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Este miércoles 5 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que existe la posibilidad de que el cambio climático favorezca el aumento de casos de enfermedades como el dengue o chikunguña. “El cambio climático ha tenido un papel clave al facilitar la propagación de los mosquitos vectores”, indicó durante una conferencia de prensa Raman Velayudhan, quien coordina la iniciativa de la OMS sobre el dengue y los arbovirus.
Las dos enfermedades son causadas por el Aedes agegypti, un mosquito que es el vector de los contagios. El insecto sobrevive y se reproduce en cualquier recipiente artificial o natural que contenga agua. La hembra es la responsable de la transmisión de las enfermedades, ya que necesita sangre humana para el desarrollo de sus óvulos y para su metabolismo. El macho no trasmite la infección.
Tanto Velayudhan como su colega Diana Rojas Álvarez, responsable técnica de la OMS para la chikungunya y el zika, enfatizaron la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar la propagación del insecto, ante el temor de que se produzcan brotes mayores en nuevas zonas. (También puede leer: Lo que la trata de esclavos revela de los primeros contagios de fiebre amarilla)
Según datos de la OMS, 129 países están en riesgo por el dengue, incluidos 100 países donde la enfermedad es endémica, como Colombia. Aunque los casos de esta enfermedad no se registraron adecuadamente durante la pandemia por covid-19, Velayudhan advirtió que el número de casos ha crecido exponencialmente en los últimos años, pasando de alrededor de medio millón en 2000 a unos 5,2 millones en 2019, el peor año registrado.
Por su parte, el chikunguña se ha registrado en 115 países desde que se descubrió en 1950, y está experimentando un dramático aumento el continente de América, agregó Rojas. En lo que va de este año, se ha reportado en el continente unos 135.000 casos, frente a los 50.000 registrados durante el primer semestre de 2022, indicó.
La expansión por el continente podría ser, justamente, una de las señales de cómo los mosquitos y enfermedades se han ido transformando por los cambios en el clima. “Los mosquitos y estas enfermedades han ido aumentando con el cambio climático... por altitud y por latitud”, dijo Rojas, quien calificó la situación de “alarmante”. La alta transmisión en América “podría ser una anticipación de lo que podría ser la próxima temporada de verano en el hemisferio norte”, advirtió. (Le puede interesar: Contaminación del aire está relacionada con el cáncer de pulmón en los no fumadores)
Los expertos de la OMS explicaron los síntomas de las dos enfermedades y Velayudhan señaló que el dengue se presenta en cuatro serotipos estrechamente relacionados (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DEN-V 4). “La infección por un serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir”, indica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esta situación, advirtió Velayudhan, “se trata de una gran amenaza para el mundo, porque la mayoría de los países tienen ahora los cuatro serotipos en circulación”. Entonces, pidió a los países que refuercen el control de los mosquitos y “estén alerta” para detectar cuándo se propagan las enfermedades, señalando que la OMS quiere evitar cualquier tipo de brote grave.
Como explicamos detalladamente en este artículo, el cambio climático puede resultar siendo una muy mala noticia para las enfermedades que se transmiten por vector. A medida que el planeta se calienta, las plantas y los animales, en particular los invertebrados, entre ellos los que transmiten esas enfermedades, buscan temperaturas más frías, ya sea moviéndose a altitudes más altas o acercándose a los polos. Por ejemplo, se sabe que el hábitat natural del Aedes aegypti (el mosquito del dengue) no superó durante mucho tiempo los 1.600 metros sobre el nivel del mar (msnm), pero eso ha venido cambiando en las últimas décadas.
“El aumento de temperatura hace que el mosquito se movilice más a otros niveles, que cambie su ecología, y esto genera que haya más reservorios del mosquito. Las fuentes de agua también se conservan menos, entonces las personas tienen que almacenar agua en sitios informales, tanques, y todo esto son reservorios donde se forma el mosquito”, explicó hace unos meses Luis Jorge Hernández, director de Investigaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, a El Espectador.
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