La funcionaria de salud de Joe Biden que vino a reunirse con Carolina Corcho
Loyce Pace, que trabaja en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., se reunió hace unos días con los ministros de Salud y Ciencia de nuestro país. En entrevista con El Espectador cuenta detalles de su visita.
César Giraldo Zuluaga
Hace algunos días una funcionaria de Estados Unidos estuvo en Colombia. Y aunque su visita pasó inadvertida por casi todos los medios de comunicación, tuvo varias reuniones importantes para el país. Se trata de Loyce Pace, subsecretaria de Asuntos Globales del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., quien le contó a El Espectador que visitó Colombia para reunirse con la ministra de Salud, Carolina Corcho, y con Arturo Luna, ministro de Ciencia, con el fin de abordar posibilidades de cooperación entre ambas carteras y Estados Unidos. La funcionaria también tuvo tiempo para visitar la Fundación Procrear que, con el apoyo de la ONG Aid for Aids (que en español traduciría Ayuda para el Sida), trabaja en la prevención y diagóstico del VIH-SIDA. (Puede leer: Las ciudades maya estaban contaminadas con altos niveles de mercurio)
Pace, lleva dos años como subsecretaria de Asuntos Globales de dicha agencia federal, hizo parte de la Junta Consultiva sobre covid-19 en la transición de mandato entre el expresidente Donald Trump y el actual mandatario de los estadounidenses, Joe Biden. Bióloga de la Universidad de Stanford, con maestría en salud internacional y derechos humanos de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, Pace le contó a El Espectador cuál fue el objetivo de la visita, cómo ve la historia de cooperación entre ambos países en salud pública y su opinión sobre asuntos polémicos en este sector como la propiedad intelectual y los impuestos a los alimentos no saludables.
Tenemos entendido que vino a Colombia a reunirse con los ministros de Salud y Ciencia para hablar de temas de cooperación. ¿Nos podría dar más detalles sobre los temas que tratará con ambas carteras?
En temas de salud, el enfoque será, sobre todo, el acceso. Y sorprende un poco que tenga que ser así dado que todavía estamos viviendo con las consecuencias de la pandemia de covid-19. Teniendo en cuenta todas las lecciones que hemos aprendido a lo largo de la pandemia, queremos asegurar el acceso a los servicios, garantizar una salud para todas las personas y poder fortalecer otros aspectos como la investigación que permitan fortalecer aún más los servicios que le podemos ofrecer a la comunidad. Entendemos que es importante también asegurarse de que se pueda ofrecer ese servicio de salud primario a todas las personas como enfoque central de la conversación. La conversación también será con el ministerio de Ciencia y Tecnología porque se tiene que dar también un enfoque abarcador, integral, para poder ofrecer una respuesta integral a la salud. (Le puede interesar: Petro, Fernando Ruiz y la OPS: es clave entender el proceso de elección)
En el tema puntual del acceso a la salud, ¿cómo puede cooperar Estados Unidos con Colombia?
Un aspecto importante que se ha rescatado es que se necesita poder contribuir con trabajadores y según se había dicho en una cumbre anterior, la iniciativa del Secretario de Salud de los EEUU es poder suministrar apoyo con personal brindando trabajo para asistir en salud a países de Latinoamérica y el Caribe. De esta manera podemos ayudar de manera más práctica a la región y especialmente en aquellos casos en lugares donde las personas no tienen acceso a la salud. Por eso estamos trabajando de la mano con la OPS y países como Colombia.
Y en temas de ciencia, ¿cuáles son las prioridades para usted en esta visita?
Es importante también ponerle empeño a la innovación y la investigación. Es una de las lecciones que nos dejó la pandemia de covid-19. Esto se hace para poder ofrecerle al público servicios en tiempo oportuno, de tal manera que las personas no tengan que esperar muchos años para recibir servicios de calidad y de esa manera nosotros podamos asegurar que también, a través de la tecnología y la ciencia, se pueda asegurar investigación y desarrollo para dar soluciones innovadoras en plazos más cortos.
Otro aspecto, relacionado con la primera pregunta, tiene que ver con el acceso. No puede haber innovación si no existe un acceso oportuno. Por eso también tenemos que asegurar que la innovación alcance a las personas que lo necesitan. (También puede leer: El 76% de las muertes en Colombia son por una enfermedad no transmisible)
¿Y cómo garantizar ese acceso a la ciencia, la innovación y la tecnología?
