La citología anal se abre paso en la detección del cáncer por VPH
Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) encontró que de 100 pacientes, el 33 % presentaron prevalencia del virus del papiloma humano (VPH), y solo entre el 2 y 3 % de los casos se realizó una citología anal, prueba diagnóstica cada vez más recomendada para identificar el cáncer por el VPH en esta zona del cuerpo.
Agencia de noticias UNAL
El doctor Cristhiam David Sánchez Corredor, especialista en Obstetricia y Ginecología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que “desde hace un tiempo, diferentes investigaciones en el mundo han señalado la posibilidad de que el VPH no se desarrolle únicamente en el cuello uterino, sino que también se podría presentar en la vagina, la vulva y el ano”. (Le recomendamos: ¿Quién salvará la vacunación contra el VPH en Colombia?)
La incidencia de cáncer anal ha aumentado en las últimas décadas a un ritmo de 2,2 % por año. En Estados Unidos se presentan 7.000 casos al año con una incidencia de 2 por cada 100.000 habitantes, con una sobrevida a 5 años del 65,7 %.
“Dicha situación motiva a los especialistas a evaluar si es pertinente o no desarrollar estrategias de diagnóstico como las citologías anales o pruebas del VPH en la zona anal”, menciona. (Puede leer más noticias de salud aquí)
En Australia, Estados Unidos e Inglaterra se han adelantado estudios que recomiendan que a las pacientes con VPH se les tome citología anal; sin embargo, es algo que está empezando, y que ha generado interés en distintos especialistas e investigadores.
En ese sentido, los especialistas de la UNAL Mónica Guerrero y Cristhiam Sánchez han estudiado la prevalencia de citología anal anormal e infección por virus del papiloma humano en pacientes con diagnóstico de displasia cervical (cambios anormales en las células de la superficie del cuello uterino).
Prevalencia del VPH
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores acudieron a dos centros de colposcopia (forma especial de examinar el cuello uterino) de Bogotá: el Hospital de Engativá y la Clínica Cafam, en el periodo diciembre de 2017 a septiembre de 2018. (Le puede interesar: Vacuna del papiloma humano, una tragedia informativa)
Se recolectaron casi 100 muestras de mujeres entre 30 y 65 años, con diagnóstico de displasia cervical de cualquier grado confirmada por biopsia en los tres meses previos, que asistían para la valoración y seguimiento en la unidad de colposcopia. Después de informarles sobre las características del estudio, se les tomó un examen de citología anal y una prueba de VPH.
Para el análisis de los resultados se estimó la prevalencia de punto de citología anormal y de infección por VPH en la zona de transformación anal.
Las variables cuantitativas se resumieron con medidas de tendencia central o pruebas no paramétricas según su distribución y las variables cualitativas en números absolutos y proporciones mediante el software Epi Info.7.2 12.
Las variables para análisis por subgrupos fueron el grado de displasia cervical, historia de sexo anal receptivo y consumo de cigarrillo.
Los investigadores señalan que estudios epidemiológicos del carcinoma escamocelular anal han identificado como los principales factores de riesgo la infección por VIH el estado de inmunosupresión, el tabaquismo, y últimamente el antecedente de displasia del tracto genital inferior mediada por la infección por VPH.
Tratamiento a seguir
Según el doctor Sánchez, cuando se encuentra una lesión anal, una displasia cervical, ya sea por efectos del VPH o por una citología anormal, generalmente se hace un examen especial conocido como anoscopia de alta resolución.
Destaca además que el reporte de la anoscopia puede indicar si hay lesiones de bajo o alto grado.
Cuando una lesión se considera de bajo grado se recomienda hacer seguimiento, y cuando es de alto grado existen algunos procedimientos como “quemar la lesión”, que se utiliza en pacientes jóvenes, pero cuando se diagnostica en edades avanzadas se requiere el concepto de un especialista para definir opciones quirúrgicas.
El doctor Cristhiam David Sánchez Corredor, especialista en Obstetricia y Ginecología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que “desde hace un tiempo, diferentes investigaciones en el mundo han señalado la posibilidad de que el VPH no se desarrolle únicamente en el cuello uterino, sino que también se podría presentar en la vagina, la vulva y el ano”. (Le recomendamos: ¿Quién salvará la vacunación contra el VPH en Colombia?)
La incidencia de cáncer anal ha aumentado en las últimas décadas a un ritmo de 2,2 % por año. En Estados Unidos se presentan 7.000 casos al año con una incidencia de 2 por cada 100.000 habitantes, con una sobrevida a 5 años del 65,7 %.
“Dicha situación motiva a los especialistas a evaluar si es pertinente o no desarrollar estrategias de diagnóstico como las citologías anales o pruebas del VPH en la zona anal”, menciona. (Puede leer más noticias de salud aquí)
En Australia, Estados Unidos e Inglaterra se han adelantado estudios que recomiendan que a las pacientes con VPH se les tome citología anal; sin embargo, es algo que está empezando, y que ha generado interés en distintos especialistas e investigadores.
En ese sentido, los especialistas de la UNAL Mónica Guerrero y Cristhiam Sánchez han estudiado la prevalencia de citología anal anormal e infección por virus del papiloma humano en pacientes con diagnóstico de displasia cervical (cambios anormales en las células de la superficie del cuello uterino).
Prevalencia del VPH
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores acudieron a dos centros de colposcopia (forma especial de examinar el cuello uterino) de Bogotá: el Hospital de Engativá y la Clínica Cafam, en el periodo diciembre de 2017 a septiembre de 2018. (Le puede interesar: Vacuna del papiloma humano, una tragedia informativa)
Se recolectaron casi 100 muestras de mujeres entre 30 y 65 años, con diagnóstico de displasia cervical de cualquier grado confirmada por biopsia en los tres meses previos, que asistían para la valoración y seguimiento en la unidad de colposcopia. Después de informarles sobre las características del estudio, se les tomó un examen de citología anal y una prueba de VPH.
Para el análisis de los resultados se estimó la prevalencia de punto de citología anormal y de infección por VPH en la zona de transformación anal.
Las variables cuantitativas se resumieron con medidas de tendencia central o pruebas no paramétricas según su distribución y las variables cualitativas en números absolutos y proporciones mediante el software Epi Info.7.2 12.
Las variables para análisis por subgrupos fueron el grado de displasia cervical, historia de sexo anal receptivo y consumo de cigarrillo.
Los investigadores señalan que estudios epidemiológicos del carcinoma escamocelular anal han identificado como los principales factores de riesgo la infección por VIH el estado de inmunosupresión, el tabaquismo, y últimamente el antecedente de displasia del tracto genital inferior mediada por la infección por VPH.
Tratamiento a seguir
Según el doctor Sánchez, cuando se encuentra una lesión anal, una displasia cervical, ya sea por efectos del VPH o por una citología anormal, generalmente se hace un examen especial conocido como anoscopia de alta resolución.
Destaca además que el reporte de la anoscopia puede indicar si hay lesiones de bajo o alto grado.
Cuando una lesión se considera de bajo grado se recomienda hacer seguimiento, y cuando es de alto grado existen algunos procedimientos como “quemar la lesión”, que se utiliza en pacientes jóvenes, pero cuando se diagnostica en edades avanzadas se requiere el concepto de un especialista para definir opciones quirúrgicas.