Invima aclara qué fue lo que sucedió con el diclofenaco en Barranquilla
Una cadena de WhatsApp alertaba sobre la muerte de un hombre tras aplicarse una inyección de diclofenaco. El Invima investigó lo sucedido y esto fue lo que encontró.
Durante los últimos días de marzo y los primeros de abril, en Barranquilla se viralizó una cadena de WhatsApp en la que aseguraban que una persona había muerto tras inyectarse diclofenaco y adquirir una bacteria. (Puede leer: ¡Ojo! Este supuesto “potenciador sexual” se está vendiendo de forma fraudulenta)
De inmediato, la Secretaría Distrital de Salud de la ciudad y el Invima, le salieron al paso a la cadena de desinformación que estaba creciendo en la capital del Atlántico. Mientras la primera entidad desmentía la muerte que se alertaba en WhatsApp, la agencia regulatoria de medicamentos aseguró que tras realizar los análisis de rutina, no había detectado ningún lote de diclofenaco contaminado.
A pesar de que ambas entidades desmintieron la información, continuaron con la investigación para determinar qué había sucedido. Tras verificar datos en la plataforma en la que se reportan eventos adversos, realizar análisis de farmacovigilancia y tomar muestras de los medicamentos diclofenaco y dexametadosona, tanto en Barranquilla como en los laboratorios, el Invima llegó a una conclusión. (Le puede interesar: Las razones que ayudan a entender el difícil panorama de cáncer de cuello uterino)
“En primera instancia, los datos reportados en la plataforma VigiFlow® permitieron identificar las indicaciones de los medicamentos involucrados, la forma en que se usaron y las características de los eventos adversos, que en total fueron siete (7)”, explica el Instituto en un comunicado dado a conocer este jueves (18 de mayo).
Tras realizar el análisis de farmacovigilancia, siguiendo la metodología recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Invima concluyó que la causa más probable de los eventos adversos, fue el uso inadecuado del medicamento por la práctica de automedicación. (También puede leer: Las recomendaciones ante el brote de varicela en dos universidades de Popayán)
“Esta conclusión es apoyada por los resultados de los ensayos microbiológicos y fisicoquímicos, adelantados tanto al centro médico como a las muestras de retención de los fabricantes, que cumplen con las especificaciones de calidad”, apunta el Instituto.
Según la investigación, los eventos reportados se asociaron a reacciones adversas de síndrome de Nicolau y fascitis necrotizante luego de la aplicación de las inyecciones que contenían una combinación de diclofenaco con dexametasona.
El síndrome de Nicolau, según explicaron unos médicos turcos en este caso de estudio publicado en 2016 en los Archivos Argentinos de Pediatría, “es una complicación rara de la inyección de ciertos fármacos por vía intramuscular, intraarticular o subcutánea, que produce necrosis isquémica de la piel, las partes blandas y el tejido muscular circundante”. En otras palabras, puede generar la muerte del hueso ante la pérdida del flujo de sangre. (Le puede interesar: El particular caso del paciente paisa resistente al alzhéimer)
Por otra parte, la fascitis necrotizante “es una infección bacteriana rara que se propaga por el cuerpo rápidamente y puede causar la muerte”, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos.
Tanto el síndrome de Nicolau, como la fascitis necrotizante, se pudieron presentar, según el Invima, por prácticas de uso inadecuadas e inseguras “como la automedicación y la autoadministración, que incluyen la mezcla de productos y posibles fallas en las técnicas de asepsia y aplicación”. (También puede leer: Un estudio sobre diabetes y mujeres lesbianas y bisexuales tiene algo que mostrar)
Por último, el Invima señaló, como ya lo había hecho en el mes de abril, que en Colombia no hay ningún lote de diclofenaco o dexametasona inyectable que presente desviación de calidad o contaminación microbiológica.
Durante los últimos días de marzo y los primeros de abril, en Barranquilla se viralizó una cadena de WhatsApp en la que aseguraban que una persona había muerto tras inyectarse diclofenaco y adquirir una bacteria. (Puede leer: ¡Ojo! Este supuesto “potenciador sexual” se está vendiendo de forma fraudulenta)
De inmediato, la Secretaría Distrital de Salud de la ciudad y el Invima, le salieron al paso a la cadena de desinformación que estaba creciendo en la capital del Atlántico. Mientras la primera entidad desmentía la muerte que se alertaba en WhatsApp, la agencia regulatoria de medicamentos aseguró que tras realizar los análisis de rutina, no había detectado ningún lote de diclofenaco contaminado.
A pesar de que ambas entidades desmintieron la información, continuaron con la investigación para determinar qué había sucedido. Tras verificar datos en la plataforma en la que se reportan eventos adversos, realizar análisis de farmacovigilancia y tomar muestras de los medicamentos diclofenaco y dexametadosona, tanto en Barranquilla como en los laboratorios, el Invima llegó a una conclusión. (Le puede interesar: Las razones que ayudan a entender el difícil panorama de cáncer de cuello uterino)
“En primera instancia, los datos reportados en la plataforma VigiFlow® permitieron identificar las indicaciones de los medicamentos involucrados, la forma en que se usaron y las características de los eventos adversos, que en total fueron siete (7)”, explica el Instituto en un comunicado dado a conocer este jueves (18 de mayo).
Tras realizar el análisis de farmacovigilancia, siguiendo la metodología recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Invima concluyó que la causa más probable de los eventos adversos, fue el uso inadecuado del medicamento por la práctica de automedicación. (También puede leer: Las recomendaciones ante el brote de varicela en dos universidades de Popayán)
“Esta conclusión es apoyada por los resultados de los ensayos microbiológicos y fisicoquímicos, adelantados tanto al centro médico como a las muestras de retención de los fabricantes, que cumplen con las especificaciones de calidad”, apunta el Instituto.
Según la investigación, los eventos reportados se asociaron a reacciones adversas de síndrome de Nicolau y fascitis necrotizante luego de la aplicación de las inyecciones que contenían una combinación de diclofenaco con dexametasona.
El síndrome de Nicolau, según explicaron unos médicos turcos en este caso de estudio publicado en 2016 en los Archivos Argentinos de Pediatría, “es una complicación rara de la inyección de ciertos fármacos por vía intramuscular, intraarticular o subcutánea, que produce necrosis isquémica de la piel, las partes blandas y el tejido muscular circundante”. En otras palabras, puede generar la muerte del hueso ante la pérdida del flujo de sangre. (Le puede interesar: El particular caso del paciente paisa resistente al alzhéimer)
Por otra parte, la fascitis necrotizante “es una infección bacteriana rara que se propaga por el cuerpo rápidamente y puede causar la muerte”, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos.
Tanto el síndrome de Nicolau, como la fascitis necrotizante, se pudieron presentar, según el Invima, por prácticas de uso inadecuadas e inseguras “como la automedicación y la autoadministración, que incluyen la mezcla de productos y posibles fallas en las técnicas de asepsia y aplicación”. (También puede leer: Un estudio sobre diabetes y mujeres lesbianas y bisexuales tiene algo que mostrar)
Por último, el Invima señaló, como ya lo había hecho en el mes de abril, que en Colombia no hay ningún lote de diclofenaco o dexametasona inyectable que presente desviación de calidad o contaminación microbiológica.