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Por estos días se lleva a cabo otra importante conferencia global que ha recibido menos atención que la de cambio climático: la Conferencia de las Partes en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, una reunión en la que se discuten asuntos relacionados con el comercio de cigarrillos y los caminos para evitar su consumo. (Lea Singapur no cubrirá costos médicos de quienes no se vacunen contra el COVID-19)
Sin embargo, como suele suceder en las reuniones para disminuir el uso de combustibles fósiles, en esta ocasión la industria también están entorpeciendo las discusiones. Así lo advierten 57 organizaciones de varios países en un comunicado en que alertan que las tabacaleras están interfiriendo a través de algunas delegaciones de país. (Lea Tercera dosis y combinación de vacunas: guía para entender las últimas decisiones)
En la reunión, que empezó el lunes 8 de noviembre luego de aplazare en 2020 debido a la pandemia de COVID-19, “los delegados gubernamentales de Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana entorpecieron de manera reiteradamente los trabajos de la reunión global”, aseguran las organizaciones.
Entre ellas se encuentran el Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo Facultad de Medicina Universidad Autónoma de México; la Red contra el Cáncer (México); la Red Nacional Antitabaco, RENATA (Costa Rica); la Fundación Anáas (Colombia); la Fundación InterAmericana del Corazón (Argentina); la Fundación InterAmericana del Corazón (Bolivia); la Fundación Salud, Ambiente y Desarrollo (Ecuador), la organización Campaign for Tobacco-Free Kids CTFK; el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Perú) y Corporate Accountability.
Según su comunicado, la Universidad de Bath, en Reino Unido, ya había anticipado que la industria tabacalera daría subvenciones a organizaciones para que “entorpecieran los trabajos de la COP9, como la Red Internacional de Organizaciones de Consumidores de Nicotina (INNCO, por su siglas en inglés), quienes recibieron 65 mil dólares para interferir en la reunión”.
Así mismo, dicen, un “reporte global publicado la semana pasada por STOP, anticipaba que los gobiernos de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana son los más interferidos por la industria tabacalera. En el puntaje por región, República Dominicana obtuvo el mayor puntaje de interferencia de la industria en todo el mundo (96 de 100 posibles), seguida por Guatemala (72), Honduras (59), El Salvador (54) y Nicaragua (50)”.
Su petición es que los delegados de Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana dejen de “dilatar las negociaciones de un tratado internacional de salud pública que ayuda a salvaguardar la vida de más de 8 millones de personas que mueren al año por la pandemia del tabaquismo”.