Un aspecto importante que también se está considerando en los EE.UU. es poder hacer que todo lo que se está realizando en materia de innovación, ciencia y tecnología, se pueda difundir también en la población en general. Esto se hace para que el público pueda entender los esfuerzos que se están haciendo en esta materia y de esa manera también se pueda mejorar la confianza que puede tener el público. Además, lo que se busca es poderles transmitir la sensación de que hay una seguridad y una garantía de que diversas personas pueden acceder a distintos ensayos químicos y cómo la misma población puede empezar a diseminar ese conocimiento sobre el acceso.
¿Cómo se puede mejorar el acceso? Hablando, por ejemplo, con el sector privado, teniendo conversaciones con este sector, para ver qué medidas están tomando ellos para cerrar las brechas y permitir que más público y más personas puedan acceder a estos servicios.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología es de los que menos dinero recibe del Presupuesto General de la Nación, ¿se tiene pensado algún tipo de cooperación financiera?
Es una buena pregunta. El año pasado hubo algunas conversaciones sobre cómo se podía dar más apoyo financiero al sector. Vamos a ver qué podemos sacar de las conversaciones y esperamos poder tener algún tipo de soluciones más aterrizadas en el próximo otoño (este último trimestre). Trataremos de conversar con varias partes interesadas para ver si se logran conseguir recursos adicionales. (Puede interesarle: TikTok elimina publicaciones que promueven suplementos para bajar de peso)
El departamento de Salud de los EE.UU., por ejemplo, puede destinar recursos a la investigación. Entonces queremos explorar qué posibilidades hay de hacer este tipo de inversiones con el Ministerio de Salud en Colombia.
¿Qué tan sólida ha sido la relación de Colombia y Estados Unidos en salud pública? ¿En qué se ha centrado?
Llevo unos dos años trabajando en el cargo que ocupo actualmente, pero en realidad entre Colombia y los EEUU hay una relación bastante larga en donde hemos podido cooperar en esta materia. Por lo menos sé que desde 1992 hay una cooperación estrecha con el Instituto Nacional de Salud. Por ejemplo, la respuesta que se dio a la pandemia no fue algo improvisado, fue resultado de un trabajo que se ha hecho conjuntamente en caso de que se lleguen a presentar emergencias. Hay bastante optimismo en cuanto al trabajo que podemos realizar juntos. Más allá de las distintas administraciones que lleguen a gobernar en nuestros países, va a seguir habiendo una gran cooperación en salud.
Otro aspecto que también quiero mencionar es que no solamente hemos dado apoyo y hemos tenido esa alianza en materia de atender asuntos tradicionales de la salud, sino que también hemos trabajado en conjunto para atender asuntos interseccionales como, por ejemplo, la migración. Con Colombia ha habido bastante trabajo sobre cómo abordar la migración, especialmente la de Venezuela.
No han sido tiempos fáciles para la salud pública: una pandemia, crecen los casos de viruela del mono, hay una buena cantidad de antivacunas, en EE.UU. reaparecen casos de poliomielitis. En su caso, ¿qué ha sido especialmente retador?
La fatiga. Es todo un desafío, aunque se recibe un premio por todo el trabajo que se hace, porque es satisfactorio, pero uno no sabe qué se va a encontrar más adelante. Tenemos que trabajar mucho en prevenir. Pero estamos trabajando y trabajando en prevenir y, de repente, vienen otras cosas que exigen que protejamos en tiempo real a la población, entonces tenemos mucho que hacer con la población.
Además de la pandemia del covid-19 seguimos teniendo problemas en muchas personas que tienen VIH, malaria, cáncer y siguen necesitando servicios de salud. La pandemia ha hecho que algunos de estos servicios se retrasen un poco, entonces se vuelve un desafío tratar de atender lo que está sucediendo con la pandemia y a la vez seguir brindando servicios de salud a quienes necesitan tratamientos y asistencia con este otro tipo de enfermedades.
¿Cuál es su opinión sobre liberar las patentes de las vacunas para el covid-19, una propuesta que ha estado presente desde el inicio de la pandemia?
Los EE.UU. han tenido una posición muy firme en este tema. Recientemente en mi país se ha estado conversando con respecto a la posibilidad de poder levantar ese acuerdo de no divulgación confidencial con respecto a las patentes y los desarrollos que se han hecho en torno a producir las vacunas. Se ha hablado con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se han tenido conversaciones, y se siguen teniendo, con la Agencia de Comercio y la Casa Blanca para mirar qué pasos se pueden implementar a fin de poder empezar a compartir tecnología, patentes de medicina y hacer más disponible el acceso a los secretos médicos que pueden permitir un desarrollo más ágil de vacunas.
