Encuesta revela las ARL solo entregaron al 0,05% del personal de la Salud elementos de protección
La investigación fue realizada por los gremios médicos sobre la exposición del personal de la salud en el contexto de la pandemia SARS COV2, COVID-19 y condiciones de bioseguridad.
Laura Muñoz López
La Federación Médica Colombiana y el Colegio Médico de Bogotá, realizaron una segunda encuesta para conocer el estado actual de la bioseguridad y los protocolos de atención COVID-19 del personal de la salud, un mes después de la declaratoria de la emergencia social, económica y ecológica en el contexto de la pandemia.
La encuesta, realizada entre el 19 y el 27 de abril de 2020, fue respondida por 916 personas en 28 departamentos del país y Bogotá, entre médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud. Está dividida en cinco secciones: demografía y contacto, profesión y condición laboral, condiciones de bioseguridad, discriminación e informes específicos. El cuestionario contaba con treinta y seis (36) preguntas, treinta y tres (33) de selección múltiple y tres (3) preguntas abiertas.
De acuerdo con las respuestas de los encuestados, no se han cumplido las disposiciones del Gobierno Nacional para garantizar los elementos de protección personal (tapabocas, gorros, caretas); estos siguen siendo financiados mayoritariamente con recursos propios de los trabajadores y donaciones, no se tiene la dotación completa.
Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana, señala: “los resultados de la encuesta muestran que, desde el 15 de abril, día en que se dio el plazo a las ARL y empleadores para resolver la cobertura de bioseguridad al personal de la salud, estas no han cumplido. Solo el 0.05% reporta haber recibido los insumos por parte de estas entidades, el 46% afirman que obtienen los elementos de protección personal de recursos propios, el 5 % de donaciones”.
En este mismo sentido, la Procuraduría General de la Nación informó “solo han suministrado 540 caretas de protección, 29.815 respiradores N95, 1.042 monogafas, 12.280 batas antifluido, 517.092 mascarillas quirúrgicas y guantes de látex, elementos desechables de único uso, indispensables para el desarrollo de las actividades”.
Otro aspecto que revela la investigación, sobre formalización laboral y pago de deudas a los trabajadores de la salud, es que el 22% de los encuestados, 1 de cada 5, registra entre 1 y 3 meses retraso en el pago de sus honorarios/salario, y el 3% registra este retraso igual o más de 1 año. El tipo de contratación corresponde en un 50,8% a prestación de servicios o tercerización laboral.
Los hallazgos que muestra la encuesta, en torno a la discriminación social que han sufrido los trabajadores, es que 1 de cada 5, el 19%, ha padecido de segregación. En lugares como, el transporte público un 39%, seguido de lugares comerciales con un 28%, cerca al lugar de residencia con un 24% y en la institución hospitalaria con un 9%.
Los encuestados expresan: “Es imposible salir con uniforme sin que la gente se aleje de ti o te miren mal y te juzguen…Saliendo del trabajo fui intimidada por dos hombres quienes quisieron golpearme…En un articulado de Transmilenio me senté y un señor me dijo ¿usted para que se sienta? usted debe ir allá (al lado de la puerta del Transmilenio) … Un policía de tránsito, me detiene le entregó mi documentación y carné de personal de salud y me dice, ustedes siempre son a escudarse en ese hp carné… No me dejan ingresar a mi sitio de residencia”.
Del total de encuestados, 67 (7,3%) reportaron ser caso COVID-19 positivo, ubicándose principalmente en la ciudad de Bogotá, seguida de la ciudad de Cali. Los casos reportados fueron principalmente COVID-19 positivo, seguido de contacto estrecho y son principalmente médicos generales, médicos intensivistas y auxiliares de enfermería.
Sobre las razones para que el 37% de los trabajadores haya pensado en renunciar a su trabajo durante la última semana son: condiciones laborales 40%, la falta de elementos de protección personal 32%, el miedo contagiarse y contagiar a sus familiares 28%.
Hermán Bayona, presidente Colegio Médico de Bogotá, expresó: “Más allá de las cifras, lo que se evidencia es la ineficacia de las medidas gubernamentales, para fortalecer el sistema de salud y proteger a sus trabajadores. Medidas económicas y alocuciones presidenciales que se quedaron en el papel y en tiempo televisivo, no se han materializado, han sido solo anuncios e intermediarios que no solucionan. Lo cierto es que, en el día a día, el miedo y el dolor crecen entre los trabajadores de la salud como lo muestran las denuncias de la encuesta”.
A lo anterior agregó: “nuestro temor como médicos sigue siendo el mismo: se producirán más casos de trabajadores de la salud contagiados, también, que nos convirtamos en agentes transmisores del COVID-19, pues al no estar protegidos, no protegemos a la población en general, especialmente cuando inicie el levantamiento gradual de la cuarentena”.
Por su parte, Corcho, manifestó “como consecuencia de las deficientes medidas e incumplimientos con el personal de la salud, se encuentra que el 37% de los encuestados ha pensado en renunciar, ad portas de hacer levantamiento de cuarentena, y de que más ciudadanos establezcan contacto social, lo cual, los epidemiólogos han dicho que aumentará necesariamente el contagio. Los datos aquí presentados, reflejan la precaria preparación del sistema de salud para afrontar la pandemia, teniendo en cuenta que esta es una de las razones por las que se hizo la cuarentena, para preparar el sistema, no se ha avanzado en lo que constituye el principal recurso de un sistema de salud, que es su talento humano”.
