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El doctor español José Baselga es considerado uno de los mejores profesionales médicos en cáncer de mama. Es el director médico del Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York y ha estado en la junta directiva de compañías como Roche, entre otras. Ha participado en start-ups que prueban terapias contra el cáncer y ha sido uno de los médicos claves para el desarrollo de fármacos que revolucionaron los tratamientos contra el cáncer de mama, una enfermedad que mata a cerca de 519.000 mujeres al año, según la OMS.
Baselga ha publicado en revistas científicas como The New England Journal y The Lancet. Sin embargo, puede que estas publicaciones hayan estado viciadas.
Esta semana, el New York Times y la organización de periodismo investigativo ProPublica, revelaron que Baselga omitió sus lazos financieros con compañías farmacéuticas y de atención médica en los últimos años en docenas de artículos de investigación en estas prestigiosas publicaciones.
La Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer tiene reglas de divulgación financiera establecidas por el mismo Baselga, y según el NYT y Propublica, el oncólogo no las siguió. Puntualmente, las revistas denuncian que omitió los pagos que recibió de compañías farmacéuticas relacionados con la investigación que publicó en la revista Cancer Discovery. Al mismo tiempo, era uno de los dos editores en jefe de la revista.
Un caso es ejemplar: en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica de 2017, en Cigado, Baselga dio el visto bueno a los resultados de dos estudios clínicos patrocinados por la farmacéutica Roche, a pesar de que otros oncólogos los consideraran “decepcionantes”. Tanto así que una vez se conocieron los resultados del prometedor ensayo clínico, las acciones de Roche se caueron un 5% en la Bolsa de Nueva York. El estudio persuadía a los oncólogos de tratar a los pacientes con Herceptin y un medicamento más nuevo y más caro, Perjeta.
El oncólogo español omitió que ha recibido 3.5 millones de dólares desde 2014 por parte de Roche en tarifas de consultoría y en acciones de la empresa, según la base de datos federal Open Payment, en Estados Unidos.
También recibió $260.000 dólares en efectivo y varias acciones al ser parte de la junta directiva de Varian Medical Systems, que le vende equipos médicos para radiografías al Memorial Sloan Kettering Cancer Center, el centro médico que dirige Baselga.
Al ser entrevistado por las dos revistas estadounidenses, dijo que su trabajo con la industria farmacéutica era de conocimiento público y se negó a proporcionar cifras de pago de su participación en algunas nuevas empresas de biotecnología. "Reconozco que ha habido inconsistencias, pero eso es lo que es", dijo.
También hizo consultarías (pagas) para las compañías farmacéuticas AstraZeneca, Eli Lilly, Novartis y Roche/Genentech.
Hace una década, una serie de escándalos que involucraban la influencia secreta de la industria farmacéutica en la investigación de drogas llevó a la comunidad médica a reforzar sus requisitos de divulgación de conflictos de intereses. A los especialistas en ética les preocupaba que los intereses externos moldeen los diseños de los estudios y que se prescriban medicamentos a pacientes que no necesariamente fueron aprobados con toda la rigurosidad científica del caso.
Pero las penalidades por no divulgar los conflictos de interés son para morirse de la risa: tres años de no publicar sus investigaciones si se conoce que tienen relaciones financieras que no reportaron, en las revistas asociadas a la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer. Hasta el momento ningún autor ha sido amonestado.
Baselga se comprometió a corregir en 17 artículos en las revistas The New England Journal of Medicine, The Lancet y Cancer Discovery. "Pasé mi carrera cuidando pacientes con cáncer y trayendo nuevas terapias a la clínica con el objetivo de extender y salvar vidas, aunque he sido inconsistente con las revelaciones y reconozco ese hecho, eso está muy lejos de comprometer mis responsabilidades como médico, científico y líder clínico", dijo Baselga a esos medios de comunicación.