Al hablar de acceso a medicamentos, la propiedad intelectual es un tema que suele estar en medio de la conversación. En los últimos años, varios países han tomado decisiones para declarar ciertas medicinas como de “interés público” para permitir la producción de genéricos. ¿Qué opina de estas herramientas?
Este es un tema muy importante, y podemos trabajar en innovación, en otros asuntos, pero sin duda a esto hay que prestarle una especial atención. Una manera en la que nosotros estamos proponiendo que se atienda es que con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se pueda diseñar un mecanismo similar al que usamos en COVAX, para poder crear una especie de centro de distribución que los países puedan utilizar para agregarse y de allí puedan sacar los recursos necesarios. Se trataría de tener un centro de acopio, para que los países puedan acceder para sacar los recursos que necesitan y poder distribuirlos.
Uno de los temas que más preocupa a los sistemas de salud tiene que ver con el incremento de las Enfermedades No Transmisibles. Uno de los factores de riesgo qué más inquieta es la obesidad y el consumo de alimentos no saludables. ¿Cree que ponerle un impuesto a ese tipo de comida ayudaría a enfrentar este problema?
El tema de las Enfermedades No Transmisibles es un asunto que me toca personalmente porque he trabajado muchísimo en distintas crisis. Es un asunto que se está tratando globalmente y también domésticamente. Se tienen que hacer distintas preguntas para poder decidir cuál es la mejor manera de afrontar este tipo de problemas de salud pública. Se tiene que hablar con la industria, por ejemplo, con lo que ha sucedido con el consumo del tabaco. Este es un ejemplo de cómo se puede trabajar a nivel nacional y con la industria para reducir el impacto que ciertos productos pueden tener en la salud pública.
Nosotros seguimos trabajando con la OPS, la OMS, hemos entendido que es importante conocer los hábitos individuales, entender de qué manera cada persona puede afectar su salud, pero también comprender cómo a nivel nacional la industria, el sector público y el sector privado pueden contribuir a que se presente una emergencia de salud pública. Se tiene que trabajar en todas estas dimensiones.
Hace algunos días una funcionaria de Estados Unidos estuvo en Colombia. Y aunque su visita pasó inadvertida por casi todos los medios de comunicación, tuvo varias reuniones importantes para el país. Se trata de Loyce Pace, subsecretaria de Asuntos Globales del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., quien le contó a El Espectador que visitó Colombia para reunirse con la ministra de Salud, Carolina Corcho, y con Arturo Luna, ministro de Ciencia, con el fin de abordar posibilidades de cooperación entre ambas carteras y Estados Unidos. La funcionaria también tuvo tiempo para visitar la Fundación Procrear que, con el apoyo de la ONG Aid for Aids (que en español traduciría Ayuda para el Sida), trabaja en la prevención y diagóstico del VIH-SIDA. (Puede leer: Las ciudades maya estaban contaminadas con altos niveles de mercurio)
Pace, lleva dos años como subsecretaria de Asuntos Globales de dicha agencia federal, hizo parte de la Junta Consultiva sobre covid-19 en la transición de mandato entre el expresidente Donald Trump y el actual mandatario de los estadounidenses, Joe Biden. Bióloga de la Universidad de Stanford, con maestría en salud internacional y derechos humanos de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, Pace le contó a El Espectador cuál fue el objetivo de la visita, cómo ve la historia de cooperación entre ambos países en salud pública y su opinión sobre asuntos polémicos en este sector como la propiedad intelectual y los impuestos a los alimentos no saludables.
Tenemos entendido que vino a Colombia a reunirse con los ministros de Salud y Ciencia para hablar de temas de cooperación. ¿Nos podría dar más detalles sobre los temas que tratará con ambas carteras?
