En Bogotá vacunaron a 395 personas que no estaban en la etapa que les correspondía
Según la Superintendencia de Salud, sucedió en la Subred Norte. Los hallazgos fueron trasladados a la Fiscalía, la Procuraduría y la Secretaría de Salud.
La Superintendencia de Salud reveló este martes 23 de marzo hallazgos que muestran varias irregularidades en la administración de la vacuna en la Subred Norte en Bogotá. Según esta entidad, allí fueron vacunadas 395 personas pese a no estar en la etapa que les correspondía. (Lea Volverán los abrazos: así ha sido la vacunación en personas mayores de 80 años)
De acuerdo con la Supersalud, de esta cantidad de personas, 142 hacían parte del personal administrativo de la Subred. Gerencia, contratación, calidad, conmutador, dirección financiera, control interno, gestión ambiental y servicio al ciudadano eran algunas de las áreas a las que pertenecían.
Otras 253 hacían parte del Plan de Intervenciones Colectivas (PIC), como el caso de la politóloga Carolina Cárdenas, que fue conocido hace un par de semanas.
Los hallazgos, explicó la Supersalud en un comunicado de prensa, ya fueron trasladados a la Fiscalía, a la Procuraduría y a la Secretaría de Salud para que “adelanten las investigaciones y determinen las sanciones a que haya lugar en el marco de sus competencias”.
En su auditoría, la Supersalud encontró que la Subred “no realizó una adecuada priorización del personal de salud en la primera etapa de vacunación conforme con los criterios de priorización establecidos por el Ministerio de Salud”.
Entre los hallazgos se encuentra que la Subred Norte “no contaba con talento humano destinado exclusivamente para la vacunación del COVID-19”. Tampoco tenía un proceso definido para el agendamiento de vacunación, ni un protocolo definido para el manejo y disposición de residuos que quedan tras este proceso. Así mismo, hallaron deficiencias en la calidad de la información.
La Superintendencia también examinó el caso del cirujano plástico Camilo Orlando Reyes Carrascal, que se había saltado la fila de la vacunación en Bucaramanga. Entre otras cosas, encontró que este médico, que no estaba en la etapa 1 de priorización, recibió la vacuna en la sede de Floridablanca de la Clínica Fosunab (que no tenía habilitado el servicio de vacunación para COVID-19) y no en la Foscal, como se pensó en un principio.
“Las dos IPS habrían desconocido sus obligaciones frente al agendamiento de citas y verificación de la priorización para la vacunación, así como la presunta omisión de cotejar si el cirujano se encontraba o no en la base de datos”, aseguró la entidad.
La Supersalud dijo, además, que hay otros 59 casos que está analizando.
La Superintendencia de Salud reveló este martes 23 de marzo hallazgos que muestran varias irregularidades en la administración de la vacuna en la Subred Norte en Bogotá. Según esta entidad, allí fueron vacunadas 395 personas pese a no estar en la etapa que les correspondía. (Lea Volverán los abrazos: así ha sido la vacunación en personas mayores de 80 años)
De acuerdo con la Supersalud, de esta cantidad de personas, 142 hacían parte del personal administrativo de la Subred. Gerencia, contratación, calidad, conmutador, dirección financiera, control interno, gestión ambiental y servicio al ciudadano eran algunas de las áreas a las que pertenecían.
Otras 253 hacían parte del Plan de Intervenciones Colectivas (PIC), como el caso de la politóloga Carolina Cárdenas, que fue conocido hace un par de semanas.
Los hallazgos, explicó la Supersalud en un comunicado de prensa, ya fueron trasladados a la Fiscalía, a la Procuraduría y a la Secretaría de Salud para que “adelanten las investigaciones y determinen las sanciones a que haya lugar en el marco de sus competencias”.
En su auditoría, la Supersalud encontró que la Subred “no realizó una adecuada priorización del personal de salud en la primera etapa de vacunación conforme con los criterios de priorización establecidos por el Ministerio de Salud”.
Entre los hallazgos se encuentra que la Subred Norte “no contaba con talento humano destinado exclusivamente para la vacunación del COVID-19”. Tampoco tenía un proceso definido para el agendamiento de vacunación, ni un protocolo definido para el manejo y disposición de residuos que quedan tras este proceso. Así mismo, hallaron deficiencias en la calidad de la información.
La Superintendencia también examinó el caso del cirujano plástico Camilo Orlando Reyes Carrascal, que se había saltado la fila de la vacunación en Bucaramanga. Entre otras cosas, encontró que este médico, que no estaba en la etapa 1 de priorización, recibió la vacuna en la sede de Floridablanca de la Clínica Fosunab (que no tenía habilitado el servicio de vacunación para COVID-19) y no en la Foscal, como se pensó en un principio.
“Las dos IPS habrían desconocido sus obligaciones frente al agendamiento de citas y verificación de la priorización para la vacunación, así como la presunta omisión de cotejar si el cirujano se encontraba o no en la base de datos”, aseguró la entidad.
La Supersalud dijo, además, que hay otros 59 casos que está analizando.