Estudios preliminares sugieren que las vacunas protegen contra la variante india del coronavirus
Para este estudio, se evaluaron las vacunas desarrolladas por los laboratorios de Pfizer y de Moderna. Sin embargo, advierten los investigadores que la variante B.1.617, descubierta por primera vez en India, es más resistente a los anticuerpos que otras formas del virus.
La variante B.1.617, que fue descubierta por primera vez en India, fue catalogada el 10 de mayo por la OMS como una “variante de preocupación”. Es decir, ese sublinaje puede llegar a ser más transmisible o causar una enfermedad más grave, no responder al tratamiento, evadir la respuesta inmunitaria o no ser diagnosticada por pruebas estándar. (Lea: Lo que los científicos conocen de la nueva variante descrita en India)
Con el propósito de conocer cuánto protegen de esta variante las vacunas contra el coronavirus, que ya están siendo aplicadas en la mayoría de países, un grupo de investigadores realizó un estudio para calcular la inmunidad. Analizaron los biológicos desarrollados por Pfizer y Moderna.
Mehul Suthar, inmunólogo de la Universidad Emory en Atlanta (Georgia) y director de la investigación, “estas vacunas están funcionando (...) Pero, los resultados subrayan la necesidad de continuar monitoreando la respuesta de la vacuna a las mutaciones del SARS-CoV-2, que a menudo afectan la importante proteína de pico que el virus usa para infectar las células”.
De acuerdo con Suthar, el espectro de mutaciones que se han acumulado dentro de la proteína de pico ha provocado que los anticuerpos no funcionan tan bien contra esta variante. Para la investigación, Suthar y su equipo de trabajo emplearon la variante B.1.617.1, descubierta por primera vez en India, convirtiendo su ensayo en una prueba de “estándar de oro” para la eficacia de la vacuna.
Para determinar la eficacia de las vacunas, el equipo combinó el virus con suero sanguíneo cargado de anticuerpos de personas que habían recibido la vacuna Pfizer o la de Moderna. Esta tecnología “enseñan” a las células del cuerpo humano a producir una proteína, o, incluso, una porción de una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria dentro del organismo de las personas. (Puede leer: El mundo le cierra las puertas a India por su segunda oleada de contagios)
“Esto permitió al equipo estudiar qué tan bien los anticuerpos inducidos por la vacunación podían ‘neutralizar’ el virus o impedir que infectara las células”, dijo Suthar. Tras los estudios, los datos demostraron que los anticuerpos de las 25 personas vacunadas consiguieron neutralizar la variante B.1.617.1 hasta cierto punto.
Scott Weaver, virólogo de la Rama Médica de la Universidad de Texas (Galveston), aseguró a Nature que “es un trabajo muy valioso, pero, los resultados ofrecen una instantánea de inmunidad, que puede cambiar con el tiempo. Para obtener una imagen completa necesitamos analizar sueros de personas que han sido vacunadas en varios momentos en el pasado”.
Aunque los resultados del estudio aún no han sido revisados por pares, los investigadores señalan que son muy importantes para aumentar las tasas de vacunación. “Mientras haya una población ingenua, el virus se infectará, se replicará y mutará”, concluyó Suthar.
¿Qué se sabe de la variante india?
La variante 617, como también es conocida, fue descrita en India desde octubre del 2020. La vigilancia genómica del país aumentó a finales de enero de este año y para febrero los científicos notaron que ya representaba el 60% de los casos.
Markus Hoffman, biólogo de infecciones en el Instituto Leibniz y autor de un reciente estudio de la variante, advierte que la nueva cepa parece tener una ventaja sobre las versiones del virus que circulan anteriormente, especialmente en individuos cuya inmunidad está acabando luego de una infección previa. (Le puede interesar: La ola de contagios de COVID-19 en India pone en peligro la vacunación en África, ¿por qué?)
Las mutaciones identificadas en la variante B.1.617 son dos: L452R y E484Q. La mutación L452R también se encuentra en las variantes B.1.427 y B.1.429 detectadas por primera vez en California, y la E484Q que es quizás similar a otra mutación, llamada E484K, está asociada a la variante B.1.351, detectada por primera vez en Sudáfrica.
