La equivocación de $25 billones de la Superintendencia y del Ministerio de Salud
Hace una semana el superintendente, Ulahy Beltrán, y la ministra de Salud, Carolina Corcho, aseguraron que la deuda que tenían las EPS con el sector ascendían a casi $50 billones. Tras un intenso debate, tuvieron que retractarse.
Sergio Silva Numa
Juan Diego Quiceno
Hace cerca de diez días la Superintendencia de Salud publicó un comunicado con un título que fue replicado por la mayoría de los medios de comunicación de Colombia: “Deuda total de EPS se acerca a 50 billones de pesos” ($49,1 billones, para ser precisos). En el documento, la entidad encabezada por Ulahy Beltrán, advertía que esa enorme deuda la habían dejado las EPS que se están liquidando y las que aún se encuentran activas en el sistema de salud.
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Hace cerca de diez días la Superintendencia de Salud publicó un comunicado con un título que fue replicado por la mayoría de los medios de comunicación de Colombia: “Deuda total de EPS se acerca a 50 billones de pesos” ($49,1 billones, para ser precisos). En el documento, la entidad encabezada por Ulahy Beltrán, advertía que esa enorme deuda la habían dejado las EPS que se están liquidando y las que aún se encuentran activas en el sistema de salud.
“Se evidencia la criticidad que este sistema presenta y la afectación que en este momento padecen un sinnúmero de acreedores de esas EPS”, se leía en el comunicado de la Supersalud.
La cifra fue replicada por la ministra de Salud, Carolina Corcho. “Entre las EPS liquidadas y en liquidación quedaron debiendo 33 billones a clínicas y hospitales y la deuda actual es de 16, 6 billones; casi 50 billones de pesos es el hueco fiscal con entidades que atienden a los pacientes”, apuntó en Twitter. “Las EPS nos deja deudas que equivalen a dos reformas tributarias”, dijo por esos días en W Radio.
Esos números causaron mucha inquietud entre los diferentes actores del sistema de salud. Tanto el exministro Fernando Ruiz, como el anterior superintendente, Fabio Aristizábal, intentaron desmentir los cálculos. A sus ojos, no era posible que, en seis meses, las deudas de las EPS se hubiesen duplicado.
El debate desembocó en un hecho inesperado: este lunes 16 de enero, la Superintendencia de Salud tuvo que rectificar sus cifras. En otro comunicado reconocía que había identificado inconsistencias.
“Luego de constatar y de realizar la depuración efectiva, esta Superintendencia determinó que las deudas de las EPS ascienden a $23,3 billones, de los cuales, $16,6 billones corresponden a las EPS activas en el sector; $1,7 billones a las EPS liquidadas; y $5 billones a las EPS en liquidación”, decía en el nuevo boletín. Es decir, la entidad encargada de vigilar a los actores del sistema, había cometido un error de cálculo $25 billones.
El reconocimiento de la grave equivocación, que también admitió la ministra Corcho, vino acompañada de una aclaración que quienes han estudiado el sistema de salud colombiano habían reclamado con insistencia: las cifras pueden variar, entra otras cosas, por el flujo de cartera y por el “proceso de reconocimiento y pago de acreencias están haciendo los agentes liquidadores de varias EPS”.
En otras palabras, a la hora de hablar las deudas en el sistema de salud es mejor cogerlas con pinzas y evitar meterlas todas en una misma bolsa. Una de las principales razones, como recuerda la exviceministra de Salud, Diana Cárdenas, es que este es un sector que no funciona como cualquier negocio, pues el flujo de recursos es muy diferente: hay cuentas que se pagan a 60 días. Otras a 90, 180 o 360 días. Incluso, hay cuentas en la Adres, la entidad que maneja la plata del sistema y de la que Cárdenas fue directora, que prescriben después de 3 años.
Para decirlo de otra manera: de los $16,6 billones de “deudas” que, según la Supersalud, tienen las EPS activas, hay un porcentaje que se debe a pagos que están en proceso de ser reconocidos o a deudas por cobrar.
A diferencia de lo que sucede en un restaurante o en una tienda de ropa, donde el comprador recibe el producto luego de pagar, en el sistema de salud, las facturas tardan varias semanas (o meses) en ser reconocidas y deben superar un proceso de auditoría. De manera que cuando un hospital atiende a un paciente y luego cobra esos servicios a la EPS a la que pertenece el usuario, debe esperar un buen tiempo para recibir los recursos.
Se trata de un trámite engorroso que se vuelve sumamente complicado, como dice Cárdenas, por un motivo: en Colombia no existe aún la factura electrónica, lo cual obliga a los cobradores a cumplir una serie de requisitos en sus facturas, imposibles de abordar en estos párrafos.
