Estos son los hallazgos de la Superintendencia de Salud en la EPS Sanitas
La Superintendencia de Salud llevó a cabo una rueda de prensa en la que presentó los primeros hallazgos que hizo el agente interventor en Sanitas EPS.
Este 6 de junio, la Superintendencia de Salud organizó una rueda de prensa para presentar los primeros hallazgos que ha hecho en la EPS Sanitas, que fue intervenida a principios de abril, luego de que no lograra cumplir indicadores claves como las reservas técnicas, capital mínimo y patrimonio adecuado.
Según el Superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, detectaron un incremento en gastos operativos que no tienen justificación. Por ejemplo, aseguró, la EPS Sanitas, con más de 5 millones de afiliados, tuvo gastos operativos de centros médicos y hospitales por una suma de $104 mil 226 millones.
“Ese tipo de inversiones las debe hacer la misma institución prestadora de servicios de salud (IPS) y no la EPS, mucho menos cuando esos centros médicos pertenecen al mismo conglomerado o grupo”, aseguró la Superintendencia. “Es lo que se conoce como integración vertical, puesto que se estaban asumiendo gastos que no corresponden a las IPS a las cuales ya se les estaba pagando por la atención de pacientes”.
También, dijo, hallaron 64 contratos de arrendamiento por $56 mil millones anuales. De acuerdo con Leal, hasta el momento, Sanitas había gastado $800 mil millones en mejoras a esos inmuebles.
Así mismo, dijo Leal, otro de los puntos claves de los hallazgos se refiere a la manera en como se contrataban los servicios de salud. El 76% de los contratos, explicó, se estaba haciendo “por evento”, es decir, pagar un monto por cada servicio prestado por parte de las IPS, cuando hay otras modalidades de contratación en el sistema de salud que permiten que sea menos costoso.
En palabras un poco más resumidas, el pago por evento es una modalidad que ha sido muy criticada en el mundo de la salud, pues puede generar “incentivos perversos”, ya que los ingresos de una clínica u hospital dependen, exclusivamente, de la cantidad de procedimientos que realicen. Es decir, se le da más importancia al volumen de servicios y no a la calidad.
Por esta razón, varios sistemas de salud han empezado a usar otro tipo de negociaciones con las clínicas y hospitales para que atiendan a los pacientes de manera integral, para que primen los resultados de cada paciente y la calidad en la atención.
Para entender un poco mejor por qué puede ser problemático este tipo de contratos, le recomendamos leer este artículo en el que detallamos las inconveniencias, pues es, justamente, esta modalidad la que se ha puesto en marcha en el sistema de salud de los maestros del Magisterio.
Medicamentos, otro hallazgo mencionado por el Supersalud
Otro de los puntos en los que hizo énfasis Leal tiene que ver con el mercado de medicamentos. Según aseguró, Sanitas había firmado un contrato de exclusividad con un operador logístico (no dijo el nombre, pero se supone que es Cruz Verde) por 15 años, el cual le impedía a la “EPS el suministro, dispensación o abastecimiento de medicamentos a sus afiliados directamente o mediante otros proveedores, salvo que la contratista lo permitiera de forma transitoria”
“No obstante, en el mismo contrato se definió la posibilidad de subcontratar con otros operadores. La operación del contrato, incluyendo la cesión del recaudo de copagos y cuotas moderadoras. Lo anterior conlleva a que la EPS Sanitas se encuentra limitada en su capacidad de operar y gestionar la distribución de medicamentos e insumos médicos”, explicó la Supersalud a través de un comunicado.
Además, añadió, “existían contratos que no tenían justificación ni traían beneficios para la EPS, como el de Andrés Murcia Vargas Asociados”. Sin embargo, Leal no dio mayores detalles sobre ese contrato y por qué no tenía beneficios para Sanitas.
Así mismo, aseguró Leal, no ha habido una descripción adecuada de la población afiliada a Sanitas por condiciones sociales, económicas, calidad de vida, patologías, factores de riesgo y riesgo materializado. Criticó también que hubiese debilidades en los reportes en el RIPS (Registros Individuales de Prestación de Servicios de Salud).
El Superintendente de Salud también presentó varios hallazgos sobre Nueva EPS y sobre la EPS SOS. Los detalles de la primera los puede leer en este artículo. Sobre Nueva EPS, puede encontrar todos los hallazgos en esta nota.
