El Espectador le explica en qué estamos en Colombia con la viruela del mono
Se cuentan un poco más de 580 casos y las autoridades de salud ya hablaron de compra de vacunas.
Edwin Bohórquez Aya
Es miércoles, día de El Espectador le explica. Después de vivir una pandemia por cuenta del Covid-19, de cruzar por una infodemia digital que no para de enviar noticias, muchas de ellas falsas, imponiendo miedo y angustia; ahora surgen muchas preguntas sobre la llamada viruela símica o viruela del mono. ¿Qué es? ¿De qué se trata? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Es tan letal como el nuevo coronavirus y todas las variantes de las que hemos tenido que entender después de conocer las noticias que empezaron a llegar desde China cuando el mundo se detuvo? ¿Cómo nos podemos contagiar? ¿Qué medidas de prevención y precaución debemos tener en cuenta? ¿Lo que ya habíamos aprendido en materia de protección nos sirve para este nuevo virus? ¿Hay vacunas disponibles? Pues para responder estas y otras preguntas que han surgido, hablamos con el equipo de la redacción de Salud de El Espectador para que nos enviaran todos los contenidos que han desarrollado y con ellos explicar lo que está sucediendo con esta nueva enfermedad, pues ya se cuentan más de 580 casos en Colombia. Dejaremos todos los enlaces a continuación y recomendamos entrar a cada uno de ellos para conocer todos los detalles al respecto. Comencemos.
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Es miércoles, día de El Espectador le explica. Después de vivir una pandemia por cuenta del Covid-19, de cruzar por una infodemia digital que no para de enviar noticias, muchas de ellas falsas, imponiendo miedo y angustia; ahora surgen muchas preguntas sobre la llamada viruela símica o viruela del mono. ¿Qué es? ¿De qué se trata? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Es tan letal como el nuevo coronavirus y todas las variantes de las que hemos tenido que entender después de conocer las noticias que empezaron a llegar desde China cuando el mundo se detuvo? ¿Cómo nos podemos contagiar? ¿Qué medidas de prevención y precaución debemos tener en cuenta? ¿Lo que ya habíamos aprendido en materia de protección nos sirve para este nuevo virus? ¿Hay vacunas disponibles? Pues para responder estas y otras preguntas que han surgido, hablamos con el equipo de la redacción de Salud de El Espectador para que nos enviaran todos los contenidos que han desarrollado y con ellos explicar lo que está sucediendo con esta nueva enfermedad, pues ya se cuentan más de 580 casos en Colombia. Dejaremos todos los enlaces a continuación y recomendamos entrar a cada uno de ellos para conocer todos los detalles al respecto. Comencemos.
El 25 de mayo de 2022, cuando ya se escuchaban comentarios en las emisoras de radio y rodaba mucha información en redes sociales, Sergio Silva escribió un artículo que tituló “Lo que debe saber en caso de que la ‘viruela del mono’ llegue a Colombia”. En su entrada, hizo una interesante reflexión partiendo de los hechos: “Aunque no se ha confirmado la presencia de este virus en el país, no debería ser presa de pánico con los titulares de las próximas semanas. A diferencia del SARS-CoV-2, este organismo lo conocemos hace varias décadas y, aunque hay preguntas por resolver, también hay suficientes indicios para creer que no desatará otra pandemia”.
Pero antes de seguir, vamos en orden: ¿Qué es la viruela del mono? Explica la OMS que es una zoonosis viral, es decir, una enfermedad provocada por virus transmitido de los animales a las personas. ¿Cómo nos podemos contagiar? De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una persona se puede infectar por el contacto directo o indirecto con la sangre, con fluidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. Es decir, si usted tiene contacto estrecho con las secreciones de las vías respiratorias de una persona enferma, pues estará en riesgo de contagio. Pero el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), advirtió que una persona “no debe preocuparse por estar al lado de un paciente infectado por 30 segundos, sino que se requiere estar juntos por un tiempo prolongado” explicaba el equipo de Salud de El Espectador. Esta última es la razón del por qué se dice que se puede transmitir en encuentros sexuales. ¿Cómo se ve? Como diminutas ampollas que aparecen en cualquier parte del cuerpo. ¿Cuáles son los síntomas? “Las manifestaciones de la viruela símica suelen incluir fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y una erupción cutánea o lesiones maculopapulosas”, dijo Claudia Cuéllar, directora de Epidemiología y Demografía del Minsalud. ¿Cuánto puede durar? Alrededor de 14 días.
