El Espectador le explica lo que pasa con EPS Sanitas, Cruz Verde y el Minsalud

Es miércoles, día de El Espectador le explica. El sistema de salud colombiano está en sala de espera. Por un lado, el Gobierno busca hacerle una reforma estructural, profunda, y por el otro, varios grupos de gremios de ese sector han esgrimido duras críticas a la propuesta del Ejecutivo, por ejemplo, frente al papel de las EPS en el nuevo escenario; mientras tanto el documento avanza en el Congreso de la República. Y, en paralelo, un asunto no menor ha venido subiendo la presión desde el pasado 30 de octubre, cuando la mayor distribuidora de medicamentos del país, Cruz Verde, una compañía del grupo empresarial mexicano Femsa; informó que no entregaría más medicamentos que no estuvieran cubiertos por el Plan de Beneficios en Salud, PBS, a los afiliados de la EPS Sanitas, del grupo español Keralty. La razón: hay una deuda que hoy llega a los $400.000 millones. Pero ¿por qué llegamos a esta situación en Colombia? ¿Qué dice el Gobierno? ¿Cómo quedan los usuarios del sistema de salud? Aquí va el resumen de todos los contenidos que ha escrito la redacción de Salud de El Espectador y con el que se responden estas y otras preguntas. Comencemos.

Es miércoles, día de El Espectador le explica. El sistema de salud colombiano está en sala de espera. Por un lado, el Gobierno busca hacerle una reforma estructural, profunda, y por el otro, varios grupos de gremios de ese sector han esgrimido duras críticas a la propuesta del Ejecutivo, por ejemplo, frente al papel de las EPS en el nuevo escenario; mientras tanto el documento avanza en el Congreso de la República. Y, en paralelo, un asunto no menor ha venido subiendo la presión desde el pasado 30 de octubre, cuando la mayor distribuidora de medicamentos del país, Cruz Verde, una compañía del grupo empresarial mexicano Femsa; informó que no entregaría más medicamentos que no estuvieran cubiertos por el Plan de Beneficios en Salud, PBS, a los afiliados de la EPS Sanitas, del grupo español Keralty. La razón: hay una deuda que hoy llega a los $400.000 millones. Pero ¿por qué llegamos a esta situación en Colombia? ¿Qué dice el Gobierno? ¿Cómo quedan los usuarios del sistema de salud? Aquí va el resumen de todos los contenidos que ha escrito la redacción de Salud de El Espectador y con el que se responden estas y otras preguntas. Comencemos.

Vamos paso a paso, no sin antes recordar que en este enlace dejamos los más de 800 contenidos que desde la redacción hemos escrito en el cubrimiento sobre la reforma a la salud y que este martes, en la plenaria de la Cámara de Representantes, tuvo más aprobaciones que debate de fondo. Y también rechazos evidentes ante la posibilidad de que, una vez aprobada, los directores de los hospitales públicos pudieran ser elegidos por gobernadores y alcaldes, en una evidente jugada política, y no por los requisitos de mérito, por la experiencia adquirida y los logros demostrados. La situación fue tan lamentable y vergonzosa que hasta el mismo presidente Gustavo Petro salió, en redes sociales, a advertir que esa proposición no la había hecho su administración y pedía que la tumbaran. Varios congresistas catalogaron dicha movida como “nefasta” y aseguraron que la idea venía del Partido Liberal en un proceso de “concertación” entre la coalición del Gobierno. La discusión está citada para este miércoles a las 7:02 de la noche.

“Cumplen o cumplen, con Cruz Verde o con cualquier proveedor”: ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.