Preguntas sobre le caso de Sanitas EPS
Como ya lo hemos contado en otras oportunidades en este diario, en torno a la intervención de la EPS Sanitas ha habido varias inquietudes de diferentes actores del mundo de la salud. Una de las principales tiene que ver con por qué, como ha sucedido en otras ocasiones, la Supersalud no exploró otros caminos con Sanitas antes de optar por la medida de intervención forzosa para administrar.
Esa decisión, de hecho, ha recibido algunas críticas. Por ejemplo, como contamos en este artículo, las intervenciones forzosas no siempre han resultado buenos experimentos y, usualmente, desembocan en una liquidación de la EPS.
Conrado Gómez, que estuvo a cargo de la entidad entre 2010 y 2012, no explicaba que ese camino hay enormes retos por delante. Aunque advertía que no conoce en detalle la situación financiera de las EPS intervenidas, cree que, al ordenar esa medida, el Supersalud debe estar absolutamente convencido de que los interventores son capaces de hacer un mejor trabajo que el gerente y que la junta directiva. “Pero si usted me pregunta, yo no aceptaría ese trabajo. Lo que le espera a un interventor es una situación absolutamente compleja y no va a tener muchas herramientas para resolverla”, nos aclaraba.
“Una persona que administra una empresa de esas magnitudes debe tener muchas más capacidades y competencias que trascienden lo técnico. Claro que es indispensable que conozca el sector de la salud, que tenga tanto conocimiento y tanta pericia que nadie extrañe a la gerencia anterior; pero, además, debe ser alguien capaz de construir equipo, de guiarlo hacia un propósito común; de generar liderazgo y entender y motivar las personas con las que debe trabajar. Eso es importantísimo, especialmente, si está parado en un terreno de incertidumbre. El liderazgo en estos casos es la diferencia entre la vida y la muerte”, señalaba otro exsuperintendente de Salud que prefería mantenerse en el anonimato.
Otra de las ideas que ha recibido críticas tiene que ver con un planteamiento hecho por Luis Carlos Leal: que la junta directiva de la EPS esté “conformada por los cinco principales acreedores de cada una de las EPS”. “Eso significa un conflicto de interés tenaz. ¿Cómo van a poner a la gente que se beneficia de los pagos a definir a quién se le paga?”, se preguntaba para este artículo la profesora Tatiana Andia, de la Universidad de los Andes.
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Este 6 de junio, la Superintendencia de Salud organizó una rueda de prensa para presentar los primeros hallazgos que ha hecho en la EPS Sanitas, que fue intervenida a principios de abril, luego de que no lograra cumplir indicadores claves como las reservas técnicas, capital mínimo y patrimonio adecuado.
Según el Superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, detectaron un incremento en gastos operativos que no tienen justificación. Por ejemplo, aseguró, la EPS Sanitas, con más de 5 millones de afiliados, tuvo gastos operativos de centros médicos y hospitales por una suma de $104 mil 226 millones.
“Ese tipo de inversiones las debe hacer la misma institución prestadora de servicios de salud (IPS) y no la EPS, mucho menos cuando esos centros médicos pertenecen al mismo conglomerado o grupo”, aseguró la Superintendencia. “Es lo que se conoce como integración vertical, puesto que se estaban asumiendo gastos que no corresponden a las IPS a las cuales ya se les estaba pagando por la atención de pacientes”.
También, dijo, hallaron 64 contratos de arrendamiento por $56 mil millones anuales. De acuerdo con Leal, hasta el momento, Sanitas había gastado $800 mil millones en mejoras a esos inmuebles.
Así mismo, dijo Leal, otro de los puntos claves de los hallazgos se refiere a la manera en como se contrataban los servicios de salud. El 76% de los contratos, explicó, se estaba haciendo “por evento”, es decir, pagar un monto por cada servicio prestado por parte de las IPS, cuando hay otras modalidades de contratación en el sistema de salud que permiten que sea menos costoso.
En palabras un poco más resumidas, el pago por evento es una modalidad que ha sido muy criticada en el mundo de la salud, pues puede generar “incentivos perversos”, ya que los ingresos de una clínica u hospital dependen, exclusivamente, de la cantidad de procedimientos que realicen. Es decir, se le da más importancia al volumen de servicios y no a la calidad.
Por esta razón, varios sistemas de salud han empezado a usar otro tipo de negociaciones con las clínicas y hospitales para que atiendan a los pacientes de manera integral, para que primen los resultados de cada paciente y la calidad en la atención.
