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Hasta el momento, los efectos a largo plazo por el covid-19 no son conocidos. El estudio más extenso había explorado Un estudio realizado con más de mil pacientes de Wuhan, China, demostró que más de la mitad de los primeros hospitalizados por una infección severa de covid-19 mantienen síntomas dos años después. Al respecto de los hallazgos, el autor Bin Cao señaló a The Guardian que: “Indican, para una cierta proporción de sobrevivientes de covid-19 hospitalizados, que, aunque pueden haber eliminado la infección inicial, se necesitan más de dos años para recuperarse por completo”.
La evaluación de pacientes se realizó en tres momentos después de la hospitalización: a los seis meses, al año y a los dos años. En promedio, la edad de los evaluados fue de 57 años. Los resultados generales apuntaron a que varios indicadores de salud general de estas personas son peores a los de la población de control, es decir, aquella que no estuvo hospitalizada por covid-19 severo. La investigación, publicada en The Lancet Respiratory Medicine, podría ser utilizada para saber más sobre la efectividad de tratamientos mitigatorios para los síntomas a largo plazo por la infección.
Dentro de las pruebas que los investigadores utilizaron estuvieron pruebas de caminata, exámenes de laboratorio y distintos tipos de formularios, acerca de síntomas, salud mental y calidad de vida relacionada a la salud. El estudio encontró que, dos años después de la infección, el 55% de los pacientes evaluados aún reportaron síntomas. Entre estos, los más frecuentes fueron fatiga o dolor muscular y dificultades en el sueño, sin importar el grado inicial de severidad de la enfermedad. Un hallazgo interesante es que, aunque la cantidad de pacientes que describieron tener síntomas disminuyó entre el chequeo de los seis meses y el del primer año, hubo un aumento ligero en la evaluación de los dos años.
Por otra parte, la investigación también encontró que hubo otros indicadores, como la salud mental y la capacidad de hacer ejercicio mejoraron constantemente a través de dos los años de evaluación.
A pesar de la prevalencia de unos síntomas en más o menos la mitad de la población evaluada, los investigadores indicaron que las personas habían podido volver a desempeñar sus actividades normales, en su mayoría. Esto no significa, sin embargo, que los estudios sobre los efectos a largo plazo del covid-19 deban ser abandonados. “El efecto negativo sobre la calidad de vida, la capacidad de ejercicio y la utilización de la atención médica destaca la importancia de estudiar la patogenia del covid-19 prolongada y promover la exploración de un tratamiento dirigido para controlar o aliviar la afección”, concluyo el estudio.
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