Entonces buscamos antecedentes que nos permitieran entender mejor el pasado para poder explicar el presente, registramos lo que tenía por decir la Organización Mundial de la Salud, analizamos el número de contagios global porque podría aumentar debido a los desplazamientos masivos causados por la sequía en África y los conflictos armados como la guerra en Ucrania o el conflicto en Tigré. El 23 de junio se confirmaron los primeros casos en Colombia:
Salud
Nigeria tuvo el brote más grande de viruela de los monos. ¿Qué podríamos aprender de este?
Salud
No hay motivos para el pánico, reitera la OMS frente a la viruela del mono
Salud
Es posible que la transmisión de la viruela del mono haya pasado desapercibida
Salud
Colombia confirma tres casos de viruela del mono
“Dos casos, adultos de nacionalidad colombiana, se identificaron en Bogotá con antecedentes de viajes a Europa y, tras la toma de muestras de suero, exudado de lesiones e hisopado faríngeo se encuentran en aislamiento con rastreo de contactos. El tercer caso identificado fue un adulto joven en Medellín, también aislado y con rastreo de contactos finalizado”, se leía en el comunicado oficial de Instituto Nacional de Salud y el Ministerio de Salud. Para los reportes globales más actualizados de ese momento, se sabía que 42 países habían reportado la presencia del virus hasta el 17 de junio y los casos acumulados confirmados en laboratorio del 1 de enero al 15 de junio sumaban 2.103. Para el 24 de junio, El País de España informaba que la cifra había aumentado a 3.500 personas.
Nos pidieron no alarmarnos porque la mortalidad de la viruela del mono es baja. “En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen por sí solos en unas pocas semanas”, nos contaban los colegas de la sección de Salud después de escuchar a Claudia Cuéllar, directora de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud, quien pidió que “ante la presentación de alguno de estos síntomas y si estuvo en contacto con un caso sospechoso llamar a su EPS o acudir al centro de salud más cercano”. El doctor Christian Happi, médico y PhD de la Universidad de Ibadán, en Nigeria, y director del Centro Africano de Excelencia para la Genómica de Enfermedades Infecciosas, en entrevista con El Espectador, dijo: “En primer lugar, y basándonos en la experiencia que África ha tenido con la viruela del mono, lo clave es aislar los casos. Después se deben monitorear los contactos y vacunar contra la viruela a estos contactos en caso de ser necesario. Eso es lo que se ha venido haciendo”.
Y para los que tenemos hijos, ¿había motivo para preocuparse? “La viruela símica ocurre especialmente en adultos. A veces escuchamos a los padres preocupados por los niños que están teniendo brotes. Eso seguramente es una varicela o incluso un caso de importación de sarampión. En este grupo de población hay que pensar más en esto último que en la viruela. Todavía es una enfermedad de adultos”, aclaró Franklyn Prieto, director de vigilancia en salud pública del INS.
Aunque la experiencia que ya nos había dejado el coronavirus nos permitió entender cómo un virus que tuvo su origen en China logró llegar rápidamente hasta América, con esta viruela del mono también surgió esa pregunta: ¿Cómo se expandió la viruela símica hasta Colombia? Antes de llegar a Colombia, México, Brasil, Chile y Argentina habían detectado casos. Luego fue Venezuela. Para ese momento el Instituto Nacional de Salud ya había dado los lineamientos a los servicios de salud y reforzado la vigilancia, lo que permitió detectar los tres casos de personas que llegaron al país desde Europa.
