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De acuerdo con cifras de Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año hay alrededor de 10 millones de casos nuevos de personas con demencia. En 2022, según la entidad, en el mundo había 55 millones de personas padeciéndola. (Le puede interesar: Los secretos que revelaron los huesos del escritor Tomás Carrasquilla)
La demencia se caracteriza por el deterioro de algunas funciones cognitivas, como la memoria y el pensamiento, algo que termina afectando la capacidad de socializar o la capacidad de realizar algunas tareas. Según la OMS, las mujeres son afectadas en mayor medida por esta enfermedad, pues además de que la padecen en una mayor proporción respecto a los hombres, también están a cargo de brindar los cuidados a personas con demencia en el 70 % de los casos.
Además, también afecta especialmente a personas de la tercera edad y se ubica como la séptima causa de muerte a nivel mundial y “es una de las mayores causas de discapacidad y dependencia en adultos mayores”, dice la OMS.
Un estudio realizado por un grupo de investigadores, entre australianos y estadounidenses, estableció una relación entre algunas actividades de estimulación cognitiva y la reducción del riesgo de padecer demencia. Sus resultados fueron publicados en la revista JAMA Network. (Le recomendamos: Los productos que contienen aspartamo, el “posible” cancerígeno, según la OMS)
Para su investigación utilizaron la información obtenida por medio de un estudio longitudinal a personas mayores en Australia entre 2010 y 2020. En total, analizaron la información de 10.318 personas mayores de 70 años y que se encontraban en buenas condiciones de salud.
Allí encontraron que los adultos mayores que participan en actividades de alfabetización, como tomar algún tipo de clase de formación educativa, escribir cartas o llevar un diario, o actividades de estimulación cognitiva, como jugar cartas, ajedrez o hacer crucigramas, podrían estar relacionadas con una reducción del 11 % en el riesgo de padecer demencia.
Otras actividades, como las de creación artística (artesanía, carpintería o metalistería y pintura o dibujo) o las actividades mentales pasivas (lectura de libros, periódicos o revistas; ver la televisión; y escuchar música o la radio), aunque reducen en menor porcentaje el riesgo, también podrían prevenir la demencia. (También puede leer: Cuando Freud y Koller descubrieron los beneficios de la cocaína)
Uno de los aspectos relevantes de este estudio es que los participantes eran en su mayoría (98 %) personas blancas, por lo que es importante realizar estudios en otros grupos poblacionales para determinar si la disminución en el riesgo de demencia se mantiene o varía de alguna manera.
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