Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
A medida que los casos por covid-19 disminuyen de manera sostenida en el mundo, la ciencia sigue investigando y dando a conocer los efectos que esta enfermedad puede tener en los humanos que resultaron infectados. El cerebro ha sido uno de los órganos más estudiados en este sentido.
Ahora, un estudio publicado en la revista Nature describe una serie de cambios que se identificaron en los cerebros de 785 personas del Reino Unido que participaron de la investigación. En general, todos los participantes contaban con escáneres cerebrales tomados con tres años de diferencia. Sin embargo, del total, 401 fueron positivos por coronavirus entre los exámenes. Los otros 384 hicieron parte del grupo de control. (Puede leer: Moderna abrirá en Kenia su primera fábrica de vacunas en África)
Uno de los principales resultados tuvo que ver con pérdida de materia gris. Como señalan los autores de la investigación, es normal que con el envejecimiento las personas pierdan entre un 0,2 y 0,3 % de materia gris al año. Sin embargo, en las personas que tuvieron coronavirus, la disminución fue entre 0,2 y 2 % mayor.
“Los participantes infectados también mostraron, en promedio, un mayor deterioro cognitivo” entre los dos exámenes, señala el estudio. Para esto, se basaron en los resultados que arrojaron unas pruebas cognitivas realizadas en el mismo periodo de tiempo. (Le puede interesar: Tenemos que volver a hablar de las cuarentenas)
The New York Times consultó a expertos externos para conocer su opinión sobre los resultados de este estudio, el primero de su tipo. Serena Spudich, doctora jefe de infecciones neurológicas y neurología global de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, señaló que la investigación ofrece una evidencia contundente sobre los cambios en el cerebro. Pero, advirtió, “para llegar a la conclusión de que esto tiene algunas implicaciones clínicas a largo plazo para los pacientes, creo que es una exageración”.
Por su parte, sobre el segundo hallazgo del estudio, Benedict Michael, profesor asociado de infecciones neurológicas en la Universidad de Liverpool, Inglaterra, apuntó: “Ninguno de ellos se sometió a pruebas cognitivas lo suficientemente exhaustivas para saber si tenían déficits significativos en tantas regiones donde encontraron estos cambios en el volumen. No sabemos si realmente significa algo para la calidad de vida o la función del paciente”. (También puede leer: “Vida silvestre no juega papel significativo en la propagación del covid-19″: OMS)
El doctor Michael reconoció el trabajo realizado por sus colegas y agregó que se deben realizar más estudios para “analizar la cognición y los síntomas psiquiátricos, los aspectos conductuales y neurológicos, y averiguar qué significa esto para los pacientes”.