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EPS Sura: el impacto financiero, una de las razones de Supersalud para frenar su salida

La Supersalud estimó que las EPS que podrían recibir a los más de 5 millones de afiliados de EPS Sura, en caso de que saliera del sistema, necesitarían recursos por entre $4,21 e incluso $9,2 billones.

10 de diciembre de 2024 - 05:07 p. m.
La EPS Sura le pidió a la Superintendencia de Salud su salida progresiva del sistema de salud.
La EPS Sura le pidió a la Superintendencia de Salud su salida progresiva del sistema de salud.
Foto: EPS SURA
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“Hemos buscado caminos para mantener un rol en el sistema. Hemos conversado con actores. Sin embargo, el tiempo se agotó y se deben tomar medidas para evitar un mayor deterioro”, dijo en mayo pasado Juana Francisca Llano, presidenta de Suramericana. “El sistema de salud enfrenta una desfinanciación histórica. Es una problemática que nos supera como compañía”. El tema financiero fue, entonces, la principal razón que EPS Sura consideró para pedir su salida progresiva del sistema, algo que este martes la Supersalud rechazó.

En Colombia, las EPS que quieran operar en el sistema de salud deben cumplir cuatro indicadores financieros: capital mínimo, patrimonio adecuado, reservas técnicas y régimen de inversión de las reservas técnicas. En términos bastante simples, el primero representa el dinero necesario y “mínimo” que detebe tener la EPS para asegurar que puede hacer frente a sus compromisos financieros. Es como un “colchón” que le da seguridad al sistema de que la entidad tiene recursos suficientes para operar sin poner en riesgo a los afiliados.

El segundo, el patrimonio adecuado, hace referencia al valor total de los bienes y recursos de la EPS. Esto asegura que, en caso de necesitarlo, la entidad pueda cubrir sus deudas y seguir funcionando. Es, en términos simples, lo que tendría la EPS si decidiera vender todos sus bienes. Por último, las EPS deben contar con reservas técnicas, que son los fondos para cubrir los gastos de salud que se presentarán en el futuro. Esas reservas deben ser invertidas de manera segura y responsable para que crezca con el tiempo y puedan contar con más fondos cuando sea necesario para cubrir los costos de salud de sus afiliados.

El incumplimiento de todos o alguno de estos indicadores fue la causal principal que ha esgrimido la Supersalud para ordenar sus intervenciones a otras EPS. Cuando Sura pidió autorización para su salida del sistema, dice la Supersalud, lo hizo en busca de evitar ser objeto de una intervención. La EPS señalaba que había incurrido en pérdidas durante los años 2022 y 2023 que le habían hecho perder su patrimonio casi en su totalidad, lo que provocaría que durante el 2024 la EPS entrara a incumplir los indicadores financieros.

Por ejemplo, EPS Sura argumentaba que la entidad pasó de tener una estructura financiera donde existía un superávit patrimonial de $358.461 millones en 2021, a tener un saldo de patrimonio de $110,248 millones a 31 de marzo de 2024. En abril de 2024, la EPS incurrió en una pérdida de $56,582 millones.

Sin embargo, en la resolución que rechaza la petición de salida de Sura, la Supersalud también toma en cuenta otros factores. Uno de los más relevantes es que, aunque las finanzas de EPS Sura enfrentan dificultades, las de las otras EPS que tendrían que asumir a los más de 5 millones de afiliados de Sura son igualmente complicados.

Las finanzas de EPS Sura

De acuerdo con la medición realizada por la Supersalud, Sura reportó un comportamiento mixto en sus indicadores de capital mínimo y patrimonio adecuado. Hasta junio de 2015, la entidad cumplió con el requisito de capital mínimo, pero su patrimonio adecuado reportó un déficit de más de 32 mil millones de pesos, debido a las reservas patrimoniales que había formado, las cuales ayudaron a mejorar sus niveles de capital, pero no fueron suficientes para cumplir con los requerimientos de patrimonio.

Posteriormente, y para el cierre de las vigencias 2015 a 2023 y con corte a septiembre de 2024, Sura cumplió los niveles de capital mínimo requerido y reportó reservas patrimoniales en aumento.

Respecto al patrimonio adecuado, la EPS presentó un déficit en junio de 2015, pero cumplió con el porcentaje requerido al cierre de ese año y también para los años 2021 y 2022. Esto cambió en diciembre de 2023 y septiembre de 2024, llegando a un déficit de - $196.193 millones y -$189.719 millones, respectivamente.