¿Cuánto deben las EPS?
La pregunta que muchos se hacen es qué porcentaje de esa “deuda” de las EPS obedece a esa “cartera corriente”, como lo llaman en el argot técnico, y que está en trámite de ser pagada. Es una cifra en la que es difícil poner de acuerdo a los actores del sistema y que refleja, como dice la ex viceministra de Protección Social, María Andrea Godoy, otro eterno problema: lo difícil que ha sido conciliar los estados financieros de las EPS y las IPS.
La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), que reúne a más de 340 IPS, tiene algunas cifras que ayudan a entender la situación. Según su último estudio de cartera, con corte al 30 de junio de 2022 y basado en información de solo 204 de sus asociados, lo que les deben es una suma con muchos ceros a la derecha y que es muy inquietante: $13,8 billones.
“Hay personas que están diciendo que la mayoría de esa ‘cartera corriente’, y no es así”, anota Juan Carlos Giraldo, director de la ACHC. De acuerdo con sus cálculos, solo el 46% obedece a cartera corriente; el otro 56% es morosidad.
Los cálculos de ese gremio mostraban que sus principales deudores son las EPS del régimen contributivo, con 51,2 % de la deuda. Les siguen las EPS del régimen subsidiado, con el 21,7 % de la deuda. El tercer lugar lo ocupan las diferentes entidades del Estado, que incluye los departamentos, la Adres y el extinto Fosyga con el 9,5 %. El resto de la deuda, 17,6%, pertenece a los servicios prestados a entidades de medicina prepagada, planes complementarios, aseguradoras SOAT, administradoras de riesgos profesionales o laborales, IPS y particulares.
¿Cuál es la deuda las EPS liquidadas?
Además de la “morosidad” y los pagos pendientes por cuenta corriente, hay un tema que ha sido muy controversial desde que la Supersalud publicó su primer comunicado hace 10 días: la deuda que suman las EPS que han sido liquidadas, como Cafesalud o Medimas.
Según la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, las deudas de las EPS de los regímenes contributivo y subsidiado bajo alguna medida de la Superintendencia de Salud superaban los $ 4.3 billones de pesos. El 56,5% era de EPS en liquidación.
Los mayores deudores son Medimas EPS (con $687.825 millones), Coomeva EPS ($494.215 millones), Cafesalud EPS ($420.890 millones), Saludvida ($174.653 millones) y Saludcoop EPS ($170.425 millones).
“Hay funcionarios tratando de minimizar el tema de las liquidaciones. Dicen que eso no es problema. Pero la realidad es que en todos los procesos de liquidación se perdieron recursos”, señala Giraldo.
Pero los procesos de liquidación también esconden procesos complejos, en los cuales los montos adeudados pueden variar, tal y como rectificó la Supersalud en su último comunicado. Dependen, en gran medida, de revisión que hagan los agentes liquidadores al frente de cada EPS.
La exviceministra Cárdenas lo explica con el caso de una de las EPS extintas más populares: Saludcoop. Según cuenta, uno de los activos que tenía esta empresa para pagar sus deudas era una demanda que interpuso en contra de la Adres en el Consejo de Estado. Sin entrar en los detalles, la suma que Saludcoop pedía se aproximaba a $300 mil millones. Tras un proceso de conciliación, el Estado colombiano pagó $52 mil millones, una suma que, en su mayoría, obedecía a intereses, pues la base de la deuda apenas era $7 mil millones.
En todo caso, más allá de las complejidades que esconden las finanzas del sistema de salud, estos errores en las cifras publicadas por la Supersalud y por la ministra Carolina Corcho han dejado un sinsabor entre varios actores. Denis Silva, representante de Pacientes Colombia, cree que haber cometido esa equivocación en un cálculo de cerca de $25 billones le “hace un gran daño a la institucionalidad. Ni siquiera le hace daño a la EPS sino a las entidades oficiales del sistema. Así que perdemos los usuarios. Es muy extraño porque tanto la ministra de Salud como el Superintendente conocen las cifras del sistema de salud”.
A la exvicemnistra Godoy también le sorprendió la poca rigurosidad de la Supersalud. “Cualquier entidad del Gobierno debe tener un rigor técnico a la hora de presentar cifras. Lo correcto es que muestre cuál es la fuente, las discrimine y las explique porque puede conducir a un problema de desinformación muy grave”, dice.
Como a Cárdenas, a ninguno le cuadra que esas cifras se hayan publicado, justamente, semanas previas a la presentación de la reforma al sistema salud que hará el Gobierno de Gustavo Petro.
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