Inglaterra se prepara para permitir abortos en casa
Las mujeres en Inglaterra pronto podrán abortar en su propia casa siempre y cuando tengan menos de diez semanas de embarazo.
Redacción Vivir
Inglaterra planea seguir los pasos de sus vecinos Escocia y Gales que el año pasado aprobaron leyes para permitir que las mujeres con menos de diez semanas de embarazo que decidan abortar lo puedan hacer en su casa. Irlanda del Norte sigue prohibiendo el aborto en todas las circunstancias.
El gobierno británico anunció que antes de terminar el 2018 planea poner en marcha la medida. Hasta ahora las mujeres que deciden tener un aborto en cualquier momento del embarazo deben dirigirse a una clínica para tener acceso a medicamentos como mifepristona y misoprostol.
Aproximadamente ocho de cada diez interrupciones del embarazo ocurren con esta alternativa farmacológica y según el Departamento de Salud y Asistencia Social, cuatro de cada cinco interrupciones en Inglaterra son abortos médicos tempranos, llevados a cabo con menos de 10 semanas de gestación.
Por la facilidad del tratamiento y los pocos riesgos que conlleva, el Servicio Británico de Asesoramiento sobre Embarazo, un proveedor de servicios de aborto del Reino Unido, ha intentado que se cambie la legislación.
El gobierno también anunció que trabajá con instituciones como el Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos para desarrollar una guía para profesionales médicos que ofrezcan la opción en el hogar a los pacientes.
La presidenta del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos, Lesley Regan, dijo en un comunicado que “esta medida simple y práctica proporcionará a las mujeres muchas más opciones y es la atención más compasiva que podemos brindarles. Permitirá a las mujeres evitar la angustia y la vergüenza de sangrado y dolor durante su viaje a casa después de una segunda visita innecesaria a una clínica u hospital".
La Sociedad para la Protección de Niños por Nacer manifestó su rechazo a la medida. De acuerdo a una declaración a al BBC: "La píldora abortiva somete a las mujeres a una terrible experiencia emocional y física. La determinación de la industria del aborto de empujar a las mujeres a someterse a esto en su propio hogar sin supervisión médica real ilustra su actitud arrogante en lo que respecta al bienestar de las mujeres".
Inglaterra planea seguir los pasos de sus vecinos Escocia y Gales que el año pasado aprobaron leyes para permitir que las mujeres con menos de diez semanas de embarazo que decidan abortar lo puedan hacer en su casa. Irlanda del Norte sigue prohibiendo el aborto en todas las circunstancias.
El gobierno británico anunció que antes de terminar el 2018 planea poner en marcha la medida. Hasta ahora las mujeres que deciden tener un aborto en cualquier momento del embarazo deben dirigirse a una clínica para tener acceso a medicamentos como mifepristona y misoprostol.
Aproximadamente ocho de cada diez interrupciones del embarazo ocurren con esta alternativa farmacológica y según el Departamento de Salud y Asistencia Social, cuatro de cada cinco interrupciones en Inglaterra son abortos médicos tempranos, llevados a cabo con menos de 10 semanas de gestación.
Por la facilidad del tratamiento y los pocos riesgos que conlleva, el Servicio Británico de Asesoramiento sobre Embarazo, un proveedor de servicios de aborto del Reino Unido, ha intentado que se cambie la legislación.
El gobierno también anunció que trabajá con instituciones como el Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos para desarrollar una guía para profesionales médicos que ofrezcan la opción en el hogar a los pacientes.
La presidenta del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos, Lesley Regan, dijo en un comunicado que “esta medida simple y práctica proporcionará a las mujeres muchas más opciones y es la atención más compasiva que podemos brindarles. Permitirá a las mujeres evitar la angustia y la vergüenza de sangrado y dolor durante su viaje a casa después de una segunda visita innecesaria a una clínica u hospital".
La Sociedad para la Protección de Niños por Nacer manifestó su rechazo a la medida. De acuerdo a una declaración a al BBC: "La píldora abortiva somete a las mujeres a una terrible experiencia emocional y física. La determinación de la industria del aborto de empujar a las mujeres a someterse a esto en su propio hogar sin supervisión médica real ilustra su actitud arrogante en lo que respecta al bienestar de las mujeres".