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El 11 de julio se disputó la final de la Eurocopa entre Inglaterra e Italia y, por primera vez desde que se declaró la pandemia por el coronavirus, el público pudo asistir a los estadios. Para esta ocasión, en el estadio de Wembley, en Londres, se vio a cerca de 60.000 aficionados cantando y alentando desde las gradas a sus equipos. (Lea: Coronavirus en Bogotá: ¿Cuáles son las razones para reabrir estadios y discotecas?)
Estos asistentes hicieron parte de un experimento que el gobierno de Reino Unido empleó para rastrear la propagación del virus en eventos deportivos, conciertos, festivales de verano y otros espectáculos masivos que se han ido reabriendo al público. El estudio hace parte del Programa de Investigación de Eventos que ha venido adelantando este país.
Los primeros resultados, que son preliminares, evaluaron nueve pruebas piloto, algunas de ellas se registraron entre abril y mayo. Los investigadores recopilaron varios datos antes, durante y después de estos eventos, como los resultados de las pruebas y datos de salud pública, seguimiento detallado de la ventilación, evidencia en video del comportamiento de la multitud, entrevistas y encuestas.
Los investigadores corroboraron que en estos eventos se “muestra que hay tres rutas principales de transmisión : gotitas y aerosoles respiratorios de corto alcance; aerosoles respiratorios de mayor alcance; y contacto directo con superficies contaminadas con COVID-19″. Además, el riesgo de transmisión en cualquier evento dependerá de varios factores biológicos, de comportamiento y ambientales, como la prevalencia de la enfermedad en el momento, el diseño del lugar, el alcance y la eficacia de la ventilación del lugar, el número y las características de asistentes, tipo, naturaleza y propósito del contacto, y tiempo que comparte cerca de otras personas.
“Los mayores riesgos de transmisión ocurren cuando se combinan múltiples factores”, advirtieron los investigadores. A pesar de que estos datos preliminares motivaron a levantar algunas restricciones en el país, como las de los partidos de la Eurocopa, para Theresa Marteau, científica del comportamiento de la Universidad de Cambridge, se trabajó con bastante rapidez. (Puede leer: Fatiga, principal secuela en colombianos que se contagiaron de coronavirus: Dane)
Advierten que se debe tener en cuenta que los espacios al aire libre tienen generalmente menos factores de riesgo que los interiores, pero, por ejemplo, hay ciertas áreas de lugares al aire libre y que son zonas en común con un alto flujo de personas, como los baños, los pasillos y los puestos de comida y bebida. “Acá la gente se aglomera y provoca una mayor posibilidad de que se propague el virus”, dice el estudio.
Solo 28 de las más de 55.000 personas que participaron como espectadores en eventos, como el Campeonato Mundial de Snooker en un teatro de Sheffield o la final de la Copa en el estadio de Wembley, tuvieron una prueba positiva para coronavirus. Y, de ellos, se identificaron que 11 podrían haberse infectado en el evento y unos 17 como potencialmente infectados en el momento de un evento o una fecha cercana.
“A veces, las entradas se vendían en el momento en que se estaban ultimando los protocolos científicos”, dijo Marteau a Nature. Otros investigadores señalan que los datos se deben leer con cuidado, sobre todo porque en el momento del estudio la variante delta, registrada por primera vez en octubre de 2020 en India, no era predominante en este país. Sin embargo, resaltan la importancia de estos estudios, principalmente ahora que se están reabriendo varios eventos deportivos y de entretenimiento. (Le puede interesar: ¿Qué se conoce sobre la duración de la inmunidad contra el coronavirus?)