En temas de salud, el enfoque será, sobre todo, el acceso. Y sorprende un poco que tenga que ser así dado que todavía estamos viviendo con las consecuencias de la pandemia de covid-19. Teniendo en cuenta todas las lecciones que hemos aprendido a lo largo de la pandemia, queremos asegurar el acceso a los servicios, garantizar una salud para todas las personas y poder fortalecer otros aspectos como la investigación que permitan fortalecer aún más los servicios que le podemos ofrecer a la comunidad. Entendemos que es importante también asegurarse de que se pueda ofrecer ese servicio de salud primario a todas las personas como enfoque central de la conversación. La conversación también será con el ministerio de Ciencia y Tecnología porque se tiene que dar también un enfoque abarcador, integral, para poder ofrecer una respuesta integral a la salud. (Le puede interesar: Petro, Fernando Ruiz y la OPS: es clave entender el proceso de elección)
En el tema puntual del acceso a la salud, ¿cómo puede cooperar Estados Unidos con Colombia?
Un aspecto importante que se ha rescatado es que se necesita poder contribuir con trabajadores y según se había dicho en una cumbre anterior, la iniciativa del Secretario de Salud de los EEUU es poder suministrar apoyo con personal brindando trabajo para asistir en salud a países de Latinoamérica y el Caribe. De esta manera podemos ayudar de manera más práctica a la región y especialmente en aquellos casos en lugares donde las personas no tienen acceso a la salud. Por eso estamos trabajando de la mano con la OPS y países como Colombia.
Y en temas de ciencia, ¿cuáles son las prioridades para usted en esta visita?
Es importante también ponerle empeño a la innovación y la investigación. Es una de las lecciones que nos dejó la pandemia de covid-19. Esto se hace para poder ofrecerle al público servicios en tiempo oportuno, de tal manera que las personas no tengan que esperar muchos años para recibir servicios de calidad y de esa manera nosotros podamos asegurar que también, a través de la tecnología y la ciencia, se pueda asegurar investigación y desarrollo para dar soluciones innovadoras en plazos más cortos.
Otro aspecto, relacionado con la primera pregunta, tiene que ver con el acceso. No puede haber innovación si no existe un acceso oportuno. Por eso también tenemos que asegurar que la innovación alcance a las personas que lo necesitan. (También puede leer: El 76% de las muertes en Colombia son por una enfermedad no transmisible)
¿Y cómo garantizar ese acceso a la ciencia, la innovación y la tecnología?
Un aspecto importante que también se está considerando en los EE.UU. es poder hacer que todo lo que se está realizando en materia de innovación, ciencia y tecnología, se pueda difundir también en la población en general. Esto se hace para que el público pueda entender los esfuerzos que se están haciendo en esta materia y de esa manera también se pueda mejorar la confianza que puede tener el público. Además, lo que se busca es poderles transmitir la sensación de que hay una seguridad y una garantía de que diversas personas pueden acceder a distintos ensayos químicos y cómo la misma población puede empezar a diseminar ese conocimiento sobre el acceso.
¿Cómo se puede mejorar el acceso? Hablando, por ejemplo, con el sector privado, teniendo conversaciones con este sector, para ver qué medidas están tomando ellos para cerrar las brechas y permitir que más público y más personas puedan acceder a estos servicios.
El Ministerio de Ciencia y Tecnología es de los que menos dinero recibe del Presupuesto General de la Nación, ¿se tiene pensado algún tipo de cooperación financiera?
Es una buena pregunta. El año pasado hubo algunas conversaciones sobre cómo se podía dar más apoyo financiero al sector. Vamos a ver qué podemos sacar de las conversaciones y esperamos poder tener algún tipo de soluciones más aterrizadas en el próximo otoño (este último trimestre). Trataremos de conversar con varias partes interesadas para ver si se logran conseguir recursos adicionales. (Puede interesarle: TikTok elimina publicaciones que promueven suplementos para bajar de peso)
El departamento de Salud de los EE.UU., por ejemplo, puede destinar recursos a la investigación. Entonces queremos explorar qué posibilidades hay de hacer este tipo de inversiones con el Ministerio de Salud en Colombia.
¿Qué tan sólida ha sido la relación de Colombia y Estados Unidos en salud pública? ¿En qué se ha centrado?
Llevo unos dos años trabajando en el cargo que ocupo actualmente, pero en realidad entre Colombia y los EEUU hay una relación bastante larga en donde hemos podido cooperar en esta materia. Por lo menos sé que desde 1992 hay una cooperación estrecha con el Instituto Nacional de Salud. Por ejemplo, la respuesta que se dio a la pandemia no fue algo improvisado, fue resultado de un trabajo que se ha hecho conjuntamente en caso de que se lleguen a presentar emergencias. Hay bastante optimismo en cuanto al trabajo que podemos realizar juntos. Más allá de las distintas administraciones que lleguen a gobernar en nuestros países, va a seguir habiendo una gran cooperación en salud.
