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La bronquiolitis es una de las infecciones respiratorias graves que más contagios genera en los menores de dos años. Un reciente estudio publicado en la revista The Lancet Respiratory Medicine calcula que uno de cada 56 bebés sanos no prematuros que sufren una infección por el virus respiratorio sincitial (VRS), que causa la bronquiolitis, es hospitalizado.
El estudio revisó la historia clínica durante un año de más de nueve mil bebés sanos no prematuros de Inglaterra, España, Escocia, Finlandia y Países Bajos, que nacieron entre julio de 2017 y julio de 2020. Los investigadores concluyeron que una cuarta parte de los bebés tuvo alguna infección relacionada con el VRS y la mitad fueron atendidos por médicos. Una cifra elevada para los científicos: el 14 % en un año. Mientras que el porcentaje de hospitalizaciones fue del 1,8 %. Otra de las conclusiones es que de los bebés hospitalizados, más de la mitad (el 56 %) tenían menos de tres meses.
Otro estudio publicado en mayo de este año en la revista The Lancet encontró que en 2019 más de 100 mil menores de cinco años fallecieron por infecciones respiratorias asociadas al VRS, de los cuales más del 90 % era de países de ingresos bajos o medios. (Lea: ¿Por qué hay cerca de 250 millones de casos de covid en China?)
En los países en los que hay estaciones, el contagio se suele disparar cuando se dan las temperaturas más bajas. Según la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas en este invierno la entrada de bebés a urgencias por VRS ha aumentado en un 40 % más que en la prepandemia.
Lo que este virus hace es inflamar y obstruir los bronquios, que tienen como función conducir el aire a través del pulmón hasta los alveolos, una concavidad ubicada al final de los bronquios en donde se da el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el pulmón y la sangre.
Carlos Rodrigo, director clínico de Pediatría del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, señaló en una entrevista para El País que se “pueden dar cuadros banales, como una rinitis. Pero en los más pequeños, el virus puede afectar al bronquiolo, que es el conducto más estrecho justo antes de llegar al alveolo pulmonar. Si ese conducto se inflama, el aire no puede entrar. Hay mucosidad, se obstruye y provoca dificultad respiratoria”. (Lea: La cifra de lesionados por pólvora asciende a 572 en lo que va de diciembre)
Debido a que el virus causa dificultad respiratoria, uno de los síntomas con los que puede identificar la bronquiolitis en bebés es la contracción del abdomen y que al inhalar se les marquen las costillas. La respiración también se acelera y se producen unos ruidos relacionados con la mucosidad que se deben a que el aire intenta pasar por medio del bronquio obstruido.
Para los casos más graves no hay tratamiento, sino medicación paliativa, es decir, oxígeno, ventilación mecánica e incluso alimentación por sonda. Y las opciones preventivas son algo limitadas. (Lea: Joven en Ibagué no murió por la viruela del mono: director del INS)
Por ejemplo, el palivizumab, un anticuerpo monoclonal, es empleado únicamente para la población más vulnerable, como bebés prematuros o con graves afectaciones respiratorias; y en noviembre la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) aprobó otro anticuerpo monoclonal para lactantes, denominado beyfortus.
Por otro lado, a inicios de este mes la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) señaló que revisará con prioridad la vacuna contra el VRS presentada por Pfizer para adultos mayores. La agencia tomará una decisión para mayo de 2023 y en caso de ser aprobada sería la primera vacuna contra el VRS para mayores de 60 años en ese país.
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