La Federación Médica Colombiana y el Colegio Médico de Bogotá, realizaron una segunda encuesta para conocer el estado actual de la bioseguridad y los protocolos de atención COVID-19 del personal de la salud, un mes después de la declaratoria de la emergencia social, económica y ecológica en el contexto de la pandemia.
La encuesta, realizada entre el 19 y el 27 de abril de 2020, fue respondida por 916 personas en 28 departamentos del país y Bogotá, entre médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud. Está dividida en cinco secciones: demografía y contacto, profesión y condición laboral, condiciones de bioseguridad, discriminación e informes específicos. El cuestionario contaba con treinta y seis (36) preguntas, treinta y tres (33) de selección múltiple y tres (3) preguntas abiertas.
De acuerdo con las respuestas de los encuestados, no se han cumplido las disposiciones del Gobierno Nacional para garantizar los elementos de protección personal (tapabocas, gorros, caretas); estos siguen siendo financiados mayoritariamente con recursos propios de los trabajadores y donaciones, no se tiene la dotación completa.
Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana, señala: “los resultados de la encuesta muestran que, desde el 15 de abril, día en que se dio el plazo a las ARL y empleadores para resolver la cobertura de bioseguridad al personal de la salud, estas no han cumplido. Solo el 0.05% reporta haber recibido los insumos por parte de estas entidades, el 46% afirman que obtienen los elementos de protección personal de recursos propios, el 5 % de donaciones”.
En este mismo sentido, la Procuraduría General de la Nación informó “solo han suministrado 540 caretas de protección, 29.815 respiradores N95, 1.042 monogafas, 12.280 batas antifluido, 517.092 mascarillas quirúrgicas y guantes de látex, elementos desechables de único uso, indispensables para el desarrollo de las actividades”.
Otro aspecto que revela la investigación, sobre formalización laboral y pago de deudas a los trabajadores de la salud, es que el 22% de los encuestados, 1 de cada 5, registra entre 1 y 3 meses retraso en el pago de sus honorarios/salario, y el 3% registra este retraso igual o más de 1 año. El tipo de contratación corresponde en un 50,8% a prestación de servicios o tercerización laboral.
Los hallazgos que muestra la encuesta, en torno a la discriminación social que han sufrido los trabajadores, es que 1 de cada 5, el 19%, ha padecido de segregación. En lugares como, el transporte público un 39%, seguido de lugares comerciales con un 28%, cerca al lugar de residencia con un 24% y en la institución hospitalaria con un 9%.
Los encuestados expresan: “Es imposible salir con uniforme sin que la gente se aleje de ti o te miren mal y te juzguen…Saliendo del trabajo fui intimidada por dos hombres quienes quisieron golpearme…En un articulado de Transmilenio me senté y un señor me dijo ¿usted para que se sienta? usted debe ir allá (al lado de la puerta del Transmilenio) … Un policía de tránsito, me detiene le entregó mi documentación y carné de personal de salud y me dice, ustedes siempre son a escudarse en ese hp carné… No me dejan ingresar a mi sitio de residencia”.
Del total de encuestados, 67 (7,3%) reportaron ser caso COVID-19 positivo, ubicándose principalmente en la ciudad de Bogotá, seguida de la ciudad de Cali. Los casos reportados fueron principalmente COVID-19 positivo, seguido de contacto estrecho y son principalmente médicos generales, médicos intensivistas y auxiliares de enfermería.
Sobre las razones para que el 37% de los trabajadores haya pensado en renunciar a su trabajo durante la última semana son: condiciones laborales 40%, la falta de elementos de protección personal 32%, el miedo contagiarse y contagiar a sus familiares 28%.
Hermán Bayona, presidente Colegio Médico de Bogotá, expresó: “Más allá de las cifras, lo que se evidencia es la ineficacia de las medidas gubernamentales, para fortalecer el sistema de salud y proteger a sus trabajadores. Medidas económicas y alocuciones presidenciales que se quedaron en el papel y en tiempo televisivo, no se han materializado, han sido solo anuncios e intermediarios que no solucionan. Lo cierto es que, en el día a día, el miedo y el dolor crecen entre los trabajadores de la salud como lo muestran las denuncias de la encuesta”.
A lo anterior agregó: “nuestro temor como médicos sigue siendo el mismo: se producirán más casos de trabajadores de la salud contagiados, también, que nos convirtamos en agentes transmisores del COVID-19, pues al no estar protegidos, no protegemos a la población en general, especialmente cuando inicie el levantamiento gradual de la cuarentena”.
Por su parte, Corcho, manifestó “como consecuencia de las deficientes medidas e incumplimientos con el personal de la salud, se encuentra que el 37% de los encuestados ha pensado en renunciar, ad portas de hacer levantamiento de cuarentena, y de que más ciudadanos establezcan contacto social, lo cual, los epidemiólogos han dicho que aumentará necesariamente el contagio. Los datos aquí presentados, reflejan la precaria preparación del sistema de salud para afrontar la pandemia, teniendo en cuenta que esta es una de las razones por las que se hizo la cuarentena, para preparar el sistema, no se ha avanzado en lo que constituye el principal recurso de un sistema de salud, que es su talento humano”.