Con eso claro y sobre la mesa, vamos con el asunto entre Cruz Verde, EPS Sanitas y el ministerio de Salud, pues una realidad muy grave está en el fondo de todo esto: la salud de los y las pacientes que necesitan ciertos medicamentos (los más avanzados científicamente y, por ende, los más costosos) para poder darle manejo a su enfermedad. Pero ¿cómo funciona el sistema de salud colombiano cuando una persona necesita un tratamiento, una terapia o un medicamento que no está dentro del llamado Plan de Beneficios en Salud? Existen dos caminos: por un lado, el paciente, vía tutela, logra que su Entidad Promotora de Salud, EPS, se lo suministre. Se autoriza ese gasto. Y la EPS, a su vez, se lo cobra al Estado. La otra es que, por ejemplo, para el caso de las enfermedades raras el médico ordena la terapia y la justifica. Con ese diagnóstico la EPS, de nuevo, no tiene más remedio que autorizar el gasto. Como en el primer caso, esa EPS le traslada el valor al Estado.

¿Y cómo cubre el Estado, representado en este caso por el Ministerio de Salud, todos esos costos? Lo hace por medio de “presupuestos máximos”, el dinero público que gira el Gobierno (fuera de la UPC) para costear esas tecnologías caras y poco masivas. Ahora, ¿por qué era necesaria esta explicación y por qué resulta tan grave lo que se hizo público el pasado 30 de octubre entre Cruz Verde, EPS Sanitas y el Minsalud?

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Cruz Verde no entregará medicamentos que no estén en el PBS a afiliados de Sanitas

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Sanitas respondió a Cruz Verde por suspensión en la entrega de medicamentos no PBS

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Supersalud pide a Sanitas garantizar la entrega de medicamentos no PBS a sus afiliados

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Sanitas vs Cruz Verde: el eterno debate de los medicamentos NO PBS en el sistema de salud

Resulta que el pasado 30 de octubre Cruz Verde, la cadena de farmacias más grande de Colombia y que hace parte del grupo empresarial mejicano, Femsa (los mismos dueños de las embotelladoras y distribuidoras de Coca Cola y Sprite en Colombia, además de las tiendas Oxxo), informó a través de un comunicado de prensa que no entregaría más medicamentos que no estuvieran dentro del Plan de Beneficios en Salud, es decir, los llamados No PBS, a los usuarios de las EPS Sanitas, la más grande de Colombia y que hace parte del grupo empresarial español Keralty. La razón: que esa EPS le debe a Cruz Verde $400.000 millones. “Tras más de tres años de negociaciones y de diversas solicitudes planteadas a la EPS Sanitas para generar un pago de la cartera adeudada, a la fecha, no ha sido posible su saneamiento”, se leía allí. Y advirtió que la suspensión se haría desde el 15 de noviembre, es decir, desde hoy.

“Como cada mes, fui a reclamar en Cruz Verde, Bocagrande, Cartagena, el medicamento que debo tomar todos los días y la respuesta fue que está agotado. La persona que me atendió dijo que iba a estar pendiente. Yo también lo estaré de Minsalud, @petrogustavo”, escribió Nena Arrázola en redes sociales, una periodista sobreviviente de cáncer, el martes 14 de noviembre en la mañana. Y como ese testimonio, hay otros tantos de familiares que dicen que van en busca de una medicina para, incluso, pacientes con dolor, pero no han recibido los medicamentos.

En este enlace está la resolución del ministerio de Salud con la lista de medicamentos, servicios y tecnologías catalogados como No PBS. Allí aparecen, por ejemplo, medicinas para enfermedades huérfanas, para pacientes oncológicos o con artritis reumatoide, entre otras. También hacen parte los pañales y los alimentos parenterales.

El mismo 30 de octubre, EPS Sanitas respondió: “Rechazamos la comunicación de Cruz Verde por la afectación que esto puede generar a nuestros afiliados”, es una decisión “unilateral y abrupta”, y advirtieron que ya estaban buscando soluciones para los No PBS, pero que la entrega de medicamentos que sí están incluidos dentro del PBS se mantendrían sin ninguna alteración con Cruz Verde.

