El modelo mexicano de farmacias con médicos que aterrizará en Colombia
Farmacias Similares, reconocidas por prestar servicios de consulta médica, al tiempo que venden medicamentos, prepara su llegada a Colombia. Aunque ha tenido cierto éxito en México, también han sido criticados por el conflicto de interés que implica su negocio. ¿Qué desafíos puede tener en Colombia?
Juan Diego Quiceno
A principios de marzo, el presidente Gustavo Petro se reunió en la Casa de Nariño con Víctor González Herrera, presidente de Farmacias Similares y de la marca del “Doctor Simi”, una de las más reconocidas en México. “Aquí estoy con el doctor Simi. Han podido reducir en muchas partes del mundo el precio de los medicamentos”, escribió el mandatario. Horas después, González anunciaba a través de X que el “Dr. Simi” llegaba a Colombia. Se espera que la marca, le dijeron a El Espectador varios líderes del gremio farmaceútico colombiano, aterrice en Kennedy, una localidad de Bogotá con más de un millón de habitantes.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
A principios de marzo, el presidente Gustavo Petro se reunió en la Casa de Nariño con Víctor González Herrera, presidente de Farmacias Similares y de la marca del “Doctor Simi”, una de las más reconocidas en México. “Aquí estoy con el doctor Simi. Han podido reducir en muchas partes del mundo el precio de los medicamentos”, escribió el mandatario. Horas después, González anunciaba a través de X que el “Dr. Simi” llegaba a Colombia. Se espera que la marca, le dijeron a El Espectador varios líderes del gremio farmaceútico colombiano, aterrice en Kennedy, una localidad de Bogotá con más de un millón de habitantes.
Farmacias Similares no es como cualquier otra droguería que los colombianos conozcan. Originarias de México y con un 30-40% de control en el mercado, forman parte de lo que los centroamericanos conocen como “consultorios adyacentes a farmacias” (CAF), es decir que, además de vender medicamentos, ofrecen consultas médicas y cuenta, también, con un laboratorio que produce fármacos genéricos.
No se sabe con certeza si Farmacias Similares llegará a Colombia con todo su paquete, pero lo dicho por González, su presidente, parece sugerir que si: “(...) les quiero dar la gran noticia, que el Dr. Simi llega a Colombia. Estamos sumamente emocionados de no solamente traer nuestra gran marca, sino también de venir a ayudar al pueblo colombiano para buscar un mayor bienestar”, dijo al finalizar la reunión con el presidente Petro. ¿Qué ventajas y retos tendría este modelo en el país?
Un “Dr Simi” hecho a la mexicana
Para Andreu Comas García, médico cirujano y magíster en Ciencias de la Salud por la Escuela de Salud Pública del Instituto Nacional de Salud de México, Farmacias Similares nació en un sistema de salud muy fragmentado. “¿Por qué fragmentado? Porque tenemos varios sistemas que coexisten y atienden a poblaciones diferentes”. (Vea: Tribunal de Cundinamarca admite demanda de Minsalud contra EPS).
El sistema de salud mexicano tiene una parte pública y otra parte privada. En cada una de ellas existe una gran variedad de instituciones. En la pública, hay varias entidades que atienden a los empleados del Estado (como del ejército o Pemex, la petrolera mexicana) y a los trabajadores del sector privado (con aportes del empleado y del patrón). Las personas que no podían acceder de ninguna de esas maneras al sistema, lo hacían a través del extinto Seguro Popular. En 2019, el gobierno de México estimaba que en el Seguro Popular había unas 52 millones de personas, la mitad del país. Pero ese mismo año, el presidente López Obrador lo eliminó y creó nuevas instituciones que no han tenido el éxito esperado.
A pesar de esa gran variedad de instituciones públicas, los mexicanos van cada vez más a consultas privadas. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2022 de México, entre 2018 y 2021, el porcentaje de personas que reportaron haber resuelto su problema de salud más reciente en el sector público osciló solo entre el 41% y el 34%. (Puede ver: El problema que se agravó por el uso excesivo de antibióticos).