Sin embargo, hay un dato muy importante en estas cifras. La Supersalud señala que esos resultados están influenciados por unos efectos transitorios que se están aplicando actualmente en Colombia. ¿Qué quiere decir esto? Durante los años 2019 a 2022, se descontaron de los requerimientos financieros exigidos grandes sumas de dinero por las deudas que la EPS no ha podido cobrar por servicios de salud, lo que ayudó a que la EPS cumpliera con los requisitos sin tener que asumir esos montos como pérdidas definitivas.

Además, desde 2021, también se ha descontado un déficit relacionado con los presupuestos máximos establecidos para la EPS. Esto ha permitido que la EPS mejore sus indicadores financieros, como la solvencia y el capital disponible, de manera temporal, ya que estos descuentos hacen que la EPS parezca estar en mejor posición financiera de lo que realmente está. El gran problema es que esos llamados efectos transitorios dejarán de estar vigentes a partir del 1 de enero de 2025, lo que se va a ver reflejado en las cuentas.

Por ejemplo, cuando esos efectos transitorios terminen, Sura dejará de cumplir el indicador de capital mínimo y reportará un déficit de $3.066 millones. Situación similar se presenta en el indicador de patrimonio adecuado, en donde el déficit pasaría de los actuales -$189.719 millones, a -$735.182 millones.

En cuanto a la siniestralidad (es decir, el porcentaje de dinero que la EPS gasta respecto a lo que recibe), la EPS reportó al cierre de las vigencias 2020 a 2023 indicadores por encima del 105%: de cada 100 pesos que recibió, tuvo gastar 105 o más, “evidenciando la incapacidad de cubrir a partir de los ingresos generados los costos asociados a servicios de salud”. A septiembre de 2024, este indicador se subió al 111.03%.

Sin embargo, las finanzas de las EPS receptoras de los afiliados de Sura, en caso de su salida del sistema, son igual de fragiles en algunos apartes. Y eso fue considerado por la Supersalud.

Las finanzas de las EPS receptoras

Como explicamos en esta nota, en su análisis, la Supersalud estima que un total de seis EPS en Colombia podrían recibir la mayoría de los afiliados de Sura: Aliansalud, Compensar, Fundación Salud Mía, Salud Total, Salud Bolívar y Coosalud EPS. Sin embargo, para dimensionar el efecto de recibir a esos afiliados en las finanzas, la entidad analiza en detalle los casos de Salud Total EPS S.A., Compensar y Coosalud S.A, que recibirían la mayor cantidad de afiliados tanto en el régimen contributivo como en el régimen subsidiado.

Salud Total, por ejemplo, sería la principal receptora de afiliados de EPS Sura, recibiendo aproximadamente un 86% de la población afiliada del régimen contributivo. En cuanto a capital mínimo, la EPS reporta resultados superavitarios (es decir, un exceso de recursos) desde junio de 2015 hasta el corte de septiembre de 2024. La entidad también logró cumplir con los requisitos en relación con el patrimonio adecuado.

Sin embargo, Salud Total presenta estos indicadores, dice la Supersalud, gracias a los efectos transitorios. “Al considerar la posible asignación de afiliados en caso de una eventual autorización del Plan de Desmonte Progresivo presentado por EPS Sura, surgen incertidumbres respecto a la capacidad financiera y operativa de Salud Total EPS”, se puede leer en la resolución de la Supersalud. Sin los efectos transitorios, Salud Total no cumpliría con los requisitos. De hecho, al cierre de la vigencia 2023, y con corte a julio de 2024, la EPS presentaría un déficit que ascendería a $171,23 millones y $330,52 millones, respectivamente.

Esto implica, dice la Supersalud, que la EPS tendrá que hacer una importante inyección de capital para cumplir con las exigencias regulatorias y evitar problemas de solvencia. Aunque la EPS cumple con las reservas técnicas, “el aumento en la población afiliada podría verse reflejado en un mayor requerimiento de inversiones ante un incremento de las reservas técnicas que deba constituir la EPS para hacer frente a sus obligaciones actuales y futuras”, teme la Supersalud. En cuanto a la siniestralidad, Salud Total reporta un indicador más positivo que el del Sura, con 100,11%, pero que ha venido empeorando desde 2020.

El caso de Coosalud EPS es igual de interesante. Esta EPS sería la principal receptora de la población subsidiada y la segunda de la población contributiva. Coosalud EPS ha cumplido con los requisitos de Capital Mínimo en la mayoría de los años, excepto en 2019 y 2020. Desde diciembre de 2020, ha mostrado una tendencia positiva. Además, el patrimonio adecuado de Coosalud ha cumplido con los requisitos establecidos, excepto en diciembre de 2018. Sin embargo, en los últimos tres años, ha mostrado un desempeño algo más débil. Al igual que con Salud Total, los impactos transitorios han ayudado a mejorar los resultados, pero si se eliminan, se observa un incumplimiento en el indicador a septiembre de 2024.