Otro aspecto que también quiero mencionar es que no solamente hemos dado apoyo y hemos tenido esa alianza en materia de atender asuntos tradicionales de la salud, sino que también hemos trabajado en conjunto para atender asuntos interseccionales como, por ejemplo, la migración. Con Colombia ha habido bastante trabajo sobre cómo abordar la migración, especialmente la de Venezuela.
No han sido tiempos fáciles para la salud pública: una pandemia, crecen los casos de viruela del mono, hay una buena cantidad de antivacunas, en EE.UU. reaparecen casos de poliomielitis. En su caso, ¿qué ha sido especialmente retador?
La fatiga. Es todo un desafío, aunque se recibe un premio por todo el trabajo que se hace, porque es satisfactorio, pero uno no sabe qué se va a encontrar más adelante. Tenemos que trabajar mucho en prevenir. Pero estamos trabajando y trabajando en prevenir y, de repente, vienen otras cosas que exigen que protejamos en tiempo real a la población, entonces tenemos mucho que hacer con la población.
Además de la pandemia del covid-19 seguimos teniendo problemas en muchas personas que tienen VIH, malaria, cáncer y siguen necesitando servicios de salud. La pandemia ha hecho que algunos de estos servicios se retrasen un poco, entonces se vuelve un desafío tratar de atender lo que está sucediendo con la pandemia y a la vez seguir brindando servicios de salud a quienes necesitan tratamientos y asistencia con este otro tipo de enfermedades.
¿Cuál es su opinión sobre liberar las patentes de las vacunas para el covid-19, una propuesta que ha estado presente desde el inicio de la pandemia?
Los EE.UU. han tenido una posición muy firme en este tema. Recientemente en mi país se ha estado conversando con respecto a la posibilidad de poder levantar ese acuerdo de no divulgación confidencial con respecto a las patentes y los desarrollos que se han hecho en torno a producir las vacunas. Se ha hablado con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se han tenido conversaciones, y se siguen teniendo, con la Agencia de Comercio y la Casa Blanca para mirar qué pasos se pueden implementar a fin de poder empezar a compartir tecnología, patentes de medicina y hacer más disponible el acceso a los secretos médicos que pueden permitir un desarrollo más ágil de vacunas.
Al hablar de acceso a medicamentos, la propiedad intelectual es un tema que suele estar en medio de la conversación. En los últimos años, varios países han tomado decisiones para declarar ciertas medicinas como de “interés público” para permitir la producción de genéricos. ¿Qué opina de estas herramientas?
Este es un tema muy importante, y podemos trabajar en innovación, en otros asuntos, pero sin duda a esto hay que prestarle una especial atención. Una manera en la que nosotros estamos proponiendo que se atienda es que con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se pueda diseñar un mecanismo similar al que usamos en COVAX, para poder crear una especie de centro de distribución que los países puedan utilizar para agregarse y de allí puedan sacar los recursos necesarios. Se trataría de tener un centro de acopio, para que los países puedan acceder para sacar los recursos que necesitan y poder distribuirlos.
Uno de los temas que más preocupa a los sistemas de salud tiene que ver con el incremento de las Enfermedades No Transmisibles. Uno de los factores de riesgo qué más inquieta es la obesidad y el consumo de alimentos no saludables. ¿Cree que ponerle un impuesto a ese tipo de comida ayudaría a enfrentar este problema?
El tema de las Enfermedades No Transmisibles es un asunto que me toca personalmente porque he trabajado muchísimo en distintas crisis. Es un asunto que se está tratando globalmente y también domésticamente. Se tienen que hacer distintas preguntas para poder decidir cuál es la mejor manera de afrontar este tipo de problemas de salud pública. Se tiene que hablar con la industria, por ejemplo, con lo que ha sucedido con el consumo del tabaco. Este es un ejemplo de cómo se puede trabajar a nivel nacional y con la industria para reducir el impacto que ciertos productos pueden tener en la salud pública.
Nosotros seguimos trabajando con la OPS, la OMS, hemos entendido que es importante conocer los hábitos individuales, entender de qué manera cada persona puede afectar su salud, pero también comprender cómo a nivel nacional la industria, el sector público y el sector privado pueden contribuir a que se presente una emergencia de salud pública. Se tiene que trabajar en todas estas dimensiones.