces para tratarlo, especialmente en el contexto de la atención al final de la vida, debería ser motivo de gran preocupación entre las instancias normativas” afirma la Dra. Yukiko Nakatani, subdirectora general de la OMS para Medicamentos y Productos Sanitarios.(Lea: Colombia atraviesa nuevo pico de enfermedades respiratorias: INS)
Ante este panorama, la OMS sugiere, entre otras cosas, la implementación de programas regionales o estatales a pequeña escala con el fin de mejorar el acceso a la morfina para uso médico, junto a diferentes servicios y productos esenciales para los cuidados paliativos.
Dichos programas deben establecer precios asequibles y garantizar el acceso de todas las personas que necesitan morfina, como por ejemplo pacientes sin cáncer, y en todos los contextos de servicios pertinentes, según el informe.
“Debemos abogar urgentemente porque las personas que necesiten morfina por razones médicas tengan acceso seguro y oportuno a los medicamentos pertinentes, en todo el mundo, a través de una política equilibrada”, agrega Nakatani.