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Una parte de quienes han estado infectados con el Sars-Cov-2 experimentan síntomas que pueden quedarse con ellos durante un largo periodo de tiempo. El denominado síndrome post-COVID o COVID largo tiene síntomas como fatiga extrema, pérdida de la memoria, debilidad muscular, dolor articular, tos, ansiedad y necesidad de oxígeno suplementario o en algunos casos con depresión, ansiedad, trastornos de pánico e insomnio, especialmente en pacientes que pasaron por una Unidad de Cuidado Intensivo (UCI).
Sin embargo, no había consenso sobre un diagnóstico de qué es exactamente el post-covid hasta hoy, cuando la Organización Mundial de la Salud lo definió de manera oficial. Para empezar, los efectos parecen ocurrir independientemente de la gravedad inicial de la infección, pero ocurren con más frecuencia en mujeres, de mediana edad y en aquellas con más síntomas inicialmente. La ausencia tanto de una terminología única como de una definición de caso clínico se ha señalado repetidamente como inconvenientes para avanzar en la investigación y el manejo de estos pacientes, que son entre el 10 y 20% de personas que experimentaron síntomas de COVID-19. (Para más noticias sobre la ciencia detrás del corovonavirus lea El Espectador)
Para llegar a consenso, se entrevistó a 265 expertas, expertos y pacientes que han atendido estos pacientes en la primera ronda de preguntas; luego, para la ronda dos, se entrevistaron 195 expertos y expertas y pacientes, que respondieron vía mail las preguntas de la OMS.
El primer consenso para definir que un paciente tiene “covid prolongado” es que tenga historia de Sars-Cov-2 confirmado por laboratorio, que cumpla mínimo dos meses con los síntomas y que estos incluyen disfunción cognitiva, fatiga, falta de aire, que los síntomas sean “fluctuantes”, “persistentes” o “recurrentes”, que impacte la vida diaria del paciente y que no pueda ser explicado con otro diagnóstico. (“Covid prolongado”: esto es lo que se sabe)
En otras palabras, como explicó el infectólogo Carlos Álvarez en Twitter, “se considera un cuadro de ‘Post Covid-19′ a la persistencia de síntomas en personas con antecedentes de COVID-19, generalmente 3 meses desde el inicio del COVID-19 con síntomas que duran al menos 2 meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alterno”.
Los síntomas del Covid prolongado que más fueron identificados por pacientes y expertos fueron: dolor abdominal, problemas menstruales, alteración del olfato y el gusto, ansiedad, visión borrosa, dolor en el pecho, disfunción cognitiva o “niebla mental”, tos, depresión, mareos, fatiga, fiebre intermitente, problemas gastrointestinales (diarrea, estreñimiento, reflujo ácido), dolor de cabeza, problemas de memoria, dolor articular, dolor / espasmos musculares, neuralgias, nuevas alergias, sensación de alfileres y agujas, malestar post-esfuerzo, dificultad para respirar, trastornos del sueño, taquicardia / palpitaciones, problemas auditivos. (La mayoría de sobrevivientes de COVID-19 grave padecen síntomas prolongados)
“A través de un largo proceso de consenso global, ahora está disponible para su uso en todos los entornos una definición de caso clínico funcional de la afección posterior al COVID-19. Esta definición puede cambiar a medida que surgen nuevas pruebas y nuestra comprensión de las consecuencias del COVID-19 continúa evolucionando”, concluye la OMS.