Ante el crecimiento de casos, la OMS entregó una guía para manejar el brote, para el 2 de julio se supo de dos nuevos adultos contagiados, el primero de ellos con antecedente de viaje a Europa, y el segundo con nexo epidemiológico del primero. Científicos en Londres informaron que con esta ‘monkeypox’, como se le llama a la enfermedad en inglés, se detectaron “más lesiones en la piel en sus áreas genitales y anales de lo que normalmente se ve en la viruela del simio”. Y, de nuevo entrando en escena la OMS, se hizo un anuncio importante tras finalizar el comité de expertos:
Salud
Estas son las recomendaciones de la OMS para manejar el brote de viruela del mono
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Detectan en Colombia dos nuevos casos de viruela del mono
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Síntomas de la viruela del mono son diferentes de los brotes anteriores
Salud
OMS declara la viruela del mono como evento de salud pública de interés internacional
Ya había sido declarada la “emergencia de salud pública de interés internacional” por parte de la OMS y era prudente observar los números: para el 27 de julio se contabilizaban “18.000 casos de viruela del simio en 78 países, con más del 70 % de los casos notificados en la Región de Europa y el 25 % en la Región de las Américas”, nos contaban los colegas de Salud. Para ese instante se tenían reportados cinco muertes en todo el mundo y solo un 10% de los casos ingresaban al hospital para controlar el dolor causado por la enfermedad. La OMS volvió a reforzar sus mensajes de recomendación y dijo que debido a que la viruela del mono se trasmite a través de contactos cercanos como los sexuales, los abrazos y besos y en toallas o ropa de cama contaminadas, precisamente se recomendaba limitar el número de parejas, pues hasta ese momento el 98% de los casos eran entre hombres que tuvieron sexo con hombres.
Pero, en términos de salud pública, ¿qué significaba la emergencia de salud pública de importancia internacional? Zulma Cucunubá, Cándida Díaz-Brochero y Natalia Niño-Machado escribieron este texto donde advierten que la “viruela del mono (es) clave en la agenda de salud en América Latina”. Dijeron que “esta declaratoria ha sido hecha en seis ocasiones, para influenza H1N1, polio, zika, covid-19 y ébola (dos veces). Según la OMS, la actual declaratoria se hace porque hay evidencia de un crecimiento rápido de la transmisión de viruela del mono no visto antes”. Ya se conocía de 22.000 casos en todo el mundo en 78 países, 75 fallecimientos en África, “del total de países afectados, el 92 % nunca había reportado casos de la enfermedad” y en América “hasta el 29 de julio, el país con mayor número de casos era Estados Unidos (4.898 casos), seguido de Brasil (1.259 casos) y Perú (269 casos)”.
Científicos quieren cambiar el nombre de la viruela del mono. ¿Por qué?
Para el 31 de julio Nueva York declaraba estado de emergencia por cuenta de la viruela del mono, se consideraron así mismos “el epicentro del brote” con 150.000 neoyorquinos en riesgo de exposición. Le siguieron en la declaratoria los estados de California e Illinois. En Colombia, dos días después, se elevó de moderado a alto el nivel de riesgo de contagio y ya se contaban 20 personas contagiadas (una cifra muy baja respecto a otros países de la región y del mundo), recalcaban las autoridades de salud. A través de la circular 0033, el ministerio le recomendaba a las EPS “fortalecer su relacionamiento con la Red Integral de Prestadores de Servicios de Salud para optimizar las medidas de control, mejorar la atención, reducir las cadenas de contagio y establecer rutas de atención de casos probables y confirmados”. Y comenzando agosto vimos el inicio de una discusión que parecía una escena ya vivida: “OMS hace llamado para que acceso a las vacunas sea equitativo”. El organismo teme que el acceso a las vacunas contra esta enfermedad sea tan desigual como el que se vivió con las vacunas para el covid-19, escribió el equipo de Salud. Sin embargo, también recibieron críticas por “su falta de compromiso en los últimos cinco años”, cuando el brote salió de su zona endémica.
Para el 4 de agosto en Colombia ya se conocía la lista de “los 28 laboratorios que pueden diagnosticarla” en el país pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, estos sitios ya tenían las capacidades para detectar el virus que causa la enfermedad. “Ante el nuevo brote de Monkeypox, el INS rápidamente inició la capacitación de todos los laboratorios en territorio nacional y en paralelo ha estado capacitando laboratorios departamentales de salud pública y laboratorios colaboradores para que los departamentos tengan una capacidad de primera línea. La próxima semana iniciará la capacitación de laboratorios comerciales”, dijo Martha Ospina, directora del INS.
¿Qué más decía el INS cuando ya se tenían confirmados 44 casos? Bogotá era la ciudad con más casos reportados al comienzo de mes. ¿Qué era lo que había sucedido en Brasil? ¿Qué se recomendaba en Colombia si usted tenía síntomas o, incluso, si ya era confirmado que se había contagiado?
