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Este 28 de mayo, una de las EPS con más afiliados en el sistema de salud (más de 5 millones, la mayoría en el régimen contributivo), anunció una decisión que cambia su historia: dará un paso al costado, ante, como dijo su presidenta, Juana Francisca Llano, la crisis financiera que están viviendo.
Según Llano, pese a que hablaron con varios actores del sistema y con el gobierno de Gustavo Petro para encontrar una salida, “el tiempo se agotó y se deben tomar medidas para evitar un mayor deterioro. El sistema de salud enfrenta una desfinanciación histórica. Es una problemática que nos supera como compañía”.
Ante esta situación, hay una pregunta que en este momento se están haciendo todos sus afiliados que suman 5 millones 547 mil (4,6 millones del régimen contributivo): ¿Y ahora qué deben hacer?
Lo primero que hay que decir es que es necesario que conserven la calma. Salir a pedir citas extra y medicamentos solo puede congestionar la situación. Además, como reiteró Llano en la rueda de prensa que ofreció este martes, seguirán prestando el servicio y seguirán garantizándole el tratamiento a todos sus pacientes hasta el último día que actúen como EPS.
En sus palabras, Llano señaló que el programa de desmonte progresivo que le plantearon a la Superintendencia de Salud, les permite seguir cumpliendo con las expectativas de servicios de los afiliados y realizar una transición ordenada. Fue enfática en advertir que todos los tratamientos, citas, medicamentos, etc., seguirán administrándose y prestándose en absoluta normalidad.
Lo que sigue de aquí en adelante, como dijo Pablo Otero, gerente de EPS Sura, es que la Supersalud estudie la propuesta que les entregaron. Para eso tendrá 65 días hábiles. Después de ese lapso, si la Supersalud la aprueba, acordarán entre ambos actores cómo será ese desmonte progresivo y empezar el plan de ejecución.
Si la Supersalud lo acepta, la idea es que se siga un proceso similar al que ha sucedido cuando se liquidan otras EPS: que los pacientes sean trasladados a una nueva EPS, aunque no podrán pasar a una que esté intervenida o en proceso de liquidación (como Sanitas). Posteriormente, podrán decidir si quedarse o trasladarse a otra.
“El Gobierno tiene desde el Ministerio de Salud definido un mecanismo que asigna a los afiliados a una EPS receptora. Cuando se apruebe el programa se debe definir a donde serán asignados y esta asignación será de manera ordenada”, añadieron desde Sura.
Sobre los planes complementarios, Llano explicó que no tendrá ninguna implicación y que continuarán operando con normalidad.
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