Paralelamente, el sector privado atiende las necesidades de salud de la población, se puede leer en la encuesta. Allí se señala que desde 2010 los consultorios adyacentes a farmacias (CAF), como Farmacias Similares, han crecido sostenidamente. El uso de CAF entre la población fue del 18% en 2021. Sin embargo, ese porcentaje es mayor (del 24%) entre la población sin seguro (que eran en 2019 unos 52 millones).
“Farmacias Similares es una de las más grandes, pero no es la única: también existe Farmacias San Pablo, Farmacias Guadalajara, y otras más. Su servicio equivale hoy a unas 350.000 citas diarias que no puede ofrecer el sistema de salud público mexicano”, dice Carolina Gómez Vinales, experta en Salud Pública y excoordinadora nacional del Programa IMSS Oportunidades de ese país. Una cita en un consultorio de Farmacias Similares puede costar hoy alrededor de unos $70 pesos mexicanos (o unos $16.000).
“Son muy baratas y están al alcance de la población que no encuentra una cita en un servicio público, porque están saturados, y tampoco tiene para pagar otro servicio privado, más costoso”, dice Mauricio Rodríguez Álvarez, epidemiólogo y quien fue vocero de la Comisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (la principal de ese país), para el covid-19. “El negocio no es la consulta, que es barata, sino que el paciente compre los medicamentos. Lo cual genera un conflicto muy grave de interés”, agrega Rodríguez.
La historia del “Dr Simi” no se puede entender sin la historia de los Laboratorios Best. Fundados por Roberto González Terán en 1953, producen medicamentos genéricos. Su nieto, Víctor González Herrera, ahora lidera Farmacias Similares. En los años noventa, Laboratorios Best enfrentó resistencia para vender sus genéricos, lo que lo llevó a crear Farmacias Similares en 1997 con el modelo de “Farmacia-Médico”.
El modelo desde entonces se compone de una pequeña clínica médica que se puede ubicar justo al lado de la farmacia. Los pacientes reciben la atención médica y una prescripción rápida, y pueden comprar esos medicamentos a precios muy bajos. (Puede ver: Las EPS se montaron al bus de la reforma a la salud)
“A los médicos no se les contrata adecuadamente y se les paga poco”, dice Rodríguez. “Tienen un sueldo base, y muchas veces ganan por comisión de venta, lo cual puede llevar a la sobre prescripción de medicamentos”, agrega el doctor Comas. El conflicto de interés radica en que el médico y la farmacia hacen parte del mismo negocio, lo que puede influir en que el primero recete más medicamentos de los necesarios para que la farmacia tenga una venta más.
En México se conocen muy pocas cifras sobre cuánto gana un médico de un consultorio adyacente a farmacias (CAF) como Farmacias Similares. En 2015 un grupo de médicos y científicos entre los que estaba Álvaro J Idrovo se propuso saber la infraestructura y características del personal médico de estos servicios.
Para despejar sus inquietudes, realizaron una encuesta a médicos generales, tanto por correo electrónico como en formato físico. Obtuvieron respuestas de 15 y 239 médicos, en ambos formatos. Del total de participantes, el 33.5% indicó trabajar en consultorios anexos a farmacias (CAF). Observaron que los médicos en CAF tienen menos experiencia y menos estudios de posgrado en comparación con otros consultorios independientes. Por ejemplo, un porcentaje significativo de médicos en CAF no tuvo que mostrar su cédula profesional (18.7%). (Vea: El trastorno menstrual del que poco se habla y que afecta a muchas mujeres).
Cuando les preguntaron a los médicos cuánto ganaban, reportaron recibir salario base menor en comparación con médicos de consultorios privados independientes (aproximadamente, USD 418 vs USD 672). Pero cuando reportaron su ingreso promedio mensual, algo cambiaba: los médicos CAF reportaron ganar USD 646. “Corresponde a futuras investigaciones indagar si el origen de estos ingresos se relaciona con la práctica médica y, especialmente, si se relaciona con la obtención de comisiones por número o tipo de medicamentos prescritos”, dicen los autores.
“Conocimos casos en donde ni siquiera se daba el papel con la prescripción de los medicamentos, si no que pasaban la orden por una ventanilla interna que daba a la farmacia”, cuenta Idrovo. “Y lo que se genera allí, y esto es muy importante, es que yo voy por un dolor y me dan un analgésico, pero nunca es solo un analgésico. Donde estaba en gran medida la ganancia de esos lugares era en los suplementos vitamínicos”.
