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Un nuevo estudio ha revelado el mapa celular más detallado que se tiene hasta el momento del endometrio, el tejido interno que recubre el útero. Con esta herramienta, los científicos esperan obtener algunas pistas en la investigación de la endometriosis, una enfermedad que afecta a más de 190 millones de mujeres en el mundo y la cual no tiene cura.
Según explican los investigadores, el nuevo mapa sirve como una brújula o una especie de “Google Maps del endometrio con el que podemos saber dónde está cada célula, de qué está compuesta y qué tipo de interacción tiene con las células que la rodean”, le explicó, a El País, Roser Vento-Tormo, una de las investigadoras del estudio.
Para crear este mapa, los investigadores recurrieron a una técnica conocida como secuenciación de célula única, que consiste en analizar el material genético del ARN célula por célula. Con esto se logra obtener la composición y la función que cumple cada célula dentro del cuerpo.
Esta técnica busca superar lo que ha sido uno de los retos para estudiar el endometrio, que es uno de los sistemas más dinámicos y complejos del cuerpo humano. “Es un tejido que cambia su composición cada cinco días y se regenera entero cada mes de forma perfecta y sin cicatrices”, indicó, a El País, Vento-Tormo. Por ejemplo, durante el ciclo menstrual, este tejido aumenta su grosor y prepara al útero para un posible embarazo. Si esto último no ocurre, el tejido extra se desprende y sale a través de la menstruación.
Este proceso, por su parte, depende de millones de células cuya identidad y función va cambiando dependiendo del tipo de hormona con la que interactúen durante cada ciclo. Esto último no solo afecta sus propias características, sino también la de otras células a su alrededor, lo que ha hecho difícil para la comunidad científica rastrear y entender estos procesos, en particular en los casos en los que se presentan anomalías.
En el caso de la endometriosis, las células del endometrio desarrollan tejido por fuera del útero, como en las trompas de Falopio o los ovarios, lo que puede provocar quistes o una inflamación crónica que se manifiesta con dolor abdominal inhabilitante o, incluso, la infertilidad.
De esta manera, el nuevo mapa mejora la investigación del endometrio al permitir observar cómo las células van cambiando su identidad y cómo se comportan en relación con el desarrollo de enfermedades como la endometriosis. Para el estudio se analizaron más de 300.000 células del endometrio de 63 personas en edad reproductiva. Entre los individuos estudiados se reportó que 30 tenían endometriosis y 14 utilizaban medicamentos hormonales. Vale recordar que, junto con los antiinflamatorios, las hormonas son el tratamiento más común para enfrentar los síntomas de la endometrosis.
Con el análisis de estas células se creó un modelo a partir del cual se puede ayudar a explorar lo que ocurre en este tejido del cuerpo, y, en un futuro, desarrollar tratamientos personalizados de acuerdo con las necesidades de cada paciente. Con estas pistas, de acuerdo con los investigadores, se puede empezar a resolver el misterio detrás de esta enfermedad y las claves para tratarla de manera efectiva.
“La integración del mapa con los datos del estudio de asociación del genoma completo de la endometriosis a gran escala señala a ciertas células y macrófagos como los más probablemente desregulados en la endometriosis. Este atlas es un recurso valioso para estudiar la fisiología y los trastornos endometriales”, indican los investigadores del estudio.
Este trabajo, cuyos resultados se publicaron en la revista Nature Genetics, hacen parte del proyecto internacional Human Cell Atlas, que busca tener un mapa celular detallado del cuerpo humano. Con esto se busca mejorar las capacidades de diagnóstico, monitoreo y tratamiento de enfermedades cuyo pronóstico y tratamiento son complejos.
La endometriosis es una enfermedad crónica y sin cura que afecta a una de cada 10 mujeres a escala mundial. Unos 176 millones de pacientes sufren esta condición desde el momento en que empiezan a menstruar hasta la menopausia. En Colombia no existe un registro del número de mujeres con endometriosis, pero la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad (Asocoen) estima que hay 3,5 millones de diagnosticadas y hasta cinco millones que podrían estar sufriendo de síntomas, sin un diagnóstico certero.
Daniel Sanabria, ginecólogo que forma parte de Endomed, un centro especializado en el tratamiento de la enfermedad en Colombia, explica que es una enfermedad que se caracteriza por generar bastante dolor y una afectación de la calidad de vida, lo que hace que pueda ser incapacitante. Las pacientes con endometriosis suelen tener períodos muy dolorosos, sangrado excesivo, dolor al tener relaciones sexuales y muchas también tienen problemas de fertilidad.
Ley de Endometriosis en Colombia
A principios de este año fue sancionada la Ley 352 de 2022, el cual que establece protocolos para la detección oportuna y tratamiento de la endometriosis. Según cuenta Luz Marina Araque, fundadora y directora de la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad (Asocoen), esta normativa es “un logro en términos de políticas públicas que protejan los derechos de quienes tenemos endometriosis en nuestro país, y pensando en esas futuras generaciones de niñas, de jóvenes y de mujeres que van a recibir el diagnóstico para que ellas no repitan nuestras historias de dolor, de soledad, de desinformación, de mutilaciones y que tengan que perder úteros o su fertilidad por diagnósticos tardíos”.
¿En qué consiste la ley? Según indica el documento, el objetivo de la normativa es establecer y garantizar en el país el acceso completo a “la detección, diagnóstico, estudios, control, tratamiento, medicamentos y terapias necesarias para el abordaje integral de la endometriosis, así como promover la concientización, orientación diagnóstica, prevención de complicaciones físicas, emocionales y sociales”.
De esta manera, esta enfermedad se declara como una patología crónica e incapacitante, que reduce la autonomía de las personas que la padecen y afecta en forma negativa su calidad de vida. Por su parte, el Ministerio de Salud deberá desarrollar e implementar una política pública para el abordaje integral de esta patología.
Con la sanción de esta ley, el Gobierno Nacional contará con un año para implementar esta normativa en el país. “Seguiremos comprometidas en hacer veeduría que permita hacer seguimiento y control para que esto no quede en el papel, sino que se implemente y beneficie a millones de mujeres en nuestro país”, concluye la directora de Asococen, Luz Marina Araque.
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