El ejercicio intenso puede ser un “escudo” contra la metástasis de algunos cánceres
Una investigación llevada a cabo en Israel durante 20 años, acaba de concluir que el ejercicio aeróbico de alta intensidad puede reducir el riesgo de cáncer metastásico hasta en un 72%.
Desde hace algunos años, los investigadores han estudiado cuál puede ser el rol del ejercicio físico en la prevención del cáncer. Aunque las investigaciones al respecto se han desarrollado con más fuerza en los últimos tiempos, algunos estudios sugieren que el ejercicio puede reducir la incidencia y recurrencia de distintos tipos de cáncer. (Puede leer: Después de la noche de navidad la cifra de lesionados por pólvora asciende a 503)
En los últimos días, un estudio llevado a cabo en Israel y del cual se acaban de publicar sus resultados, arroja luces sobre el importante papel que juega el ejercicio físico, sobre todo en “cáncer altamente metastásico”, es decir, cuando las células cancerosas se diseminan a otras partes del cuerpo distintas al lugar donde se originó la enfermedad.
La investigación, liderada por Carmit Levy, del Departamento de Genética Humana y Bioquímica e Yftach Gepner, del Departamento de Epidemiología y Medicina Preventiva, ambos de la Universidad de Tel Aviv, siguió durante 20 años a 2.734 participantes, entre los 25 y los 64 años. Luego, compararon sus datos, con los obtenidos en un experimento llevado a cabo en ratones de laboratorio. (Le puede interesar: Una ciudad en China registra 500.000 contagios diarios de covid-19)
“Basándonos en nuestros datos, nuestra hipótesis es que el ejercicio reprograma el microambiente tumoral a través del desarrollo de un escudo metabólico estromal que protege el estroma de la colonización metastásica al desafiar las demandas metabólicas del cáncer”, apuntan los autores. En palabras más sencillas, el ejercicio puede funcionar como un “escudo” contra los cánceres altamente metastásicos.
Yftach Gepner, uno de los autores principales del estudio, le dijo a El País, “en este estudio añadimos nuevos conocimientos, demostrando que el ejercicio aeróbico de alta intensidad, que obtiene su energía del azúcar, puede reducir el riesgo de cáncer metastásico hasta en un 72%”. (También puede leer: En EE.UU. aclaran que famosa pastilla del día después no es un método de aborto)
Tanto en los ratones como en los humanos, el ejercicio aeróbico de alta intensidad, es decir, el que lleva al corazón al 80% de las pulsaciones máximas, condujo a menores probabilidades de que se presente la metástasis.
Según los autores, esto podría presentarse, ya que el ejercicio puede inducir una alta demanda de nutrientes en los órganos internos, lo que llevaría a una reducción en la disponibilidad de nutrientes en las células tumorales. Esto, de acuerdo al documento que fue publicado en la revista académica de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR, por sus siglas en inglés), “representa una estrategia potencial para prevenir la metástasis”.
Desde hace algunos años, los investigadores han estudiado cuál puede ser el rol del ejercicio físico en la prevención del cáncer. Aunque las investigaciones al respecto se han desarrollado con más fuerza en los últimos tiempos, algunos estudios sugieren que el ejercicio puede reducir la incidencia y recurrencia de distintos tipos de cáncer. (Puede leer: Después de la noche de navidad la cifra de lesionados por pólvora asciende a 503)
En los últimos días, un estudio llevado a cabo en Israel y del cual se acaban de publicar sus resultados, arroja luces sobre el importante papel que juega el ejercicio físico, sobre todo en “cáncer altamente metastásico”, es decir, cuando las células cancerosas se diseminan a otras partes del cuerpo distintas al lugar donde se originó la enfermedad.
La investigación, liderada por Carmit Levy, del Departamento de Genética Humana y Bioquímica e Yftach Gepner, del Departamento de Epidemiología y Medicina Preventiva, ambos de la Universidad de Tel Aviv, siguió durante 20 años a 2.734 participantes, entre los 25 y los 64 años. Luego, compararon sus datos, con los obtenidos en un experimento llevado a cabo en ratones de laboratorio. (Le puede interesar: Una ciudad en China registra 500.000 contagios diarios de covid-19)
“Basándonos en nuestros datos, nuestra hipótesis es que el ejercicio reprograma el microambiente tumoral a través del desarrollo de un escudo metabólico estromal que protege el estroma de la colonización metastásica al desafiar las demandas metabólicas del cáncer”, apuntan los autores. En palabras más sencillas, el ejercicio puede funcionar como un “escudo” contra los cánceres altamente metastásicos.
Yftach Gepner, uno de los autores principales del estudio, le dijo a El País, “en este estudio añadimos nuevos conocimientos, demostrando que el ejercicio aeróbico de alta intensidad, que obtiene su energía del azúcar, puede reducir el riesgo de cáncer metastásico hasta en un 72%”. (También puede leer: En EE.UU. aclaran que famosa pastilla del día después no es un método de aborto)
Tanto en los ratones como en los humanos, el ejercicio aeróbico de alta intensidad, es decir, el que lleva al corazón al 80% de las pulsaciones máximas, condujo a menores probabilidades de que se presente la metástasis.
Según los autores, esto podría presentarse, ya que el ejercicio puede inducir una alta demanda de nutrientes en los órganos internos, lo que llevaría a una reducción en la disponibilidad de nutrientes en las células tumorales. Esto, de acuerdo al documento que fue publicado en la revista académica de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR, por sus siglas en inglés), “representa una estrategia potencial para prevenir la metástasis”.