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El ayuno intermitente podría tener efectos negativos en el crecimiento del cabello

El ayuno intermitente, popularizado en los últimos años, podría afectar negativamente el crecimiento del cabello, según un estudio reciente. En ratones, los regímenes de ayuno intermitente impidieron la regeneración capilar normal, dejando los folículos pilosos en una fase de descanso. Un ensayo con humanos mostró que el ayuno de 18 horas redujo la velocidad de crecimiento del cabello en un 18%.

14 de diciembre de 2024 - 09:00 p. m.
Los resultados mostraron que el ayuno intermitente, especialmente el régimen de 18 horas de ayuno, redujo la velocidad de crecimiento del cabello en un 18% en comparación con el grupo de control.
Los resultados mostraron que el ayuno intermitente, especialmente el régimen de 18 horas de ayuno, redujo la velocidad de crecimiento del cabello en un 18% en comparación con el grupo de control.
Foto: Tomado de internet
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El ayuno ha sido una tradición de larga data entre muchos grupos religiosos durante siglos. En los últimos años, varios regímenes de ayuno intermitente, que incorporan ayuno periódico u horarios de alimentación restringidos en el tiempo, se han vuelto cada vez más populares en todo el mundo. Sin embargo, la evidencia de esta práctica sobre la salud metabólica y el control del peso de las personas no están claras.

Hay efectos del ayuno intermitente en el cuerpo que se han estudiado incluso mucho menos. Por ejemplo, su impacto en las células madre y el crecimiento de tejidos aún no se comprende completamente. Un grupo de investigadores sugiere en un nuevo estudio publicado en Cell que el ayuno intermitente podría dificultar el crecimiento del cabello. Sin embargo, se trata de resultados que hay que mirar con cuidado.

Antes de continuar, es necesario entender que el crecimiento del cabello está relacionado con el trabajo de las células madre en algo que se llama folículos pilosos. Estos folículos son estructuras pequeñas en la piel donde crece el cabello. Dentro de cada folículo, las células madre pasan por diferentes etapas: crecimiento, regresión y descanso. Durante la fase de descanso, las células madre están inactivas, pero cuando el folículo entra en la fase de crecimiento, estas células se activan para generar nuevos cabellos.

Sin embargo, a este proceso lo afectan muchas cosas. Factores externos, como la dieta o los cambios en el cuerpo, pueden impactar la regeneración capilar. Por ejemplo, se sabe que las dietas muy bajas en calorías, que se utilizan para perder peso rápidamente, pueden llevar a la caída del cabello.

En este estudio, los científicos querían ver cómo el ayuno intermitente afecta el crecimiento del cabello, específicamente en los folículos pilosos. Para ello, afeitaron a un grupo de ratones y los sometieron a dos tipos comunes de ayuno intermitente: en uno, se come durante 8 horas y se ayuna por 16 horas, y en el otro se alterna 24 horas de ayuno con 24 horas de comida sin restricciones.

Durante el estudio de 96 días, los ratones que siguieron una dieta regular (sin restricciones) mostraron un buen crecimiento del cabello, con una regeneración completa alrededor de los 100 días. Sin embargo, los ratones sometidos a los regímenes de ayuno intermitente no mostraron una regeneración normal del cabello. En lugar de pasar a la fase de crecimiento, los folículos pilosos se quedaron estancados en una fase temprana de descanso, sin producir nuevos cabellos. “Me quedé impactado al escuchar estos resultados”, le dijo al portal de noticias de Nature, Ömer Yilmaz, biólogo de células madre del Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge, que no participó en el estudio. “Habíamos llegado a la conclusión de que el ayuno sería beneficioso para la mayoría de los tipos de células, si no todos, y bueno para las células madre. Esto es lo contrario de lo que esperábamos, y el hallazgo parece ser cierto en los seres humanos”.

Las investigaciones en ratones, aunque usuales en la ciencia, conservan un margen de duda importante, pues las diferencias biológicas entre los roedores y los humanos pueden influir en los resultados. A veces lo que los investigadores observan en ratones, no se replica de manera idéntica en los seres humanos.

Por eso, en este estudio los científicos quisieron saber si el impacto del ayuno en el crecimiento del cabello de los ratones se veía en humanos. Realizaron un ensayo controlado en 49 adultos jóvenes saludables, tanto hombres como mujeres. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de tres grupos: un grupo que seguía una dieta restringida en el tiempo (18 horas de ayuno y 6 horas de comida), un grupo que reducía su ingesta calórica a 1200-1500 calorías por día, y un grupo de control con una dieta normal sin restricciones de horario. El estudio se centró en cómo el ayuno intermitente afectaba principalmente la salud metabólica, pero también se evaluaron los cambios en el crecimiento del cabello como un objetivo secundario.

Los científicos afeitaron un área de 1 cm² en el cuero cabelludo de los participantes y midieron la longitud del cabello que volvió a crecer después de 3 días. Este experimento se repitió tanto al inicio como al final del período de intervención. Los resultados mostraron que el ayuno intermitente, especialmente el régimen de 18 horas de ayuno, redujo la velocidad de crecimiento del cabello en un 18% en comparación con el grupo de control, es decir, con el grupo de personas que no hizo ningún tipo de ayuno. Aunque la densidad del cabello no cambió, muchos de los cabellos que crecieron fueron más cortos y más finos. Aunque importante, es clave señalar que 49 personas se considera una muestra pequeña en la ciencia.

Ahora, ¿por qué el crecimiento del cabello se podría ver afectado por el ayuno? Los investigadores tienen varias hipótesis. Desde un punto de vista evolutivo, nuestros ancestros solían enfrentar periodos en los que la comida no siempre estaba disponible, por lo que el ayuno era común. Los autores del estudio creen que el cuerpo conservó mecanismos biológicos para detener la regeneración de tejidos menos esenciales durante el ayuno, para conservar energía y recursos para órganos más importantes como el cerebro, lo que aumentaba nuestras posibilidades de sobrevivir. “En el ayuno intermitente, el cuerpo no sabe cuándo recibirá la próxima comida, y la necesidad pasa a ser proteger los órganos principales y prescindir de aquellos que no son esenciales”, explica en palabras simples, a Nature, Elaine Fuchs, investigadora de células madre en la Universidad Rockefeller de la ciudad de Nueva York que no participó en el estudio.

Como ya mencionamos, estudios como estos tienen limitaciones importantes. Los autores reconocen que se necesita investigar más a fondo cómo el ayuno afecta las células madre. Además, el estudio con humanos solo incluyó adultos jóvenes y saludables, por lo que no se probó en personas con obesidad, que suelen seguir regímenes de ayuno intermitente. Y en esos adultos, el tiempo de seguimiento fue muy corto: no se analizaron los efectos a largo plazo del ayuno intermitente sobre el crecimiento del cabello o la densidad del cabello. En cualquier caso, no olvide acudir a su médico antes de comenzar cualquier régimen de ayuno o cambio en su dieta, especialmente si tiene condiciones de salud preexistentes.

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