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Incluso la Secretaría de Salud de Bogotá, teniendo en cuenta que en la capital se contaban la mayor cantidad de casos, publicó la lista de números telefónicos en donde le podrían brindar ayuda:
Para el 13 de agosto supimos de un total de 84 personas contagiadas en Colombia y que Cundinamarca sería el encargado de procesar las pruebas de otros 14 departamentos del país. En los cables internacionales de información nos llegaba un caso particular: La revista The Lancet reportaba lo que se cree que podría ser el primer caso de un perro contagiado por sus dueños con viruela del mono. “La mascota, que no tenía antecedentes médicos, presentó lesiones en su piel y membranas mucosas, así como pústulas en el abdomen y una fina ulceración anal, dice el estudio. El perro dio positivo para la viruela por medio del uso de un protocolo PCR. Al analizar su prueba con la de uno de sus dueños, se encontró que ambos estaban contagiados con el mismo linaje del virus, el B.1. “que se ha estado propagando en países no endémicos desde abril de 2022 y, ha infectado a más de 1700 personas en Francia, en su mayoría concentradas en París, donde el perro desarrolló los primeros síntomas”, indica el estudio referenciado en este artículo de El Espectador.
Para el 24 de agosto, de acuerdo con las autoridades sanitarias de Colombia, se tenía registro de 273 casos en el país. Ese día el ministerio de Salud anunció cuáles son los lineamientos que deben seguir médicos e IPS para atender la viruela del mono: “si se trata de enfermedad grave o de una persona en grupo de alto riesgo, como niños o mujeres embarazadas, los casos severos se atenderán en un hospital o centro de salud, haciendo uso de UCI de ser necesario. Los casos leves se podrán monitorear desde casa, recetando antipiréticos para reducir la fiebre y analgésicos para el dolor. El monitoreo deberá ser diario por parte de un trabajador de la salud, ya sea por medio de telemedicina o realizando visitas domiciliarias”, nos contaron los colegas de Salud.
Colombia adquirirá 5.600 dosis de la vacuna para la viruela del mono: Carolina Cocho, ministra de Salud. La vacuna Jynneos, el nombre comercial que usan en Estados Unidos, o Imvanex, como la llaman en Europa, no es nueva. En el caso del Viejo Continente, fue autorizada por primera vez en 2013 para la protección de la viruela. Tras una solicitud para ampliar su uso, se permitió utilizarla contra la viruela del mono el pasado 22 de julio, se lee en la página de la EMA, la Agencia de Medicamentos Europea. Lo mismo hizo a FDA, en Estados Unidos.
La ministra de Salud, Carolina Corcho, se refirió a la compra de vacunas pues será la OPS quien adquirirá un lote de 100 mil dosis para América Latina, producidas por el laboratorio danés Bavarian Nordic. “Hay cláusulas de confidencialidad muy exigentes, más que las que había en los contratos para las vacunas del Covid-19. No podemos, entre otras cosas, revelar precios. Apelaremos al principio de precaución y de reserva estratégica para acoger las cláusulas de confidencialidad”, dijo.
Sergio Silva, precisamente sobre este tema, escribió un análisis con lo que él tituló “detalles de una problemática cláusula” y nos recordó, de entrada, que se revivía “un viejo debate de inequidad global”. Allí, por ejemplo, nos dijo que la farmacéutica exige la firma de una cláusula que exime a la empresa de cualquier responsabilidad en caso de que surja algún inconveniente en la aplicación de la vacuna y posterior. ¿Qué es lo que dice, puntualmente? “El compromiso de Colombia de indemnizar, eximir de responsabilidad y defender a su cuenta, costo y riesgo a Bavarian Nordic, sus empresas afiliadas, funcionarios, empleados, consultores y agentes (las “indemnizaciones”) de y contra todas las demandas, reclamaciones, pérdidas y responsabilidades que pueden ser sufridas por un tercero o cualquiera de las indemnizaciones y que surjan de o se produzcan como resultado de actos u omisiones, incluida la negligencia o la mala conducta deliberada de Colombia (...) con el almacenamiento, la distribución, el uso o la administración del producto después de que se haya entregado a Colombia o cualquier otro trato con el producto que no se ajuste a las recomendaciones o requisitos de Bavarian Nordic…”. Corcho dijo, al respecto, que “solo 11 de 33 países han logrado hacer compras y han tenido que hacer modificaciones a su legislación”. Una situación que se “da por el carácter monopólico de la farmacéutica que la produce”. Y explicó que el Gobierno había enviado una carta a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) manifestando el interés de adquirirlas. Pero una cosa sí estaba muy clara: que se está viviendo, con estas vacunas, lo mismo que se tuvo que cruzar con las del Covid-19.