Al conocerse la situación, la Superintendencia de Salud exigió “la activación de un plan de contingencia de manera inmediata, que priorice la entrega continua y sin dilación de los medicamentos e insumos médicos requeridos por sus afiliados, donde además difunda ampliamente la información correspondiente a las novedades de entrega de los insumos y medicamentos pendientes”. EPS Sanitas, por su lado, decía que “el tema de “presupuestos máximos” con el que está relacionada esta decisión (la de Cruz Verde) es una de las razones por las cuales veníamos alertando al Gobierno desde hace meses sobre la importancia de encontrar soluciones a la situación actual sin que tengamos hasta ahora una respuesta al respecto”. Eso, leyendo entre líneas, quería decir, y visto desde el lado de la EPS, que el Gobierno no había cumplido con los pagos de esos “presupuestos máximos”, razón por la cual no contaban con el dinero para sanear la deuda a Cruz Blanca.

Entonces entró el Gobierno a este embrollo de marca mayor. El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, dijo: “Les hemos pagado absolutamente todo”. Y soltó las cuentas. Según Jaramillo, por medio de la Adres, que es el llamado banco de la salud, le han pagado a EPS Sanitas $7,8 billones, pero de ese total, $7,3 billones corresponden a UPC y $500.000 millones a los “presupuestos máximos”, que es el dinero que se usa para cubrir los No PBS. Que estaban al día con los pagos y que lo único que se debía eran “$90.141 millones por cuenta de los ajustes por recobros que Sanitas solicitó para 2022 y cuyo dinero saldrá de un crédito público que deberá ser gestionado por la cartera”.

En cifras del Ministerio de Salud, EPS Sanitas tiene 5′800.000 afiliados y Cruz Verde seguirá despachando los medicamentos que están cubiertos por el PBS a los afiliados de esta EPS. Los que están en medio de la discusión, son los No PBS. Se sabe que entre 30 mil y 40 mil usuarios reciben este grupo de medicamentos mensualmente en esta EPS.

¿Qué tenían por decir los pacientes? Si el Gobierno estaba al día, ¿por qué Sanitas decía que parte de la razón por la cual se había llegado a esta situación era por los “presupuestos máximos” con el Gobierno como protagonista? Y las demás EPS, representadas por la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral, ACEMI, ¿cómo entraban al debate? Los entes de control ya ponían la lupa sobre la delicada situación.

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“Elevamos un grito desesperado para buscar alternativas”: pacientes de Sanitas

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El presidente de Sanitas le responde al Ministro de Salud sobre lío de medicamentos

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Las EPS se pronuncian sobre el caso de Sanitas y Cruz Verde

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Contraloría entra a investigar caso de Sanitas y Cruz Verde

“Los usuarios y pacientes venimos siendo afectados en la prestación de los servicios, poniendo en riesgo la vida de los mismos, principalmente aquellos con enfermedades de alto costo”, escribió la Asociación de Usuarios de Sanitas. Y, de manera contundente, dejaron saber no solo su exigencia sino su necesidad: “Es responsabilidad del Gobierno Nacional garantizar el flujo de recursos para atender las necesidades en salud”. “Elevamos un grito desesperado para buscar alternativas, entendiendo que se debe garantizar el derecho sagrado a la vida”.

El presidente de la EPS Sanitas, Juan Pablo Rueda, le respondió al ministro de Salud. De acuerdo con sus cuentas, el costo de entregar medicinas No PBS a sus afiliados asciende a $55 mil millones por mes y el Gobierno solo les está reconociendo $32 mil millones. Así las cosas, los $400 mil millones que su EPS le debe a Cruz Verde es un acumulando desde el 2020. “Hemos hecho todo el esfuerzo para que el Gobierno entienda esas cifras. Ellos las conocen. Pero el Estado tiene una responsabilidad financiera en este tema. Tiene que haber un reconocimiento de esa deuda y debe haber un pago efectivo”, manifestó Rueda. Y para entrar en el detalle, aseguró que “las tecnologías No PBS corresponden al 20% del total de facturación que tenemos con Cruz Verde”.

