El Invima tiene otro director encargado y ya completa más de un año sin director fijo
El nombramiento lo hizo el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. Muchos han cuestionado la tardanza en nombrar una cabeza al frente de una entidad clave para el país.
Aunque la ausencia de un director en propiedad al frente del Invima ha generado muchas críticas en el secotr de la salud, el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo acaba de nombrar otro director encargado al frente de la entidad.
A través de un decreto emitido este 18 de octubre, Jaramillo nombró a Juan Carlos Arias Escobar en reemplazo de Mariela Pardo. Arias se venía desempeñando como cabeza de a Dirección de Cosméticos, Aseo, Plaguicidas y Productos de Higiene Doméstica y se convierte en la tercera persona en ser director encargado durante el Gobierno de Gustavo Petro. El primero de ellos fue Francisco Rossi, hoy asesor de la fundación Ifarma.
De hecho, hace unas semanas Rossi le había dicho a este diario que la tardanza en nombrar a una cabeza al frente del Invima era algo “imperdonable”. “No está bien. Una institución de este calibre necesita la máxima atención y debería haber tenido desde el primer día, o rápidamente, una dirección concreta y bien definida. Es imperdonable que esto haya terminado de encargo en encargo, porque ningún encargado puede tomar decisiones de largo plazo”, aseguró.
La situación ha recibido críticas de diferentes sectores, que no ven con buenos ojos lo que está pasando al interior de un instituto clave para el mercado de medicamentos y de alimentos en el país. “Es la primera vez el que Invima no tiene director general en propiedad por 14 meses”, le había dicho a El Espectador María Clara Escobar, presidenta de Afidro, la asociación que reúne a las principales multinacionales farmacéuticas en Colombia. (Lea Más de 200 científicos alertan sobre impactos del deshielo en la Antártida)
De hecho, desde ese gremio advertían que han tenido algunos inconvenientes. “Los canales de comunicación se han ido cerrando, las respuestas cotidianas que se esperan desde la entidad a la industria son difíciles de obtener y espacios como audiencias o diálogos tempranos para el registro de nuevos productos casi se han eliminado”, aseguraba Escobar.
“El Invima ha hecho una tarea juiciosa históricamente. Sin embargo, durante los últimos tres años, se ha debilitado por razones externas e internas que están complejizando su operación”, señalaba la profesora Claudia Vaca, del Centro de Pensamiento, Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia. (Lea ¿Qué está pasando en el Invima?)
Aunque advertía que hay una percepción de que el Invima no está funcionando bien, no hay que pasar por alto un par de hechos que han dificultado la operación de la entidad: dos ataques cibernéticos y la pandemia, que retrasó aún más la expedición de algunos permisos y trámites (como los llamados registros sanitarios) para comercializar alimentos o medicinas.
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Aunque la ausencia de un director en propiedad al frente del Invima ha generado muchas críticas en el secotr de la salud, el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo acaba de nombrar otro director encargado al frente de la entidad.
A través de un decreto emitido este 18 de octubre, Jaramillo nombró a Juan Carlos Arias Escobar en reemplazo de Mariela Pardo. Arias se venía desempeñando como cabeza de a Dirección de Cosméticos, Aseo, Plaguicidas y Productos de Higiene Doméstica y se convierte en la tercera persona en ser director encargado durante el Gobierno de Gustavo Petro. El primero de ellos fue Francisco Rossi, hoy asesor de la fundación Ifarma.
De hecho, hace unas semanas Rossi le había dicho a este diario que la tardanza en nombrar a una cabeza al frente del Invima era algo “imperdonable”. “No está bien. Una institución de este calibre necesita la máxima atención y debería haber tenido desde el primer día, o rápidamente, una dirección concreta y bien definida. Es imperdonable que esto haya terminado de encargo en encargo, porque ningún encargado puede tomar decisiones de largo plazo”, aseguró.
La situación ha recibido críticas de diferentes sectores, que no ven con buenos ojos lo que está pasando al interior de un instituto clave para el mercado de medicamentos y de alimentos en el país. “Es la primera vez el que Invima no tiene director general en propiedad por 14 meses”, le había dicho a El Espectador María Clara Escobar, presidenta de Afidro, la asociación que reúne a las principales multinacionales farmacéuticas en Colombia. (Lea Más de 200 científicos alertan sobre impactos del deshielo en la Antártida)
De hecho, desde ese gremio advertían que han tenido algunos inconvenientes. “Los canales de comunicación se han ido cerrando, las respuestas cotidianas que se esperan desde la entidad a la industria son difíciles de obtener y espacios como audiencias o diálogos tempranos para el registro de nuevos productos casi se han eliminado”, aseguraba Escobar.
“El Invima ha hecho una tarea juiciosa históricamente. Sin embargo, durante los últimos tres años, se ha debilitado por razones externas e internas que están complejizando su operación”, señalaba la profesora Claudia Vaca, del Centro de Pensamiento, Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia. (Lea ¿Qué está pasando en el Invima?)
Aunque advertía que hay una percepción de que el Invima no está funcionando bien, no hay que pasar por alto un par de hechos que han dificultado la operación de la entidad: dos ataques cibernéticos y la pandemia, que retrasó aún más la expedición de algunos permisos y trámites (como los llamados registros sanitarios) para comercializar alimentos o medicinas.
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