Homicidio, la principal causa de muerte en mujeres embarazadas en Estados Unidos
Las autoras de la investigación, que fue publicada en el British Medica Journal, calificaron la situación como una “emergencia sanitaria para las embarazadas”.
Las mujeres embarazadas o que llevan poco tiempo de dar a luz en Estados Unidos tienen más probabilidades de ser asesinadas que de morir por causas obstétricas, trastornos hipertensivos o hemorragias. Esto, según una investigación liderada por dos científicas de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. (Puede leer: La celebración de velitas y el festivo dejaron 98 lesionados por manipular pólvora)
Rebecca Lawn, investigadora postdoctoral, y Karestan Koenen, profesora de epidemiología psiquiátrica en dicha universidad, encontraron que la violencia suele provenir de la pareja de la mujer y que, con frecuencia, implica el uso de armas de fuego.
Otro estudio publicado recientemente, y que fue considerado por las investigadoras de Harvard, mostró que entre 2009 y 2019, en el 68% de los homicidios en mujeres embarazadas se usaron armas de fuego. La situación, advertía la investigación publicada en National Library of Medicine, era aún más graves para las mujeres afro, que para las blancas o hispanas, pues su riesgo era “sustancialmente mayor”. (Le puede interesar: FDA propone que a los pacientes de Lasik se les adviertan las complicaciones)
Para Lawn y Koenen hay dos factores que pueden explicar el preocupante panorama que viven las mujeres embarazadas en Estados Unidos. El primero tiene que ver con las leyes que restringen el acceso de las mujeres a la atención reproductiva y al aborto. Esto, apuntan las científicas, ponen en mayor riesgo a las mujeres.
“Cuando las mujeres embarazadas se someten a revisiones médicas, los profesionales sanitarios pueden identificar a las que corren riesgo de sufrir violencia e intentar ayudarlas”, propuso Lawn como una de las estrategias para revertir esa problemática. (También le puede interesar: Científicos piden que racismo y discriminación sean declarados riesgos para la salud)
El segundo factor apunta a la permisiva legislación que existe en este país para acceder a armas de fuego y que incrementarían el riesgo para las mujeres.
Las mujeres embarazadas o que llevan poco tiempo de dar a luz en Estados Unidos tienen más probabilidades de ser asesinadas que de morir por causas obstétricas, trastornos hipertensivos o hemorragias. Esto, según una investigación liderada por dos científicas de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. (Puede leer: La celebración de velitas y el festivo dejaron 98 lesionados por manipular pólvora)
Rebecca Lawn, investigadora postdoctoral, y Karestan Koenen, profesora de epidemiología psiquiátrica en dicha universidad, encontraron que la violencia suele provenir de la pareja de la mujer y que, con frecuencia, implica el uso de armas de fuego.
Otro estudio publicado recientemente, y que fue considerado por las investigadoras de Harvard, mostró que entre 2009 y 2019, en el 68% de los homicidios en mujeres embarazadas se usaron armas de fuego. La situación, advertía la investigación publicada en National Library of Medicine, era aún más graves para las mujeres afro, que para las blancas o hispanas, pues su riesgo era “sustancialmente mayor”. (Le puede interesar: FDA propone que a los pacientes de Lasik se les adviertan las complicaciones)
Para Lawn y Koenen hay dos factores que pueden explicar el preocupante panorama que viven las mujeres embarazadas en Estados Unidos. El primero tiene que ver con las leyes que restringen el acceso de las mujeres a la atención reproductiva y al aborto. Esto, apuntan las científicas, ponen en mayor riesgo a las mujeres.
“Cuando las mujeres embarazadas se someten a revisiones médicas, los profesionales sanitarios pueden identificar a las que corren riesgo de sufrir violencia e intentar ayudarlas”, propuso Lawn como una de las estrategias para revertir esa problemática. (También le puede interesar: Científicos piden que racismo y discriminación sean declarados riesgos para la salud)
El segundo factor apunta a la permisiva legislación que existe en este país para acceder a armas de fuego y que incrementarían el riesgo para las mujeres.