La OMS señaló que esta variante mostraba signos de ser potencialmente más transmisible que algunas otras cepas del virus. Hasta el momento, advirtió el organismo, no hay evidencia de que la B.1.617 esté causando una enfermedad más grave.
La variante B.1.617, que fue descubierta por primera vez en India, fue catalogada el 10 de mayo por la OMS como una “variante de preocupación”. Es decir, ese sublinaje puede llegar a ser más transmisible o causar una enfermedad más grave, no responder al tratamiento, evadir la respuesta inmunitaria o no ser diagnosticada por pruebas estándar. (Lea: Lo que los científicos conocen de la nueva variante descrita en India)
Con el propósito de conocer cuánto protegen de esta variante las vacunas contra el coronavirus, que ya están siendo aplicadas en la mayoría de países, un grupo de investigadores realizó un estudio para calcular la inmunidad. Analizaron los biológicos desarrollados por Pfizer y Moderna.
Mehul Suthar, inmunólogo de la Universidad Emory en Atlanta (Georgia) y director de la investigación, “estas vacunas están funcionando (...) Pero, los resultados subrayan la necesidad de continuar monitoreando la respuesta de la vacuna a las mutaciones del SARS-CoV-2, que a menudo afectan la importante proteína de pico que el virus usa para infectar las células”.
De acuerdo con Suthar, el espectro de mutaciones que se han acumulado dentro de la proteína de pico ha provocado que los anticuerpos no funcionan tan bien contra esta variante. Para la investigación, Suthar y su equipo de trabajo emplearon la variante B.1.617.1, descubierta por primera vez en India, convirtiendo su ensayo en una prueba de “estándar de oro” para la eficacia de la vacuna.
Para determinar la eficacia de las vacunas, el equipo combinó el virus con suero sanguíneo cargado de anticuerpos de personas que habían recibido la vacuna Pfizer o la de Moderna. Esta tecnología “enseñan” a las células del cuerpo humano a producir una proteína, o, incluso, una porción de una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria dentro del organismo de las personas. (Puede leer: El mundo le cierra las puertas a India por su segunda oleada de contagios)
“Esto permitió al equipo estudiar qué tan bien los anticuerpos inducidos por la vacunación podían ‘neutralizar’ el virus o impedir que infectara las células”, dijo Suthar. Tras los estudios, los datos demostraron que los anticuerpos de las 25 personas vacunadas consiguieron neutralizar la variante B.1.617.1 hasta cierto punto.
Scott Weaver, virólogo de la Rama Médica de la Universidad de Texas (Galveston), aseguró a Nature que “es un trabajo muy valioso, pero, los resultados ofrecen una instantánea de inmunidad, que puede cambiar con el tiempo. Para obtener una imagen completa necesitamos analizar sueros de personas que han sido vacunadas en varios momentos en el pasado”.
Aunque los resultados del estudio aún no han sido revisados por pares, los investigadores señalan que son muy importantes para aumentar las tasas de vacunación. “Mientras haya una población ingenua, el virus se infectará, se replicará y mutará”, concluyó Suthar.
¿Qué se sabe de la variante india?
La variante 617, como también es conocida, fue descrita en India desde octubre del 2020. La vigilancia genómica del país aumentó a finales de enero de este año y para febrero los científicos notaron que ya representaba el 60% de los casos.
Markus Hoffman, biólogo de infecciones en el Instituto Leibniz y autor de un reciente estudio de la variante, advierte que la nueva cepa parece tener una ventaja sobre las versiones del virus que circulan anteriormente, especialmente en individuos cuya inmunidad está acabando luego de una infección previa. (Le puede interesar: La ola de contagios de COVID-19 en India pone en peligro la vacunación en África, ¿por qué?)
Las mutaciones identificadas en la variante B.1.617 son dos: L452R y E484Q. La mutación L452R también se encuentra en las variantes B.1.427 y B.1.429 detectadas por primera vez en California, y la E484Q que es quizás similar a otra mutación, llamada E484K, está asociada a la variante B.1.351, detectada por primera vez en Sudáfrica.
La OMS señaló que esta variante mostraba signos de ser potencialmente más transmisible que algunas otras cepas del virus. Hasta el momento, advirtió el organismo, no hay evidencia de que la B.1.617 esté causando una enfermedad más grave.