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Desde hace varios meses se viene discutiendo entre representantes de diferentes países un tratado global para hacer pública información relacionada con la salud de las personas, con el fin de prevenir y actuar de manera rápida ante enfermedades que, a futuro, puedan convertirse en pandemia. (Le puede interesar: El acceso a la morfina es desigual e insuficiente en el mundo: OMS)
El desarrollo de vacunas ante la aparición del virus causante del covid-19 fue un ejemplo sobre la velocidad con la que puede llegar a funcionar la investigación científica con datos abiertos. Hacer pública la información genómica de los virus es clave en estos procesos.
Por esto, desde febrero de 2023 la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado a sus 194 países miembros para crear un tratado internacional para prevenir y prepararse ante una eventual pandemia. Desde entonces se está discutiendo una manera justa para distribuir los beneficios que se obtengan de este tratado.
El debate se da porque países de ingresos medios y bajos que compartieron información relevante durante la pandemia por covid-19, no se favorecieron de la misma manera con respecto a los países de ingresos altos. El ejemplo más claro de esto es que el promedio más alto de vacunación de todos los países africanos apenas supera el 35 %. (Le recomendamos: “Es una medida arbitraria e inoportuna”: Gobernador de Antioquia sobre Savia Salud)
Dentro de estos se encuentra Sudáfrica, uno de los países que alertó sobre las variantes delta y ómicron del virus que causa covid-19. Allí apenas se ha logrado vacunar a un 34,7 % de la población.
Pierre du Plessis, uno de los líderes de negociación de África, aseguró al medio especializado Nature que “hay preocupación por proteger el derecho a la soberanía para controlar y acceder a los recursos genéticos, y no renunciar a eso sin que, al menos, se consiga algo sustancial en compensación”.
Una de las propuestas que se planteó en los borradores del tratado es que la OMS, que debe velar por los intereses de todos los países miembros, sea quien esté a cargo del mecanismo de información pública. De esta manera, se evitará que privados utilicen la información con fines de lucro, una de las principales preocupaciones. (También puede leer: Cafam señala que, por posible ataque cibernético, presenta afectaciones en el servicio)
Dentro de las peticiones de países de ingresos medios y bajos está la necesidad de pedir autorización a los países para emplear su información, mostrando los objetivos de ese uso, los beneficios y cómo se distribuirán.
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