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“A pesar de que más de 150 millones de personas se han infectado en el mundo de coronavirus, las reinfecciones son poco comunes”. Ese fue uno de los hallazgos más importantes de una reciente investigación, publicada en la revista científica JAMA el pasado 28 de mayo. El estudio, que buscaba brindar una imagen más clara de las tasas de reinfección en la población en general, analizó los casos sintomáticos y asintomáticos de personas de cualquier edad que habían sido atendidas en cuatro hospitales de una de las zonas más afectada de Italia: Lombardía.
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De una cohorte de 1.579 pacientes confirmados como positivos por COVID-19, se presentaron solo 5 reinfecciones, equivalentes al 0,31%. Durante la evaluación, tratamiento y seguimiento de estos pacientes se determinó que solo uno estuvo hospitalizado y que cuatro eran personas que estaban en contacto constante con instituciones de salud, es decir que tenían una alta exposición al virus. Dos trabajaban en hospitales, uno recibía transfusiones cada semana y otro estaba retirado en un hogar geriátrico.
Otro de los hallazgos clave del estudio presenta que, el intervalo entre la infección primaria y secundaria de estos pacientes, fue de más de 230 días. Lo que quiere decir que la inmunidad natural contra el COVID-19, producida por los anticuerpos que quedan luego de la enfermedad podría durar, al menos, un año.
“Los resultados del estudio sugieren que las reinfecciones son eventos raros y los pacientes que se han recuperado de COVID-19 tienen un riesgo menor de reinfección. La inmunidad natural al SARS-CoV-2 parece conferir un efecto protector durante al menos un año, que es similar a la protección informada en estudios recientes de vacunas”, señala el artículo.
Sin embargo, la observación terminó antes de que las variantes del SARS-CoV-2 comenzaran a propagarse, y se desconoce qué tan bien protegerá la inmunidad natural al virus contra las mismas. Por esto, los investigadores reiteraron la importancia de que las personas se vacunen. A pesar de detectarse una posible inmunidad prolongada, la vacunación sigue siendo la principal opción para llegar a una protección colectiva.
“Se debe alentar a todas las personas a vacunarse incluso si han sido previamente infectadas con SARS-CoV-2. Aunque no está probado, es posible que la vacuna proporcione una inmunidad más amplia a las variantes que la infección natural. Y debido a que no sabemos cuánto tiempo durará la protección de la vacuna o si habrá variantes que escapen a la protección de la vacunación, es posible que necesitemos refuerzos de inmunización o vacunas reformuladas en el futuro”, dice el editorial publicado en JAMA.
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“Lograr la inmunidad colectiva a través de una infección natural es un proceso largo y doloroso. Históricamente, la única enfermedad humana que se ha podido erradicar, la viruela, se erradicó mediante la vacunación, no mediante una infección natural”, insiste el editorial.