Sharmila Shetty, asesora médica de la Campaña de Acceso a Medicamentos de Médicos Sin Fronteras, escribió esta columna de opinión: “Acceder (o no) a las vacunas contra la viruela del mono: ¿un déjà vu?”. Y nos entregó algunos datos importantes para tener en cuenta: “Actualmente, se estima que hay más de 116 millones de dosis de vacunas distribuidas entre las reservas de varios países, principalmente por temor a un ataque de bioterrorismo con viruela. Esto incluye alrededor de 100 millones de dosis de la vacuna ACAM2000 y alrededor de 16,4 millones de dosis de MVA-BN, la mayoría de las cuales están en poder de los EE. UU.”.
Cómo no nombrar un virus, el caso de la viruela del mono
La tendencia creciente en el número de casos se mantiene. Sin alarma, como ya nos lo han dicho, pero con datos: a corte del 30 de agosto en Colombia había 582 personas con la viruela del mono y Bogotá concentra el 76% del total de confirmados. Hasta el momento, para tranquilidad de todos, no existe reporte de una sola persona muerta por esta causa. “Del 100% de los casos confirmados, el INS reporta que en 248, es decir el 42,6%, no se conoce la fuente; 190 se encuentran en estudio, 92 están relacionados con fuentes desconocidas, 27 tienen relación con casos importados y 25 fueron importados. Hasta este lunes pasado, el Instituto ha recibido 1.225 alertas, practicado 922 muestras, descartado 381 casos y continúa en el estudio de 262 posibles.
Así que tiene todo el sentido leer esta reflexión de Anna M. Stewart-Ibarra, de Latinoamérica21, quien analiza sobre la actual realidad: “El Covid-19, la viruela del mono, el dengue… Los titulares de hoy no dejan lugar a dudas de que seguirán apareciendo nuevas enfermedades virales que amenacen nuestra salud. Las enfermedades infecciosas están surgiendo a un ritmo nunca antes visto, como resultado de los cambios globales del último siglo que favorecen la transmisión, junto con el desarrollo de mejores tecnologías para diagnosticar y detectar las afecciones. Los cambios socio-ecológicos mundiales incluyen, por su parte, la deforestación desenfrenada en regiones tropicales de gran biodiversidad, el calentamiento de las temperaturas y la mayor frecuencia de fenómenos climáticos extremos, así como el rápido movimiento global de personas y virus”. Así que, sin dar más largas, en lo que hay que trabajar es en cómo preparar a las Américas para la próxima pandemia. ¿Cómo hacerlo? Con un “codiseño de soluciones a través de asociaciones transdisciplinarias equitativas”, con el fortalecimiento de la capacidad del sector sanitario y con la “transformación radical de las opresiones sistémicas (colonialismo, racismo, sexismo, clasismo) que siguen condicionando nuestra forma de trabajar juntos y la salud de nuestras generaciones actuales y futuras”, decía.
Ante todo, prudencia. Eso lo aprendimos cuando la avalancha de información que se movía tan rápido como el nuevo coronavirus nos sobrepasó a todos, así que hay que aprender de la experiencia y mantener la calma, escuchar a las autoridades sanitarias, a la comunidad científica y, sobre todo, seguir sus recomendaciones. En este caso, como en otros virus, el aislamiento es fundamental y necesario. El equipo de la sección de Salud de El Espectador nos seguirá informando, a diario, sobre el avance de la viruela del mono y de lo que está pasando en el mundo y en Colombia con ella. Sobre el delicado asunto de las vacunas y de cómo ejecuta este nuevo gobierno su estrategia para superar esta nueva amenaza sanitaria. Hasta el próximo miércoles.