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Científicos de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, publicaron un reciente estudio que habla de las implicaciones positivas del avistamiento de aves en la salud mental. De manera más específica, los investigadores reunieron a un grupo de 112 estudiantes universitarios para una serie de actividades al aire libre, cuyo propósito era tener contacto con la naturaleza.
En primer lugar, el estudio, publicado en la revista científica Science Direct, menciona unas cifras importantes, como el hecho de que una investigación publicada en 2022 por Healthy Minds asegurara que el 60 % de la población universitaria estadounidense reportara algún tipo de desafío en su salud mental. También se habló del incremento de ansiedad y depresión en esta población tras la pandemia de 2020 por el covid-19, y se habló de las dificultades que enfrentan los jóvenes con situaciones económicas adversas para recibir una atención oportuna e, incluso, reconocimiento de síntomas.
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Es por eso que, para el reciente estudio, los participantes fueron divididos en tres grupos: 62 personas harían avistamiento de aves, 77 realizarían caminatas por la naturaleza, y 81 servirían como grupo de control.
Los primeros dos grupos, por ejemplo, realizaron sus actividades cinco veces a la semana durante 30 minutos en los alrededores del campus de la Universidad de Carolina del Norte. Durante esos días, registraron los cambios en su estado de ánimo y le suministraron sus apuntes a los investigadores, quienes, luego de cruzar la información con el modelo de estudio que habían diseñado, observaron que las experiencias recolectadas por los alumnos aumentaron su bienestar y redujeron su estrés psicológico.
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Como lo menciona la investigadora Jolana Burke el portal The Conversation, desde hace años se han realizado múltiples estudios que hablan de la influencia de la naturaleza en la salud mental. Burke lo explica a través de un término llamado “biofilia”, también conocido como la evidencia de que los seres humanos reaccionamos de manera positiva al reconocernos como parte de un entorno natural.
Burke también menciona que el contacto con la naturaleza ha sido utilizado durante décadas por algunos profesionales para estimular el bienestar, e, incluso, el avistamiento de aves se ha relacionado de manera directa con la estimulación de emociones positivas a través de dos sentidos: la visión y la escucha.
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