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Un estudio liderado por el Ministerio de Justicia en asociación con el Ministerio de Salud, la Universidad CES y organizaciones civiles, buscó estimar la prevalencia de VIH, hepatitis B, hepatitis C y sífilis en personas que se inyectan drogas en seis ciudades. En el país estas personas son consideradas como población clave y prioritaria en lo que se refiere a los programas de atención y respuesta ante el VIH y las hepatitis virales.
Desde 2014 Colombia no contaba con información actualizada que permitiera determinar la situación epidemiológica y sociodemográfica de las personas que se inyectan drogas, lo que hacía imposible conocer el rol que están cumpliendo en la dinámica actual de las epidemias de VIH y hepatitis virales. El estudio se llevó a cabo entre junio y diciembre de 2021 con 1.733 personas, en cinco municipios de Colombia en los que se ha identificado inyección de drogas en redes de personas consumidoras: Bogotá, Medellín, Santiago de Cali y el área conurbada de Pereira y Dosquebradas.
Las personas que participaron del estudio tenían entre 18 y 65 años y aseguraron haberse inyectado sustancias psicoactivas en los últimos seis meses. Como criterio de exclusión se consideró tener limitaciones cognitivas o físicas que impidieran responder de manera autónoma. Cada ciudad contó con una sede única. de investigación. Las sedes estuvieron estratégicamente ubicadas, de acuerdo con la información derivada de un estudio exploratorio en el que se identificaron los lugares de encuentro y circulación de las personas que se inyectan drogas.
Las personas que se inyectan drogas experimentan múltiples consecuencias adversas en su salud como resultado de la práctica de la inyección en condiciones inseguras. Infecciones como el VIH, la hepatitis C y la tuberculosis, así como la sobredosis y el riesgo de muerte por sobredosis son los riesgos más importantes.
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La prevalencia de VIH en las ciudades fue la siguientes: Bogotá 3,2; Medellín 11,2%; Pereira-Dosquebradas 17,6% y Santiago de Cali 23,9%. Los datos comparativos de este estudio con los estudios realizados por la Universidad CES en el 2012 en Cali y 2014 en las otras ciudades mostraron un incremento de la prevalencia de VIH de manera general. En cuanto a hepatitis C, el indicador fue del 80,2% en Cali. Le siguen Pereira/Dosquebradas (71,4%), Armenia (69,6%), Cúcuta (62,8%), Medellín (32,7%) y Bogotá (10,7%). Respecto a sífilis, la mayor positividad se identificó en Armenia (16,6%), seguida por Cúcuta (15%).
La mayoría de las personas estudiadas dijo no haber tenido una infección de transmisión sexual en los últimos 6 meses, siendo en Pereira/Dosquebradas el 95,6%, en Cali 88,7%, en Medellín 86,9% y en Bogotá 85,3%. Cali es la ciudad en la que el 7,3% dijo haber tenido alguna infección, seguida de Medellín con el 7,1%, Bogotá con 5,5% y Pereira-Dosquebradas con 3,2%. La mayor proporción de respuestas indican que se trató de sífilis, siendo la más alta en Cali con el 46,4%, le sigue Medellín con 24,5%, Bogotá con 16,3% y Pereira-Dosquebradas con 13,9%. La gonorrea mostró los mayores registros en Medellín con 27,2% y en Cali con 112 18,9%.
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La investigación sirvió para determinar los comportamiento de consumo de las personas en las ciudades incluidas. Por ejemplo, mientras en Medellín la sustancia con mayor prevalencia fue la cocaína con el 98,1%, seguida de la marihuana con el 97,8%, en Bogotá fue principalmente la marihuana con el 96,7%, seguida de la cocaína con el 91,3%. Los capitalinos estudiados tenían una edad media de 20,4 años cuando iniciaron con la inyección de drogas y a los 21,9 años, en promedio, inició la inyección de manera regular. En Medellín la edad promedio de inicio en la inyección fue 22,1 años y la práctica como patrón regular comenzó a los 22,8 años (en promedio).
“Esto indica que en Bogotá la transición a la inyección se da más temprano y en Medellín más tarde”, dice el estudio. En Bogotá el 64,2% dijo emplear por igual la inyección y la no inyección como métodos de consumo de drogas frente al 11,4% que indica que la inyección es el método de preferencia. En Medellín el 55,3% dice preferir la inyección y 35,2% usa inyección y no inyección por igual.
El 54,7% de las personas que se inyectan drogas en Bogotá dijo usar siempre jeringas estériles y el 26,3% casi siempre; no obstante, el 18,8% lo hace ocasionalmente. En cuanto al uso compartido de elementos de la parafernalia, el 38,3% dice haber compartido al menos con 1 o 2 personas y el 10,7% con 3 a 5 en los últimos 6 meses. En Medellín el 29,5% de las personas dijo usan jeringas estériles, mientras que el 30,5% lo hace casi siempre. El 39% dice hacerlo ocasionalmente, siendo este el porcentaje más alto entre las ciudades.
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La investigación también preguntó sobre comportamiento sexual. La mayor parte de las personas consultadas en las ciudades se consideró heterosexual, siendo este porcentaje mayor en Pereira-Dosquebradas con 95,4%, seguidas de Medellín con 93,8%, Cali y Bogotá con 88% en cada una.
Puede revisar los estudios en los siguientes links: