Coronavirus: los primeros resultados de la efectividad de las vacunas en Colombia
El Ministerio de Salud presentó este martes los primeros resultados que muestran cuál es la efectividad de las vacunas que se han aplicado en el país. Como ya han mostrado otros países, hay buenas noticias.
Hoy el ministerio de Salud presentó unos datos que el país había estado esperando desde hace un buen tiempo: los que muestran cuál es la efectividad de las vacunas utilizadas en Colombia. En resumen, hay buenas noticias: la efectividad de los biológicos es de cerca del 80% para prevenir la muerte por COVID-19.
Eso quiere decir, como explicó Leonardo Arregocés, director de Medicamentos y Tecnologías en Salud, que, mientras en un grupo sin vacunar se pueden presentar 15 muertes por cada mil habitantes, en uno vacunado tan solo podría haber 3 muertes por cada mil habitantes. (Lea La confusa postura de Colombia sobre la suspensión de patentes para las vacunas)
En otras palabras, aseguró, “quienes recibieron el esquema completo tienen un riesgo muy pequeño de morir o de tener enfermedad grave frente a las no vacunadas”.
En términos un poco más detallados, el grupo del Minsalud evaluó tres desenlaces en personas mayores de 60 años que residían en Colombia: la efectividad para prevenir la hospitalización sin muerte; para prevenir la muerte después de la hospitalización; y la efectividad de los biológicos para evitar la muerte sin hospitalización
En síntesis, encontraron que en el grupo de 60 a 69 años, cualquier vacuna tiene una efectividad del 88,7% para “prevenir la hospitalización sin muerte”; en el de 70 a 79 años, una efectividad es del 78,1%; y en el de 80 años y más, una efectividad del 58,1%.
Al analizar la efectividad para “prevenir la muerte después de la hospitalización”, hallaron que las vacunas usadas en el país tienen una efectividad del 96,7% entre quienes tienen 60 y 69 años; del 88,7% entre el grupo de 70 a 79 años; y de 69%, en el grupo de 80 años o más.
Además, al observar la efectividad de los biológicos para “evitar la muerte sin hospitalización”, concluyeron que es de 87,2% entre quienes tienen 60 y 69 años; de 79,8% entre quienes 70 a 79 años; y del 65,3% entre el grupo de 80 años y más.
Como explicó Arregocés, las vacunas funcionan bastante bien, pero, como ya han mostrado algunos estudios internacionales, la efectividad se pierde con la edad. “Observamos que es la edad la que influye en ese factor; no se debe a la vacuna utilizada”, aclaró. Eso puede deberse a que, con el tiempo, el sistema inmune presenta unos cambios por el envejecimiento. Se trata de un proceso conocido como inmunosenescencia.
El estudio que realizaron comprende un período entre marzo (cuando empezó la vacunación) y julio de 2021. Fueron evaluadas las vacunas de Sinovac, de Janssen, de Pfizer y de AstraZeneca. La de Moderna no fue incluida, pues hasta ese momento no había datos sobre personas que recibieron ese esquema. La efectividad de cada biológico por grupo de edad se puede observar con más detalle en la siguiente tabla:
De acuerdo a Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía del Minsalud, el estudio tiene varias fortalezas. Una es su muestra estadística: participaron cerca 3.346.826 personas. En términos sencillos se compararon personas que habían recibido el esquema completo con las que no lo habían hecho. Cada grupo tuvo 1.673.413 individuos.
Otra, según Fernández, es la aproximación metodológica. “Este es un estudio de cohorte prospectivo de base poblacional. Es la mejor aproximación metodológica para estimar efectividad”, aseguró.
Una más, añadió, es que se tuvieron en cuenta para el análisis el control de otras variables, como sexo, edad, régimen de afiliación al sistema de salud, presencia de comorbilidades y municipio de residencia, lo que permitió hacer más comparables los grupos de vacunados con los no vacunados y estimar de manera más precisa la efectividad de cada biológico.
“Para cada vacunado buscamos un no vacunado del mismo perfil, es decir, del mismo sexo, edad, régimen, con las mismas comorbilidades y que viviera en el mismo municipio de residencia del vacunado, haciendo una muestra aleatoria dentro de cada paquete de personas de las mismas características multifactoriales de cada vacunado, lo que permite parear y asignar el comienzo de fecha de inicio de seguimiento de los no vacunados que corresponda con cada persona vacunada a nivel individual”, explicó Fernández.
