El cigarrillo electrónico amenaza el avance en la lucha contra el tabaquismo: OPS
Según el organismo, los productos de nicotina y tabaco novedosos y emergentes, como los cigarrillos electrónicos, están cada vez más disponibles y accesibles, lo que supone una amenaza para el control del tabaco.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) presentó recientemente el Informe sobre el control del tabaco para la Región de las Américas 2022 en el que celebra los progresos en la lucha contra el tabaquismo en las Américas, pero advierte de nuevos retos que podrían amenazar ese avance.
Según el informe de la OPS, alrededor de 900 millones de personas de 35 países de las Américas están protegidas actualmente por al menos una de las seis medidas de control del tabaco recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2008. Esto es un 50% más que en 2007.
Puede ver: “Vapeadores y cigarrillos electrónicos”, ¿un nuevo desafío de salud pública?
El informe señala que 26 de los 35 países de la región han alcanzado el máximo nivel de aplicación de al menos una medida. La acción en este campo ha contribuido a reducir los consumidores de tabaco en América Latina, que pasaron de representar el 28% de la población de la región en 2000, al 16,3% en 2020, la segunda prevalencia más baja del mundo.
Las seis medidas que recomendó la OMS en 2008 son vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención; proteger a la población del humo de tabaco; ofrecer ayuda para dejar el tabaco; advertir de los peligros del tabaco; hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco; y aumentar los impuestos sobre el tabaco.
“El tabaco causa casi un millón de muertes anuales en la región y es el único producto de consumo legal que mata hasta a la mitad de los que lo consumen”, afirmó el doctor Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS, citado por esa agencia.
El estudio tiene datos como que de los 35 países de las Américas, 24 aplican medidas para proteger de la exposición al humo de tabaco ajeno, 22 utilizan advertencias graficas grandes sobre los peligros de fumar en los paquetes de productos de tabaco, 6 ofrecen ayuda integral para dejar de fumar, 9 establecen prohibiciones totales sobre la publicidad, promoción y patrocinio y 3 aplican impuestos indirectos a los cigarrillos que representan el 75% o más de su precio de venta minorista.
Puede ver: Cigarrillos electrónicos y vapeadores, un mercado con confusos intereses en el país
Aún con los buenos resultados, la OPS es precavida hacia el futuro. Según el organismo, los productos de nicotina y tabaco novedosos y emergentes, como los cigarrillos electrónicos, están cada vez más disponibles y accesibles, lo que supone una amenaza para el control del tabaco.
La OPS recomienda a los gobiernos la puesta en marcha de reglamentaciones para evitar que los no fumadores empiecen a consumir estos productos (cigarrillos electrónicos), “impedir que el consumo de tabaco vuelva a normalizarse en la sociedad y proteger a las generaciones futuras”.
En ese campo la lucha está más atrás: la venta de sistemas electrónicos de administración de nicotina está prohibida solo en siete países de las Américas y quince no imponen ningún tipo de marco regulador.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) presentó recientemente el Informe sobre el control del tabaco para la Región de las Américas 2022 en el que celebra los progresos en la lucha contra el tabaquismo en las Américas, pero advierte de nuevos retos que podrían amenazar ese avance.
Según el informe de la OPS, alrededor de 900 millones de personas de 35 países de las Américas están protegidas actualmente por al menos una de las seis medidas de control del tabaco recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2008. Esto es un 50% más que en 2007.
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El informe señala que 26 de los 35 países de la región han alcanzado el máximo nivel de aplicación de al menos una medida. La acción en este campo ha contribuido a reducir los consumidores de tabaco en América Latina, que pasaron de representar el 28% de la población de la región en 2000, al 16,3% en 2020, la segunda prevalencia más baja del mundo.
Las seis medidas que recomendó la OMS en 2008 son vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención; proteger a la población del humo de tabaco; ofrecer ayuda para dejar el tabaco; advertir de los peligros del tabaco; hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco; y aumentar los impuestos sobre el tabaco.
“El tabaco causa casi un millón de muertes anuales en la región y es el único producto de consumo legal que mata hasta a la mitad de los que lo consumen”, afirmó el doctor Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS, citado por esa agencia.
El estudio tiene datos como que de los 35 países de las Américas, 24 aplican medidas para proteger de la exposición al humo de tabaco ajeno, 22 utilizan advertencias graficas grandes sobre los peligros de fumar en los paquetes de productos de tabaco, 6 ofrecen ayuda integral para dejar de fumar, 9 establecen prohibiciones totales sobre la publicidad, promoción y patrocinio y 3 aplican impuestos indirectos a los cigarrillos que representan el 75% o más de su precio de venta minorista.
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Aún con los buenos resultados, la OPS es precavida hacia el futuro. Según el organismo, los productos de nicotina y tabaco novedosos y emergentes, como los cigarrillos electrónicos, están cada vez más disponibles y accesibles, lo que supone una amenaza para el control del tabaco.
La OPS recomienda a los gobiernos la puesta en marcha de reglamentaciones para evitar que los no fumadores empiecen a consumir estos productos (cigarrillos electrónicos), “impedir que el consumo de tabaco vuelva a normalizarse en la sociedad y proteger a las generaciones futuras”.
En ese campo la lucha está más atrás: la venta de sistemas electrónicos de administración de nicotina está prohibida solo en siete países de las Américas y quince no imponen ningún tipo de marco regulador.