Para entender un poco mejor por qué puede ser problemático este tipo de contratos, le recomendamos leer este artículo en el que detallamos las inconveniencias, pues es, justamente, esta modalidad la que se ha puesto en marcha en el sistema de salud de los maestros del Magisterio.
Medicamentos, otro hallazgo mencionado por el Supersalud
Otro de los puntos en los que hizo énfasis Leal tiene que ver con el mercado de medicamentos. Según aseguró, Sanitas había firmado un contrato de exclusividad con un operador logístico (no dijo el nombre, pero se supone que es Cruz Verde) por 15 años, el cual le impedía a la “EPS el suministro, dispensación o abastecimiento de medicamentos a sus afiliados directamente o mediante otros proveedores, salvo que la contratista lo permitiera de forma transitoria”
“No obstante, en el mismo contrato se definió la posibilidad de subcontratar con otros operadores. La operación del contrato, incluyendo la cesión del recaudo de copagos y cuotas moderadoras. Lo anterior conlleva a que la EPS Sanitas se encuentra limitada en su capacidad de operar y gestionar la distribución de medicamentos e insumos médicos”, explicó la Supersalud a través de un comunicado.
Además, añadió, “existían contratos que no tenían justificación ni traían beneficios para la EPS, como el de Andrés Murcia Vargas Asociados”. Sin embargo, Leal no dio mayores detalles sobre ese contrato y por qué no tenía beneficios para Sanitas.
Así mismo, aseguró Leal, no ha habido una descripción adecuada de la población afiliada a Sanitas por condiciones sociales, económicas, calidad de vida, patologías, factores de riesgo y riesgo materializado. Criticó también que hubiese debilidades en los reportes en el RIPS (Registros Individuales de Prestación de Servicios de Salud).
El Superintendente de Salud también presentó varios hallazgos sobre Nueva EPS y sobre la EPS SOS. Los detalles de la primera los puede leer en este artículo. Sobre Nueva EPS, puede encontrar todos los hallazgos en esta nota.
Preguntas sobre le caso de Sanitas EPS
Como ya lo hemos contado en otras oportunidades en este diario, en torno a la intervención de la EPS Sanitas ha habido varias inquietudes de diferentes actores del mundo de la salud. Una de las principales tiene que ver con por qué, como ha sucedido en otras ocasiones, la Supersalud no exploró otros caminos con Sanitas antes de optar por la medida de intervención forzosa para administrar.
Esa decisión, de hecho, ha recibido algunas críticas. Por ejemplo, como contamos en este artículo, las intervenciones forzosas no siempre han resultado buenos experimentos y, usualmente, desembocan en una liquidación de la EPS.
Conrado Gómez, que estuvo a cargo de la entidad entre 2010 y 2012, no explicaba que ese camino hay enormes retos por delante. Aunque advertía que no conoce en detalle la situación financiera de las EPS intervenidas, cree que, al ordenar esa medida, el Supersalud debe estar absolutamente convencido de que los interventores son capaces de hacer un mejor trabajo que el gerente y que la junta directiva. “Pero si usted me pregunta, yo no aceptaría ese trabajo. Lo que le espera a un interventor es una situación absolutamente compleja y no va a tener muchas herramientas para resolverla”, nos aclaraba.
“Una persona que administra una empresa de esas magnitudes debe tener muchas más capacidades y competencias que trascienden lo técnico. Claro que es indispensable que conozca el sector de la salud, que tenga tanto conocimiento y tanta pericia que nadie extrañe a la gerencia anterior; pero, además, debe ser alguien capaz de construir equipo, de guiarlo hacia un propósito común; de generar liderazgo y entender y motivar las personas con las que debe trabajar. Eso es importantísimo, especialmente, si está parado en un terreno de incertidumbre. El liderazgo en estos casos es la diferencia entre la vida y la muerte”, señalaba otro exsuperintendente de Salud que prefería mantenerse en el anonimato.
Otra de las ideas que ha recibido críticas tiene que ver con un planteamiento hecho por Luis Carlos Leal: que la junta directiva de la EPS esté “conformada por los cinco principales acreedores de cada una de las EPS”. “Eso significa un conflicto de interés tenaz. ¿Cómo van a poner a la gente que se beneficia de los pagos a definir a quién se le paga?”, se preguntaba para este artículo la profesora Tatiana Andia, de la Universidad de los Andes.
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