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Aunque para algunas personas la emergencia sanitaria que generó la pandemia por covid-19 es cosa del pasado, todavía están surgiendo análisis que permiten comprender cuál fue el efecto o impacto sobre ciertas poblaciones. Recientemente, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) exploró cómo el coronavirus afectó a los más de 800 pueblos de América Latina y el Caribe. (Puede leer: OMS contempla fin de las emergencias del covid-19 y viruela del mono en 2023)
En esencia, lo que apunta el documento, es que “la crisis ha afectado desproporcionadamente a los pueblos indígenas, poniendo de relieve las barreras preexistentes a que dichos pueblos se enfrentan en el acceso a la atención de salud y a la seguridad social”. Esto, según la OIT, es producto de la discriminación y marginación histórica que han vivido estos pueblos.
Para la organización, hay varios factores que contribuyen a ese impacto desproporcionado sobre los casi 55 millones de mujeres y hombres indígenas que representan el 8,5 % del total de la población latinoamericana. “La sobrerrepresentación de los pueblos indígenas en la economía informal y entre los más pobres, el bajo acceso al trabajo decente, así como los obstáculos a su acceso a la educación y a la participación política”, son algunos de ellos. (Le puede interesar: Por problemas económicos y de infraestructura intervendrán hospital en Buenaventura)
Algunas de las cifras que respaldan el análisis de la OIT, revelan que el 85 % de las mujeres y hombres indígenas de la región están ocupados en la economía informal. Esto, en relación con la población en general, supone un 35 % más. Además, los salarios de los indígenas equivalen a un 33 % de los que reciben el resto de personas.
Adicionalmente, respecto al acceso a la salud, el documento apunta que los pueblos indígenas de la región aportan y acceden en menor medida al sistema de salud, respecto a la población general. “En los países analizados, las mujeres y hombres indígenas dependen más de los sistemas de ayuda social que sus homólogos no indígenas”. (También puede leer: ¿Por qué hay escasez de radiofármacos en Colombia? Ideas para resolverla)
Sin embargo, el panorama podría ser aún más grave pues en la región existe una “invisibilidad estadística” cuando se trata de pueblos indígenas. De acuerdo al informe de la OIT, de 18 países de América Latina y el Caribe que realizan encuestas de hogares y empleo, solo ocho tienen información étnica y diez indagan sobre la pertenencia a estos pueblos. Además de Colombia, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Panamá y Perú, lo hacen.
Precisamente esta es una de las carencias fundamentales que se debe resolver, a ojos de la organización, pues aseguran que es el primer peldaño dentro de una serie de “tratos no igualitarios que pueda recibir este segmento de la población”. Al no estar incluidos o representados en estadísticas oficiales, tienen menores probabilidades de ser tenidos en cuenta por las políticas públicas. (Puede interesarle: El panorama de salud pública en Colombia que el covid-19 relegó)
Para seguir solventando las condiciones desiguales que afectan a los pueblos indígenas, la OIT apunta que se debe asegurar el acceso a oportunidades de trabajo decente y a la protección social. Sobre este último, la entidad concluyó que “el establecimiento de sistemas de protección social, incluidos los pisos de protección social, que consideren las particularidades de los pueblos indígenas es fundamental para acortar la brecha de las desigualdades y vulnerabilidades que los afectan”.