Este incumplimiento, dice la Supersalud, podría agravarse si la población afiliada sigue creciendo rápidamente y si los plazos para beneficiarse de estos efectos transitorios llegan a su fin. Si esto ocurre, Coosalud EPS podría enfrentar serias dificultades financieras y necesitar un refuerzo patrimonial urgente para cumplir con las normas y asegurar su estabilidad económica. Los resultados del indicador de siniestralidad también han venido deteriorándose progresivamente en los últimos 5 años, pasando de 90,46% en 2020, a 99,60% con corte a septiembre de 2024. “Dicha situación podría hacerse aún más crítica ante el aumento en la demanda de servicios que se puede derivar de la mayor población afiliada, la cual se estima aumento en un 79%”.

Finalmente, la Supersalud estudia el caso de Compensar. La EPS cumple con el capital mínimo y patrimonio adecuado, pero ha presentado una disminución importante en su desempeño desde diciembre de 2023.

En las cuentas de Compensar también se sienten los impactos transitorios, sin embargo, a diferencia de las demas, Compensar seguiría cumpliendo esos indicadores en enero de 2025 una vez se elimine este efecto, gracias, dice la Supersalud, a que el programa de salud cuenta con el respaldo patrimonial de la Caja de Compensación Familiar Compensar. Pero no con la misma soltura. Si se eliminan los efectos transitorios relacionados con el déficit de presupuesto máximo (que para septiembre de 2024 asciende a $219.738.547 millones), la entidad seguiría cumpliendo con los requisitos, pero su resultado superavitario disminuiría considerablemente, bajando de $399.457.812 millones a $179.719.265 millones.

Esto, agrega la Supersalud, genera una alarma sobre la estabilidad financiera y operativa de Compensar. Si esta situación sigue, teme la Super, podría llegar un momento en que la EPS no cumpla con los requisitos financieros exigidos, lo que afectaría gravemente su funcionamiento y sostenibilidad. Esta situación sería aún más crítica si Compensar EPS tuviera que asumir un número mayor de afiliados debido al desmonte progresivo de EPS Sura. En cuanto a la siniestralidad, reporta un 109,30% con corte a septiembre de 2024.

Un riesgo importante

Con el propósito de evaluar la solicitud de desmonte progresivo de la EPS Sura, la Supersalud calculó el capital adicional que requerirían las posibles receptoras ante la eventual asignación de afiliados de la EPS antioqueña. Este cálculo permitió determinar el capital que las EPS receptoras deberían adicionar para cumplir con los requisitos financieros de patrimonio adecuado. La conclusión es que tan solo cuatro EPS no requerirían capital adicional para mantener su situación (Compensar EPS, Aliansalud, Salud Mia y Salud Bolívar), pero dichas entidades no serían las principales receptoras de afiliados.

En cambio, Salud Total EPS y Coosalud EPS que, eventualmente podrían recibir el 87,65% de la población de EPS Sura, necesitarían adicionar capital por montos de $281.141 millones y $78.581 millones respectivamente. Sin los impactos de los efectos transitorios, Salud Total EPS enfrentaría requerimientos de capital adicionales de $737.121 millones. Seguida de Coosalud EPS con $215.729 millones. En total, y al considerar los indicadores financieros de 12 EPS, la Supersalud concluye que 8 enfrentarías dificultades para recibir eventualmente a los afiliados de Sura y necesitarían aportes de capital por entre $4 y más de $9 billones.

En ese sentido, la Supersalud cree que para dar cumplimiento a los requerimientos financieros y de solvencia, las EPS dependen en gran medida de la aplicación de los efectos transitorios que terminan el 1 de enero de 2025. Ante esta situación, agrega, “una asignación masiva de afiliados en el corto plazo podría en una situación financiera aún más compleja a las EPS receptoras que no solo tendrían que realizar una inyección de capital importante en busca de cumplir con los requerimientos normativos, sino que deberían ajustar la operación para garantizar la prestación de los servicios de salud, lo cual implicaría una mayor inversión”.

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Alberto(3788)10 de diciembre de 2024 - 06:27 p. m.
La Salud está absolutamente desfinanciada por el gobierno. La UPC es Insuficiente, las Víctimas son los Pacientes. La Ppolítica del SHU SHU SHU para DESTRUIR el sistema resultó muy exitosa.
  • Carlos(86809)10 de diciembre de 2024 - 09:02 p. m.
    Todo esto está en linea con la estrategia de estilizar la salud.
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