Hoy el ministerio de Salud presentó unos datos que el país había estado esperando desde hace un buen tiempo: los que muestran cuál es la efectividad de las vacunas utilizadas en Colombia. En resumen, hay buenas noticias: la efectividad de los biológicos es de cerca del 80% para prevenir la muerte por COVID-19.
Eso quiere decir, como explicó Leonardo Arregocés, director de Medicamentos y Tecnologías en Salud, que, mientras en un grupo sin vacunar se pueden presentar 15 muertes por cada mil habitantes, en uno vacunado tan solo podría haber 3 muertes por cada mil habitantes. (Lea La confusa postura de Colombia sobre la suspensión de patentes para las vacunas)
En otras palabras, aseguró, “quienes recibieron el esquema completo tienen un riesgo muy pequeño de morir o de tener enfermedad grave frente a las no vacunadas”.
En términos un poco más detallados, el grupo del Minsalud evaluó tres desenlaces en personas mayores de 60 años que residían en Colombia: la efectividad para prevenir la hospitalización sin muerte; para prevenir la muerte después de la hospitalización; y la efectividad de los biológicos para evitar la muerte sin hospitalización
En síntesis, encontraron que en el grupo de 60 a 69 años, cualquier vacuna tiene una efectividad del 88,7% para “prevenir la hospitalización sin muerte”; en el de 70 a 79 años, una efectividad es del 78,1%; y en el de 80 años y más, una efectividad del 58,1%.
Al analizar la efectividad para “prevenir la muerte después de la hospitalización”, hallaron que las vacunas usadas en el país tienen una efectividad del 96,7% entre quienes tienen 60 y 69 años; del 88,7% entre el grupo de 70 a 79 años; y de 69%, en el grupo de 80 años o más.
Además, al observar la efectividad de los biológicos para “evitar la muerte sin hospitalización”, concluyeron que es de 87,2% entre quienes tienen 60 y 69 años; de 79,8% entre quienes 70 a 79 años; y del 65,3% entre el grupo de 80 años y más.
Como explicó Arregocés, las vacunas funcionan bastante bien, pero, como ya han mostrado algunos estudios internacionales, la efectividad se pierde con la edad. “Observamos que es la edad la que influye en ese factor; no se debe a la vacuna utilizada”, aclaró. Eso puede deberse a que, con el tiempo, el sistema inmune presenta unos cambios por el envejecimiento. Se trata de un proceso conocido como inmunosenescencia.
El estudio que realizaron comprende un período entre marzo (cuando empezó la vacunación) y julio de 2021. Fueron evaluadas las vacunas de Sinovac, de Janssen, de Pfizer y de AstraZeneca. La de Moderna no fue incluida, pues hasta ese momento no había datos sobre personas que recibieron ese esquema. La efectividad de cada biológico por grupo de edad se puede observar con más detalle en la siguiente tabla:
De acuerdo a Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía del Minsalud, el estudio tiene varias fortalezas. Una es su muestra estadística: participaron cerca 3.346.826 personas. En términos sencillos se compararon personas que habían recibido el esquema completo con las que no lo habían hecho. Cada grupo tuvo 1.673.413 individuos.
Otra, según Fernández, es la aproximación metodológica. “Este es un estudio de cohorte prospectivo de base poblacional. Es la mejor aproximación metodológica para estimar efectividad”, aseguró.
Una más, añadió, es que se tuvieron en cuenta para el análisis el control de otras variables, como sexo, edad, régimen de afiliación al sistema de salud, presencia de comorbilidades y municipio de residencia, lo que permitió hacer más comparables los grupos de vacunados con los no vacunados y estimar de manera más precisa la efectividad de cada biológico.
“Para cada vacunado buscamos un no vacunado del mismo perfil, es decir, del mismo sexo, edad, régimen, con las mismas comorbilidades y que viviera en el mismo municipio de residencia del vacunado, haciendo una muestra aleatoria dentro de cada paquete de personas de las mismas características multifactoriales de cada vacunado, lo que permite parear y asignar el comienzo de fecha de inicio de seguimiento de los no vacunados que corresponda con cada persona vacunada a nivel individual”, explicó Fernández.