Acemi entró a la discusión. “Los pagos de julio, agosto y septiembre de 2023 recién fueron girados en octubre, afectando el flujo de pagos de las EPS a los gestores farmacéuticos. El giro de octubre no ha sido recibido por todas las EPS. No hay confirmación de fuente de recursos para pago de los meses de noviembre y diciembre de 2023″, denunciaron. En un comunicado de prensa, señalaron que el Ministerio de Salud tampoco ha pagado los ajustes de los presupuestos máximos de 2022, que ascienden a $1,67 billones.

Cruz Verde es el mayor gestor farmacéutico del país: en 2022 entregó más de 57 millones de medicamentos a casi nueve millones de usuarios afiliados a las EPS en Colombia, entre esos, los usuarios de EPS Sanitas.

Con esto se iba aclarando un tanto el panorama. Primero, quedó en evidencia que no era un asunto de ahora, de la coyuntura, sino que trae una larga cola. De años. Que no es un asunto exclusivamente de la EPS Sanitas y de Cruz Verde -lo que pasa es que entre estas dos compañías ya no hubo tiempo a más plazos y negociación-, que el Gobierno sí ha girado, pero que, a consideración de las EPS, no ha sido lo suficiente. Entonces hace falta una pieza en este rompecabezas para poder entender mejor: ¿Cómo funciona esto de los “presupuestos máximos”? Sergio Silva Numa, editor de Salud de El Espectador, nos lo explicó en detalle, con la ayuda de varios expertos en salud pública. Veamos la siguiente gráfica:

Sergio Silva nos contaba que “cuando Uribe era presidente, su ministro de Salud, Diego Palacio, hizo unas movidas que fueron muy criticadas por la Federación Médica Colombiana. En un informe del 2012, esta organización demostró que, entre otras cosas, Palacio había liberado los precios de varios medicamentos que estaban controlados y eso causó una gran grieta en el sistema de salud. A raíz de varias de esas decisiones, la suma del valor de los medicamentos que no hacían parte del hoy Plan de Beneficios (PBS) empezó a desbordarse. Entonces, el camino consistía en que las EPS pagaban esos tratamientos y después se los recobraban al Estado”.

Cuenta que fue así como, de acuerdo con ese documento de la Federación Médica, “mientras entre 1997 y 2000 los recobros por medicamentos y procedimientos por fuera del PBS sumaron $4.244 millones, en 2001 pasaron a $ 5.311 millones. En 2002 se multiplicaron por 10 y llegaron a $ 56.741 millones. Luego, en 2003 ascendieron a $113.709. La llave estaba abierta y nadie la pudo parar. Sin embargo, recuerda Óscar Andia, director del Observatorio del Medicamento de la Federación Médica, en el gobierno de Juan Manuel Santos se hizo un esfuerzo por contener ese gasto. Por un lado, hubo más de un abuso de prescripción de algunos médicos y del personal de la salud. Por otro, como la famosa Ley Estatutaria de Salud de 2015 estableció que las personas vinculadas al sistema tenían acceso a todas las tecnologías en salud existentes que no hubiesen sido excluidas de manera explícita, la discusión empezó a tornarse más compleja”.

