La cantidad de luz que recibe en el día podría tener un impacto en su salud mental
Un estudio encontró que la exposición a la luz está asociada a un mayor o menor riesgo de padecer algunas enfermedades psiquiátricas, dependiendo de si se trata de luz diurna o nocturna.
Al parecer, la forma en la que vivimos en la sociedad actual está confundiendo nuestros cuerpos por la forma en la que los estamos exponiendo a la luz. Eso estaría impactando nuestra salud mental independientemente de otros hábitos de vida, como la actividad física o la calidad del sueño. (Le puede interesar: ¿Cuánto tiempo deben reconocerle como licencia de paternidad?)
A propósito de la celebración a nivel mundial del día de la salud mental, la revista Nature Mental Health publicó una investigación acerca del impacto que tendría la exposición a la luz en la probabilidad de desarrollar algún tipo de diagnóstico psiquiátrico.
Un grupo de investigadores de Australia, Estados Unidos y Reino Unido analizó un conjunto de datos de 86.772 pacientes que habían tenido un seguimiento sobre diferentes aspectos de su vida. Se trata de adultos que en promedio se encuentran entre los 55 y los 70 años.
El estudio encontró que una mayor exposición a la luz artificial en las noches estaría relacionada con una probabilidad 30 % mayor de padecer depresión. Esta misma asociación se encontró con otros trastornos, como la ansiedad, el estrés postraumático y la psicosis. (Le recomendamos: La “mala soledad”, una conversación pendiente)
Sin embargo, hay un efecto contrario para la luz diurna. Aquellas personas que estuvieron más expuestas a luz natural durante el día presentaron una probabilidad 20 % menor de desarrollar depresión. Y, al igual que en el otro análisis, aquí también se presentó una asociación similar para otros trastornos psiquiátricos.
El investigador Sean Cain, uno de los autores del estudio, explicó a la revista especializada Medial Press que esto puede deberse a que el cuerpo humano está habituado a realizar sus actividades con la mayor cantidad de luz natural disponible en el día y con muy poca iluminación artificial en la noche. Sin embargo, actualmente las personas pasan más tiempo en el día en lugares cerrados y con luz artificial, a la que también están expuestas en las noches.
Los investigadores concluyen en su publicación que “evitar la luz en las noches y buscar luz durante el día puede ser una medida no farmacológica muy simple y efectiva de mejorar ampliamente la salud mental”. (También puede leer: Pacientes enviaron carta de cuestionamientos a la reforma a la salud)
Estos resultados se mantuvieron cuando se incluyeron en el análisis otros factores, como la cantidad de actividad física que hacen las personas o la calidad de sus períodos de sueño, que también suelen relacionarse con trastornos psiquiátricos y fueron monitoreados en los cerca de 87.000 participantes.
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A propósito de la celebración a nivel mundial del día de la salud mental, la revista Nature Mental Health publicó una investigación acerca del impacto que tendría la exposición a la luz en la probabilidad de desarrollar algún tipo de diagnóstico psiquiátrico.
Un grupo de investigadores de Australia, Estados Unidos y Reino Unido analizó un conjunto de datos de 86.772 pacientes que habían tenido un seguimiento sobre diferentes aspectos de su vida. Se trata de adultos que en promedio se encuentran entre los 55 y los 70 años.
El estudio encontró que una mayor exposición a la luz artificial en las noches estaría relacionada con una probabilidad 30 % mayor de padecer depresión. Esta misma asociación se encontró con otros trastornos, como la ansiedad, el estrés postraumático y la psicosis. (Le recomendamos: La “mala soledad”, una conversación pendiente)
Sin embargo, hay un efecto contrario para la luz diurna. Aquellas personas que estuvieron más expuestas a luz natural durante el día presentaron una probabilidad 20 % menor de desarrollar depresión. Y, al igual que en el otro análisis, aquí también se presentó una asociación similar para otros trastornos psiquiátricos.
El investigador Sean Cain, uno de los autores del estudio, explicó a la revista especializada Medial Press que esto puede deberse a que el cuerpo humano está habituado a realizar sus actividades con la mayor cantidad de luz natural disponible en el día y con muy poca iluminación artificial en la noche. Sin embargo, actualmente las personas pasan más tiempo en el día en lugares cerrados y con luz artificial, a la que también están expuestas en las noches.
Los investigadores concluyen en su publicación que “evitar la luz en las noches y buscar luz durante el día puede ser una medida no farmacológica muy simple y efectiva de mejorar ampliamente la salud mental”. (También puede leer: Pacientes enviaron carta de cuestionamientos a la reforma a la salud)
Estos resultados se mantuvieron cuando se incluyeron en el análisis otros factores, como la cantidad de actividad física que hacen las personas o la calidad de sus períodos de sueño, que también suelen relacionarse con trastornos psiquiátricos y fueron monitoreados en los cerca de 87.000 participantes.
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