“El éxito de Farmacias Similares es que llega a donde ni el Estado ni el sistema público está llegando”, resume Gómez. “Estos consultorios han venido creciendo en los últimos cinco años, desde que se terminó el Seguro Popular”. Ahora, con esas condiciones, ¿podría ser un modelo viable para Colombia?
Colombia, ¿igual a México?
La pregunta de si un modelo como el de Farmacias Similares tiene cabida en el sistema de salud colombiano depende de muchos factores. Ambos países tienen sistemas de salud que comparten indicadores similares, pero hay uno en el que se diferencian mucho y es útil para entender este tema: el gasto de bolsillo. Tiene que ver con cuánto tiene que invertir cada ciudadano de su propio bolsillo para acceder a servicios de salud.
En Colombia, ese gasto, según el último informe de la OCDE, es uno de los más bajos de Latinoamérica (24% de los gastos del sistema) y está en el promedio del club de países. México, por otro lado, tiene un gasto de bolsillo del 47%, casi el doble del colombiano. “Ese gran gasto de bolsillo se entiende, precisamente, porque los ciudadanos no van a los servicios públicos por ineficientes o demorados, y prefieren ir a servicios privados como los de Farmacias Similares y otros de su tipo”, dice Comas.
El gasto de bolsillo es un indicador clave en los sistemas de salud porque se puede asociar al acceso. Es decir, si los ciudadanos tienen que gastar mucho de su bolsillo en su atención sanitaria, es porque no la están consiguiendo en los servicios de salud públicos. En este escenario, opina Idrovo, uno de los riesgos de un modelo como el de Farmacias Similares es que pueda tender a disparar el gasto de bolsillo, por muy barato que sea el servicio en comparación con otros servicios privados.
“Si uno lo quiere ver por el lado favorable, estos servicios acercan en México a la gente a un profesional de la salud. Pero es discutible la calidad de esa atención y la ética de esa atención. Un riesgo de instalar un modelo así en Colombia es que podría fragmentar el sistema, porque la gente que va a estos consultorios en México no están propiamente en el sistema de salud, no tienen una red de mediana o alta complejidad conectada. Para evitar ese problema en Colombia, se tendría que conectar esos consultorios y esa prescripción de medicamentos al sistema de una manera que hoy no existe. Quizás en algunas ciudades grandes se pueda, pero en zonas apartadas lo veo difícil todavía, y es en estas zonas en donde el Gobierno ha mostrado interés de ampliar el acceso”, agrega el profesor Idrovo.
Otro reto es sería quién atendería esos consultorios en Colombia. “El mercado médico y las condiciones sociales y culturales de lo que significa ser un médico, son diferentes aquí respecto a México. El mercado colombiano para el médico todavía es atractivo”, dice Idrovo.
En México se gradúan anualmente alrededor de 12.000 nuevos médicos, según el estudio “Condiciones de empleo y precariedad laboral de los médicos de México: análisis basado en una encuesta nacional”, publicado en los Cuadernos de Salud Pública en 2022. Sin embargo, debido al alto número de egresados y las limitadas oportunidades de empleo en el sistema público, muchos no logran ser contratados y se ven obligados a trabajar de forma independiente o en actividades no relacionadas con la salud. El 45.9% de los médicos trabaja en el sector privado, y muchos de ellos están empleados en los CAF.
En Colombia, al contrario, una investigación de 2022 del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario contó que, “en general, los profesionales de la salud cuentan con mejores condiciones contractuales que el resto de los trabajadores del país e inclusive que los profesionales universitarios en Colombia”. Tienen un ingreso promedio de $2.411.234, por encima del promedio nacional. Esto no oculta, sin embargo, que en el país hay graves problemas, como que los profesionales de la salud trabajan más horas de las recomendadas y que la mayoría no tiene contratos a término indefinido.
“Aun así - finaliza Idrovo- en Colombia no creo que haya muchos incentivos para trabajar en esos consultorios adyacentes a farmacias, si se mantuvieran las condiciones que yo conocí en México. Lo que creo es que no se podría copiar y pegar un modelo como este en países que tienen condiciones que son evidentemente muy distintas en puntos fundamentales”.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