Sanitas, Cruz Verde y los medicamentos que se nos salieron de las manos

En el 2018 apareció la figura de “presupuestos máximos”, que no era nada distinto a ponerle techos de gasto a las EPS frente a esas tecnologías o medicamentos No PBS. Se puso en marcha en el 2020 y es la que está vigente en la actualidad. El problema financiero es que ya no se habla de miles de millones sino de billones. “De acuerdo con los informes de la Adres, luego de que los “presupuestos máximos” empezaron a funcionar, los costos de las tecnologías No PBS, aunque han bajado, han sido los siguientes: entre de agosto de 2020 y julio de 2021 pagaron $ 5,1 billones; entre el 1 de junio de 2021 y 30 abril de 2022, $4,5 billones, y entre el 1 de julio de 2022 y 30 de julio, $3,8 billones”. Así, por evidentes y numéricas razones, el tema es complejo. ¿Qué solución hay a la vista? Sin que sea formal, de acuerdo con fuentes consultadas por El Espectador, la tarea estaría en manos del nuevo director del Invima para que desde allí se regulen los precios de los medicamentos más caros y, en la misma vía, se evalúe su utilidad terapéutica.

Para el primero de noviembre se conocía que la EPS Sanitas no había atendido 714 reclamaciones formuladas por sus usuarios relacionadas con la entrega de medicamentos. “Esto denota un incumplimiento a lo ordenado por el ente de control”, decía la Supersalud. La Procuraduría anunciaba la citación del ministro de Salud para conocer su versión sobre todo este caso de Sanitas y Cruz Verde y, sobre todo, para aclarar las cifras de parte y parte y con ello los compromisos financieros.

Ante la difícil situación, aparecían posibles soluciones desde la EPS, la Supersalud formalmente entraba a tomar acciones, se complicaba la reunión con la Procuraduría y, en medio de la discusión de la reforma a la salud, contamos detalles de un proyecto de decreto con el que se buscaba modificar las reglas de juego del giro directo, pues el borrador menciona que, precisamente, “el giro directo también se aplicará para “presupuestos máximos””:

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¿Y en qué vamos? En que en la tarde noche de este 14 de noviembre, la EPS Sanitas informó que había llegado a un acuerdo con Audifarma para garantizar la entrega de medicamentos No PBS a sus afiliados desde este 15 de noviembre: “Poniendo a nuestros usuarios como máxima prioridad, desde EPS Sanitas vamos a asumir de forma transitoria la financiación que le corresponde al Gobierno. No es una decisión fácil porque nuestros recursos están en una etapa crítica, pero lo hacemos por el compromiso que nos caracteriza con los colombianos y con el sistema, al que hemos contribuido por más de 28 años”, informaron en un comunicado de prensa.

Aseguraron que “para garantizar la continuidad inmediata de la dispensación de los medicamentos No PBS hemos llegado a un acuerdo con Audifarma, empresa con más de 25 años de experiencia en gestión farmacéutica y con presencia a nivel nacional” y que, “en este sentido, reiteramos el llamado urgente al Gobierno Nacional, dado que esta solución de financiación es temporal y aun se requieren decisiones definitivas que llevamos solicitando desde hace mucho tiempo en diferentes escenarios. Esta grave situación afecta a todo el sector, ya que la insuficiencia presupuestal y financiera se mantiene e impacta a los diferentes actores del sistema”.

La historia de Cruz Verde: un poderoso actor en el mundo de los medicamentos

Esta solución, si lo ponemos en términos médicos, es como la consulta externa en donde formulan un acetaminofén para calmar el dolor y así se logra un poco de tiempo para ir a unos exámenes detallados. No es la cura. El asunto es que el problema tiene mucho de fondo que deja abiertas todavía muchas preguntas sin respuesta, como la sostenibilidad de ese sistema que hoy está en déficit, la cuantificación de los costos de los tratamientos de estas enfermedades para poder presupuestarlas, de si se debe o no mantener el modelo de los techos a las EPS, de si el país debe diseñar una estrategia para negociar de la mejor forma posible los medicamentos en el mercado internacional para que no lleguen tan costosos al país, de cómo se debería auditar cada peso de estos recursos, incluso, de si se debería permitir que las deudas entre los agentes del sistema lleguen a niveles tan altos como el que alcanzaron EPS Sanitas y Cruz Verde, quienes ahora se muestran los colmillos, pero que hace un poco más de 30 años, eran parte del mismo grupo empresarial de salud.

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