Según la Organización Mundial de la Salud, las personas con depresión mayor o esquizofrenia tienen una probabilidad de muerte prematura un 40% a 60% mayor que la población general.
Cada que se cumple un aniversario de la muerte de mi abuela (falleció hace 6 años), mi mamá repite una frase cuando le pregunto cómo está: “Me duele el corazón”. Lo dice sin dramatismo, sin llevarse la mano al pecho. Pero le creo. A mí también me dolió el corazón cuando la abuela murió, cuando discutí con mi mejor amigo y cuando la mujer que me gustaba me dijo que yo no le interesaba en lo absoluto. Nos duele el corazón después de una ruptura o de un duelo, de una pelea o de un sobresalto, y sentimos que nos duele incluso sabiendo que...